Un paso que mejorará la conciliación

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

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Pilar Canicoba

Aunque el trámite aún es largo, parece que los 1.500 millones de coste anuales que supondría no impedirán ahora que España equipare la baja maternal y paternal

28 jun 2018 . Actualizado a las 08:16 h.

El primer paso está dado. Todo apunta, además, a que esta vez podría ser la definitiva para que el permiso de paternidad alcance las 16 semanas, como el de maternidad, sea intransferible y remunerado al 100 %, como recoge la propuesta de ley de Podemos, que anteayer fue avalada por todos los grupos con representación en el Congreso. Parece que los 1.499 millones de euros anuales de coste adicional que supondría al final el calendario de implantación no tienen por qué ser ahora un obstáculo como lo fueron en el 2016. La tramitación es larga, pero podría salir adelante. Los economistas auguran que mejoraría las medidas de conciliación en las empresas.

¿Cuál es la propuesta que recoge el proyecto de ley?

El texto pretende que los progenitores tengan el mismo permiso de 16 semanas para cuidar a menores en casos de nacimiento, adopción o acogida como el que actualmente gozan las madres. Este derecho iría implantándose de modo gradual y paulatino a razón de dos semanas al año durante cinco, una vez entre en vigor la ley. La regulación vigente obliga a las madres a coger seis semanas de permiso y, posteriormente, de forma voluntaria pueden tomar otras diez. Actualmente, los padres tienen una licencia voluntaria e intransferible de cuatro semanas. Para los presupuestos de este año, PP y Ciudadanos habían acordado ampliarlo a cinco semanas -en Galicia ya las tienen los funcionarios autonómicos-. Como explica ahora la portavoz adjunta de Igualdad y Sanidad del PP en el Congreso, Marta González, ese era otro de los pasos para avanzar hacia la equiparación. Ahora la novedad es que el permiso sea «intransferible», un tema en el que «estamos de acuerdo, al igual que coincidimos con la propuesta de la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPiiNA)».

¿Qué coste supondría para las arcas públicas?

Los cálculos realizados por PPiiNA indican que supondría al acabar el calendario de implantación un coste anual de 1.499 millones de euros. Para defender la viabilidad de la medida ponen ejemplos como los 1.557 millones de euros de coste anual estimado por el Gobierno para la prestación de 2.500 euros para el cheque bebé concedido por los nacimientos o adopciones entre noviembre del 2007 y el último mes del 2010. Las cifras que en su día abocaron al Gobierno de Mariano Rajoy a vetar propuestas parecidas parece que ahora no serán un obstáculo porque parece que el PSOE no va a poner veto a la ley, derecho que puede ejercer en caso de que observe que desequilibra los presupuestos.

¿Qué consecuencias tendría su aprobación?

Acabaría con la discriminación laboral por cuestión de género y contribuiría a cambiar, poco a poco, la cultura empresarial para adaptarla a los nuevos roles sociales. «Las medidas de conciliación de las empresas no se harían pensando solo en las mujeres», recalca el profesor e investigador del grupo de Investigación de Análisis Económico y Políticas de Igualdad de la Universidad Complutense, Lorenzo Escot. Además, añade, que «eliminará las trabas laborales con las que se topaban las mujeres al acabar con la penalización que sufrían por ley. Porque aunque los permisos de maternidad se articularon para proteger a las madres, en realidad las estaban penalizando». Pero lanza una advertencia: «Acabará con la discriminación laboral entre hombres y mujeres en igualdad de condiciones, lo que no quiere decir que no aparezcan otras que favorezcan la contratación de personas más jóvenes o que ya no estén en edad de tener hijos». En este sentido su colega, el economista y miembro del mismo grupo de investigación, José Andrés Fernández Cornejo, ve «bastante asumible» implantar la medida y apunta que el riesgo de que personas de edad media sean discriminadas resulta mínimo «porque son imprescindibles para las empresas». Más allá de eso, añade que «ahora habrá más presión dentro de las empresas por parte de las plantillas femeninas y masculinas a la hora de reclamar medidas de conciliación. A la larga es bueno para las empresas». De hecho, recuerda que el pionero en igualar los permisos fue el conservador Partido Agrario, en Islandia.