Las fuerzas policiales temen que los mercados ilegales migren a una nube clandestina

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

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Óscar Vázquez

Europol apunta que cada vez hay más facilidades para los menos capacitados tecnológicamente

28 may 2018 . Actualizado a las 08:44 h.

Los esfuerzos policiales y judiciales se centran, al margen de la identificación y detención de compradores y vendedores, en la localización de los servidores que pueden estar siendo empleados para llevar a cabo las transacciones virtuales y que alojan las web que ofrecen drogas de forma ilegal. De igual modo, hoy por hoy, los usuarios que quieren hacer uso de ellos tienen que tener un «cierto grado de sofisticación tecnológica». Así lo reconoce un informe realizado por Europol, que explica que, con todo, ese último factor es un obstáculo menor para muchos jóvenes que tienen conocimientos en materia de encriptación. Al mismo tiempo, los desarrollos a nivel de software «pueden incrementar la facilidad con la que las personas menos capacitadas tecnológicamente pueden tener acceso a mercados de la Darknet».

Con la evolución constante de la informática existe el temor cada vez más extendido de que los mercados ilegales de la droga terminen migrando a una suerte de nube clandestina: «Es probable que este problema aumente, ya que los desarrollos en software descentralizado permitirán a los mercados existir sin residir en ningún servidor individual. Es una potencial dark cloud en el horizonte de las investigaciones y enjuiciamientos en lo que ya es un desafiante escenario judicial».

Pero esta modalidad de narcotráfico tiene debilidades que las fuerzas del orden saben explotar. Se puede hacer la trazabilidad de muchos de estos pagos, mientras que persiste «la necesidad de enviar los estupefacientes a una dirección fija».

También dedican esfuerzos al tráfico de medicamentos. En Europol reconocen que «se sabe muy poco sobre el origen de los fármacos que se ofertan en los mercados de la Internet oscura».

El informe incide en que los Estados deben incrementar su implicación a la hora de combatir esta criminalidad. Uno de los aspectos sobre los que se insiste es que, en ocasiones y de una forma general, se echa en falta «expertos que tengan una comprensión técnica de la investigación del delito cibernético» combinada con «experiencia práctica en la lucha contra el crimen relacionado con las drogas», mientras que en el ámbito judicial se remarca que son mercados «que rara vez existen dentro de una única jurisdicción nacional y su ubicación física también es a menudo incierta».