La Fiscalía reabre la investigación contra el cantante Bertrand Cantat por el suicidio de su exmujer

Efe

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SEBASTIEN BOZON | Afp

La pareja de uno de los antiguos miembros de su banda de música confirma que todo el grupo estaba al tanto de su comportamiento violento hacia las mujeres

04 jun 2018 . Actualizado a las 19:01 h.

La Fiscalía de Burdeos (suroeste de Francia) ha reabierto la investigación sobre el suicidio en el 2010 de Krisztina Rady, exmujer del polémico cantante francés Bertrand Cantat, tras la denuncia de una asociación feminista, según confirmó hoy a Efe su presidenta, Yael Mellul.

La decisión de reabrir las pesquisas por «violencia física o psicológica que condujeron al suicidio», adelantada ayer por el semanario Le Journal du Dimanche, se conoce dos semanas después de que Mellul interpusiera la denuncia contra el líder del antiguo grupo Noir Désir. Mellul, abogada y presidenta del colectivo Femme et Libre, dijo a Efe haber aportado nuevos elementos a la Fiscalía que justifican la reapertura. «Se trata de unos mensajes que intercambié con la pareja de uno de los antiguos miembros de 'Noir Désir', en los que confirma que todo el grupo estaba al tanto del comportamiento violento de Cantat hacia las mujeres y que Rady era víctima de violencia física y psicológica», explicó.

Según la letrada, los mensajes indicarían que los miembros de la banda mintieron en sus testimonios durante los anteriores procesos contra Cantat. Para esta activista, el proceso de liberación de la palabra contra el sexismo y una mayor sensibilización contra la violencia conyugal en los últimos meses deberían facilitar la declaración de los antiguos integrantes de la banda.

Rady, madre de los dos hijos de Cantat, se separó de él por primera vez en el 2002 y testificó en su favor durante el proceso por el asesinato en 2003 de Marie Trintignant, su entonces novia, por el que el rockero fue condenado a ocho años de prisión. La pareja volvió a unirse tras su salida de la cárcel y se separó en varias ocasiones hasta el suicidio de Rady en el 2010, en Burdeos. La mujer había dejado un mensaje de voz en el contestador de sus padres meses antes de morir, presentado como prueba contra Cantat, en el que hablaba de una relación violenta y decía tener moratones en el brazo a raíz de una pelea en la que el cantante le habría tirado un objeto.

El músico fue interrogado por su muerte y aunque la autopsia confirmó el suicidio, las acusaciones sobre una posible inducción mediante la violencia no han cesado desde entonces. Desde el 2010, cada aparición pública de Cantat levanta la indignación de grupos feministas que le esperan a las puertas de sus conciertos al grito de «¡Asesino!». El pasado mayo, la famosa sala de conciertos parisiense L'Olympia anunció la anulación de sus dos actuaciones previstas a finales de mes ante el temor de «desórdenes públicos».