¿Dormir mucho es bueno o malo?

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En qué quedamos... Que hay que descansar lo sabemos todos, pero el tema es cuánto. Tenemos claro que dormir pocas horas nos perjudica. ¿Y dormir mucho? El psiquiatra Manuel Serrano nos cuenta qué ocurre si nos pasamos

17 sep 2018 . Actualizado a las 16:45 h.

La discusión está ahí. Todos sabemos que dormir pocas horas tiene sus consecuencias, y conocemos las recomendaciones que fijan en ocho horas la cifra de sueño necesaria. Ahora bien, ¿y si pecamos por exceso? El jefe de psiquiatría del Chuac, Manuel Serrano, desmonta algunos mitos. El primero, el de identificar la cantidad con la calidad. «El consenso está en que se deben dormir entre 8 y 9 horas. Esa es la respuesta sencilla, porque es el parámetro general de la OMS, pero no es del todo cierto», señala. Es entonces cuando habla del término clave: la calidad. «Hay gente que duerme poco y bien, es decir, menos horas pero más profundo», sentencia. Dormir bien es completar las fases del sueño que necesitamos. «Hay personas que duermen 8 horas entre semana, pero que llega el sábado o el domingo y duermen otras 2 o 3 más. ¿Por qué? Porque lo necesitaban, necesitaban dormir las fases REM o MOR que no han dormido en los días previos. Eso es positivo, porque el sueño es un acto activo y necesario, por lo que es básico restablecerlo y recuperarlo», añade.

Llegados a este punto, ¿a cuánto le llamamos entonces dormir demasiado? La primera, en la frente. «Diez horas diarias no es un exceso. Para hablar de exceso tendríamos que superarlas, y estaríamos hablando de once, doce o trece horas todos los días de forma continuada. En el otro extremo, se considera defecto menos de 6. Y hay más personas con problemas por déficit que por exceso», indica Serrano. Pero quienes duermen más de diez horas han de saber que corren sus riesgos. «Por mi experiencia, la gente que duerme más de la cuenta desarrolla un leve trastorno cognitivo que afecta a la concentración y a la memoria. Se vuelven más lentos», explica el doctor, que no obstante aclara que hay enfermedades que cursan con trastornos del sueño, por lo que muchas veces más que ser el problema en sí, es un mero síntoma.

Así se descansa bien

Ahora que ya sabemos que descansar correctamente no es una cuestión de horas, cabe preguntarse qué es lo que hay que hacer para dormir bien. «Hay que hacer muchas cosas muy bien, llevar una vida organizada y muy bien planificada», apunta el experto, que diferencia grupos de edad a la hora de enfrentarse a la almohada: «La edad es muy importante. Un niño o un adolescente necesita dormir mucho más que una persona mayor, que cada vez duerme menos. El consenso está en que a la edad media, que está fijada en 45 años, se necesitan dormir entre 8 y 9 horas».

En un intento de planificarnos bien, el doctor nos da una serie de consejos. Lo primero es fijar la hora. «Está aceptado que a las 12 hay que cerrar velas», asegura, y hasta se atreve a opinar sobre el huso horario. «Por mi práctica diaria, que es extensa, puedo decir que la gente se queja mucho más del horario de invierno. La luz es muy importante», dice el psiquiatra, que no le quita hierro a lo que nos afecta el cambio cuando dormimos una hora de más o de menos: «es un cambio brusco que conlleva tres, cuatro o cinco días de adaptación». ¿Y la postura? «Siempre he pensado que la lateral es la mejor». Habrá que probar.

Los riesgos de excederse

1. Diabetes. Si se te pega la almohada de más y duermes once o doce horas a diario y de forma continuada, tendrás más riesgo de padecer diabetes de tipo 2 según un estudio de Quebec, Canadá. 

2. Enfermedades coronarias. El sueño excesivo indica que el cuerpo no está adentrándose lo suficiente en fase profunda, lo que implica que no descansamos lo suficiente y, por tanto, nuestro corazón está más cansado.

3. Trastorno cognitivo. El doctor Serrano aprecia que este tipo de pacientes desarrollan un leve trastorno cognitivo que afecta a su concentración y memorización, volviéndose visiblemente más lentos.