Las medidas de seguridad y sensibilización en los sanfermines han minimizado los casos de abusos
15 jul 2018 . Actualizado a las 09:12 h.Objetivo cumplido, ninguna manada ha dejado su huella en las fiesta de San Fermín, que concluyeron ayer. Sí es cierto que hubo denuncias por abusos, en concreto por tocamientos, pero ningún ataque en grupo. «Hago un balance muy positivo. Han sido unas fiestas maravillosas, abiertas, sanas y respetuosas», cuenta Itziar Gómez, concejala de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Pamplona. Para evitar una repetición de los sucesos ocurridos en el 2016, las autoridades navarras llevaron a cabo una amplia campaña de concienciación sobre el respeto a las mujer, dejando claro que No es No. Además, este año se ha añadido una nueva medida de seguridad llamada Agrestop. Esta aplicación fue diseñada para denunciar agresiones sexistas y funciona enviando una señal geolocalizada a la policía para que los agentes más cercanos acudan al rescate de la víctima.
A falta de conocer los informes oficiales que saldrán hoy a la luz, La Junta Local de Protección Civil ha informado sobre dos casos de abusos por tocamientos ocurridos ayer. Se han puesto a disposición de las denunciantes los recursos de orientación y atención judicial y psicológica del Gobierno de Navarra y también los de acompañamiento del Ayuntamiento de Pamplona. «Ha habido agresiones, siempre las ha habido. Antes nunca se denunciaban y por suerte este año si lo han hecho. Rápidamente se ha sabido quien ha sido, se ha tratado en la junta de protección y las víctimas han tenido los recursos que necesitaban», explica Tere Sáez, portavoz de la asociación feminista Andrea-Lunes Lilas. «Esta claro que ha funcionado todo el tema de sensibilización y prevención», añade. El proyecto Pamplona libre de agresiones sexistas ha contado también con un punto de información ciudadana en la plaza del Castillo que ha repartido más de 22.000 guías en cuatro idiomas diferentes sobre cómo actuar frente a la violencia sexista.
La mano roja inunda Pamplona
Este año un símbolo ha destacado más que ningún otro en los lugares más transitados de la ciudad navarra. El emblema de la mano roja ha estado presente en los escenarios preparados para acoger conciertos, puntos de información, balcones municipales y muchas ventanas del centro. Incluso algunas tiendas del caso antiguo ofrecieron una versión del tradicional pañuelico rojo con este dibujo bordado. Tal y como asegura Tere Sáez: «La mano roja ha marcado San Fermín»
