¿Cuántas veces más habrá que cambiar los relojes?

Olga Suárez Chamorro
Olga Suárez REDACCIÓN

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Un operario cambia la hora en el reloj de Maria Pita, en A Coruña
Un operario cambia la hora en el reloj de Maria Pita, en A Coruña PACO RODRÍGUEZ

Los estados de la UE tienen la última palabra en la propuesta hecha hoy por Juncker para mantener el horario de verano

31 ago 2018 . Actualizado a las 19:07 h.

Se acabó el adelantar y atrasar los relojes cada año. La noticia suena golosa cuando además llega ante la sequía informativa del último día de agosto; el mismo en el que la Comisión Europea ha anunciado que propondrá mantener el horario de verano todo el año en la Unión Europea, tras analizar los resultados de una consulta pública en la que han participado millones de ciudadanos.

Sin embargo, la decisiones que toma el Ejecutivo comunitario no se aplican al instante; su presidente, Jean Claude Juncker, va a presentar una propuesta legislativa que tendrá que ser aprobada por el Parlamento Europeo y por los jefes de Estado y de Gobierno. Por esta razón, aún no está del todo claro que el próximo 28 de octubre a las 3.00 de la madrugada en Europa pasen a ser las 2.00.

Entre los países de la UE el apoyo no está tan claro, pero el eurodiputado alemán Peter Liese no cree que haya una mayoría en contra. Algunos países ya se han posicionado a favor, como Lituania, Estonia o Letonia. En España, por ejemplo, el debate está en la propuesta de parte de la sociedad de retrasar los relojes una hora durante todo el año, argumentando que realmente el país pertenece al huso horario de Portugal y Reino Unido y no al de Alemania. Así era hasta 1942, pero Francisco Franco decidió cambiar a la hora de europa central por simpatía hacia el régimen nazi de Hitler.

En contra de esta medida están las Islas Baleares, que quieren mantener el horario de verano durante todo el año; se trata del lugar de España en el que antes sale y se pone el sol y sus habitantes creen que mantener el horario de verano les reportará ventajas de salud, económicas y sociales. Todo lo contrario de lo que ocurre en Galicia, donde el sol se pone 50 minutos después que en las Baleares en invierno.

Esta misma mañana, la organización de consumidores Facua ha aplaudido la propuesta que llega desde Bruselas para que cada país se ajuste al huso horario que conseideren más oportuno. Admemás, pide al Gobierno de Pedro Sánchez que aproveche la oportunidad para adaptar el huso de España a GMT+0, «el más adecuado según la localización geográfica del país, lo que permitiría aprovechar más las horas de luz y, por tanto, un ahorro significativo en las facturas de los españoles».

Si el cambio horario deja de ser obligatorio, cada país elegiría su zona horaria

Para que haya acuerdo tras el anuncio de hoy será necesario el consenso del Parlamento y de los diferentes gobiernos, que son los que tienen la última palabra. Si el cambio horario deja de ser obligatorio, cada país elegiría su zona horaria, aunque Bruselas apuesta por un marco común.

El horario de verano se implantó tras la crisis del petróleo de 1973. Italia y Malta fueron los pioneros de un sistema que llegó a España en 1977 y que Bruselas armonizó en 1996 e hizo obligatorio en el 2001 mediante una directiva.

 

En la actualidad, la UE funciona con tres husos horarios al margen de los de sus regiones ultraperiféricas. Con una hora menos que en España vive la Europa Occidental: Irlanda, Portugal y Reino Unido. España comparte el horario de Europa Central con 16 naciones: Austria, Bélgica, Croacia, República Checa, Dinamarca, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Luxemburgo, Malta, Holanda, Polonia, Eslovaquia, Esloveniay Suecia. Una hora más que los relojes españoles marcan los de Europa Oriental, que pautan el ritmo vital en Bulgaria, Chipre, Estonia, Finlandia, Grecia, Letonia, Lituania y Rumanía.

Las razones a favor del cambio

El Parlamento Europeo dispone de «indicios» que apuntan al «pernicioso» efecto de un sistema armonizado en toda la UE desde el 2001, aunque reconoce no tener «pruebas científicas concluyentes». El argumento clásico y cada vez más cuestionado para mantener el baile horario es un ahorro energético que sería marginal, entre el 0,5 y el 2,5% según estudios que maneja la Comisión Europea. También se cuestiona el presunto aumento de la seguridad vial, se apunta el creciente cansancio y la falta de concentración que genera en los ciudadanos la alteración de sus hábitos. Pero se cita como ventaja el aumento de las horas de luz y de ocio y la equiparación de horarios entre países vecinos y socios comerciales.