¿Qué se siente al conducir un coche eléctrico por primera vez?

Iago García
IAGO GARCÍA REDACCIÓN

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Al volante de uno desaparece el ruido, al igual que el pedal del embrague o el reloj que indica las revoluciones de un motor de combustión ausente. La suavidad es inaudita

28 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Acostumbrado a conducir coches con motor de combustión y cambio manual, siempre sentí curiosidad por saber qué ocurre al ponerse al volante de los eléctricos. La «curiosidad» puede transformarse en necesidad en un futuro cada vez más próximo. Con la UE imponiendo restricciones a los diésel más contaminantes y con unos combustibles fósiles que tarde o temprano desaparecerán, será junto con los híbridos los que conduzcamos.

En Noruega en 2017 la mitad de coches vendidos eran, de hecho, híbridos o eléctricos. En España su presencia en el mercado aún es testimonial, pero aumenta exponencialmente. En el primer semestre del año se duplicaron con respecto al mismo periodo de 2017. El mercado en nuestro país se ha triplicado en los últimos cinco años, pasando de 10.356 unidades en 2013 a 27.598 al cierre del año pasado, según datos de Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones). Uno de cada tres coches matriculados son como el que vamos a conducir, un Renault ZOE.

La batería es de 40 KW. La autonomía, en condiciones reales de uso, ronda los 300 kilómetros
La batería es de 40 KW. La autonomía, en condiciones reales de uso, ronda los 300 kilómetros JORGE GARCÍA

Por fuera y por dentro, similar a otro utilitario

Aunque tiene detalles en azul celeste en faros delanteros y pilotos traseros, así como anagramas que identifican a este coche como eléctrico, apenas hay diferencias con otros turismos en el exterior. El interior es en la parte delantera tan amplio como en un urbano semejante. Atrás, la forma de los asientos de piloto y copiloto (muy cómodos y con el reposacabezas integrado) resta espacio. Pero como las baterías están alojadas bajo la banqueta (tiene 5 plazas en total), se va sentado más alto y no son claustrofóbicas. Para las piernas el sitio es algo justo. 

Las baterías, bajo asientos traseros y maletero, no restan demasiado espacio
Las baterías, bajo asientos traseros y maletero, no restan demasiado espacio JORGE GARCÍA

No diga eléctrico, diga silencio

Es imposible saber cuando se pulsa el botón de encendido si realmente lo hemos puesto en marcha. Por eso hay un indicador que pone «ready» en el cuadro. En marcha, solo se oye el sonido de rodadura o el aerodinámico a velocidad alta. Una paz, si la radio no está puesta, solo interrumpida por los intermitentes. A nivel de comfort es la diferencia más notable con cualquier otro vehículo movido por un motor térmico. La climatización también se escucha y ojo, porque así como en un motor de combustión el aire acondicionado funciona gracias a él; aquí supone un gasto de batería.

La pantalla central tiene una opción para informar de si se está consumiendo batería acelerando o encendiendo la climatización. Se ilumina en azul en las bajadas, dado que la frenada regenerativa la carga
La pantalla central tiene una opción para informar de si se está consumiendo batería acelerando o encendiendo la climatización. Se ilumina en azul en las bajadas, dado que la frenada regenerativa la carga JORGE GARCÍA

Batería, tiempo de carga y autonomía, las tres claves de estos coches

La batería ofrece 41 kilowatios y el fabricante dice que con el 100% de carga pueden recorrerse hasta 400 kilómetros. En condiciones de uso reales, será difícil superar los 300 kilómetros. En todo caso, suficientes para el día a a día de la mayor parte de los conductores.

Lo que penaliza a cualquier coche eléctrico es la ridícula red de carga que España. Puedes consultarlo en la red de usuarios de electromaps, que comparte los lugares existentes en todo el mundo. Como precisamente es en estos lugares, electrolineras o puntos públicos, donde hay postes de carga rápida donde menos tiempo perderemos rellenando la batería; en la práctica o tenemos un enchufe en el garaje o en nuestro centro de trabajo o estaremos, como suele decirse, vendidos.

Dependiendo de la toma, una carga completa puede llevar desde poco más de dos horas hasta un día entero
Dependiendo de la toma, una carga completa puede llevar desde poco más de dos horas hasta un día entero JORGE GARCÍA

Además, los tiempos de carga varían mucho en función de la toma. La más potente permite en poco más de dos horas hacer una carga completa. En menos de hora y media la tendremos al 70%. Con un enchufe doméstico puede llegar al día entero. Es recomendable estudiar la posibilidad de instalar en casa una toma trifásica. Renault explica todas las posibilidades en este enlace. 

El color azul celeste identifica al Renault ZOE como eléctrico en pilotos delanteros y traseros
El color azul celeste identifica al Renault ZOE como eléctrico en pilotos delanteros y traseros JORGE GARCÍA

En marcha, un urbanita muy cómodo

El coche, por el tipo de cambio que tiene, es ideal en los atascos. No tendremos que andar embragando y desembragando constantemente. Y gasta poco entre semáforos en rojo, de los cuales sale disparado porque siempre entrega el 100% de potencia (es como cuando de pequeño le dabas a tope al mando de un coche teledirigido). Gira en muy pocos metros y es fácil de aparcar. En grandes ciudades no le afectan las restricciones por contaminación y pueden aparcar gratuitamente en zonas de estacionamiento regulado. Está permitido usar el carril VAO con un solo ocupante. Las ventajas en la gran urbe lo hacen idóneo para ella. No tanto en autovía y autopista a velocidades altas constantes: ahí merma mucho la batería. En tramos sinuosos, gracias a su frenada regenerativa, carga la batería levemente en las bajadas como si de una dinamo se tratase.

A velocidades altas constantes como en autovía o autopista se reduce la autonomía
A velocidades altas constantes como en autovía o autopista se reduce la autonomía JORGE GARCÍA

¿Me lo compro o no? ¿Qué ventajas ofrece?

Si usas el coche para ir al trabajo y de compras o, dado que este vehículo lo permite, algún recorrido interurbano que no conlleve demasiados kilómetros, puedes planteártelo. Sale más caro que un competidor con motor de combustión, pero la diferencia se acorta cada vez más. Y tiene exenciones fiscales en el impuesto de circulación (75% menos) y matriculación (exento). El coste cada 100 kilómetros en energía a día de hoy con una tarifa eléctrica normal es de alrededor de 2 euros cargándolo en nuestro garaje. Hay que sumar el alquiler de las baterías que cobra en este caso la marca, de 69 euros recorriendo 7.500 km/año. El mantenimiento es más barato: el motor no necesita cambios de aceite, refrigerante o correas; aunque sí habrá que cambiar neumáticos, discos y zapatas de freno. 

Si has llegado hasta aquí y deseas ver una prueba completa de este modelo pincha en el vídeo realizado por nuestro compañero Javier Armesto:

Si te estás planteando un híbrido, te detallamos su uso con la marca líder en ventas de este tipo de coches a continuación:

Y si crees que el diésel por la relación coste por kilómetro es el que mejor te va, quizás te interese lo que viene ahora: