Carta de mil médicos y científicos a la ministra de Sanidad: «Las pseudociencias matan»

Raúl Romar García
R. Romar LA VOZ | REDACCIÓN

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Alertan de que estas pseudociencias ya no son solo practicadas por curanderos sino a veces por médicos colegiados y piden a Sanidad que actúe contra ellas

25 sep 2018 . Actualizado a las 08:41 h.

«Seamos claros: las pseudociencias matan». Contundente e inequívoco como pocas veces. Así empieza la carta abierta dirigida a la ministra de Sanidad que desde el domingo recorre la Red como un reguero de pólvora y que ya ha sido suscrita por más de 1.200 médicos y científicos de todo tipo de ámbitos. «No nos esperábamos una respuesta tan rápida, y seguro que va a más», explica Manuel Herrador, profesor de la Universidade da Coruña y uno de los promotores del manifiesto impulsado por la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas, el Grupo Español de Pacientes con Cáncer, la ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, el Círculo Escéptico, la Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad y FarmaCiencia.

Agua con azúcar (homeopatía) para tratar el cáncer, imanes para curar la hepatitis, imposición de manos para sanar, acupunturas contra la esclerosis múltiple... Son solo algunas de las pseudoterapias que han llevado, según se recoge en el manifiesto, «a la muerte a miles de personas solo en nuestro país, y lo siguen haciendo». Las recientes muertes de Mario Rodríguez o Rosa Morillo, que abandonaron su tratamiento convencional para combatir el cáncer por otras falsas terapias son solo un ejemplo.

En la misiva dirigida a la ministra los firmantes destacan la necesidad de leyes o controles «que eviten que algunos productos pseudocientíficos, como la homeopatía, se vendan de forma libre en las farmacias, a pesar de no tener ninguna eficacia y atentar contra los derechos de los enfermos». Denuncian la presencia de médicos colegiados que infringen el código deontológico «con el beneplácito de sus respectivos colegios médicos, quienes les permiten ofrecer pseudoterapias, llegando, en algunos casos, a tener comisiones propias dentro del colegio», así como la irrupción de intrusos no profesionales que, «de forma pública, evidente y notoria infringen la legislación de centros sanitarios» para ofrecer servicios y productos que van en contra de los derechos de los enfermos.

A los científicos y médicos ya no les vale la excusa de que España, por sí sola, no puede regular este tipo de prácticas. «No vale el argumento de que hay que regularlo desde Europa, porque nadie dijo que no pudiera hacerse desde aquí. En ningún lado está escrito que un país no pueda crear sus propias normas», expone Moisés Canle, decano de Ciencias de la Universidade da Coruña, que también respalda la iniciativa. «Las pseudoterapias no son más que un fraude, un timo», añade.

Coincide en el diagnóstico Manuel Collado, líder del laboratorio de Células Madre, Cáncer y Envejecimiento del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago. «No podemos tolerar -dice- que cualquier energúmeno sin escrúpulos o cualquier iluminado se lucre con las desgracias y los sufrimientos ajenos y ponga en peligro la vida de las personas delante de nuestras narices». Sobre la legislación precisa que «nada en la normativa europea protege las falsas terapias», pese a que admite que «tenemos muchísimos establecimientos y energúmenos operando abiertamente, haciendo proclamas falsas y peligrosas, que matan a gente y que se vanaglorian de ello».

«No nos lo merecemos»

La lucha contra estas prácticas también es el objetivo del Observatorio contra las Pseudociencias de la Organización Médica Colegial (OMC). Su coordinador, Jerónimo Fernández Torrente, comparte la filosofía de la carta, pero no la crítica que se realiza a la «laxitud» de los colegios médicos. «No es justa ni no nos lo merecemos -asegura-, porque se les ha olvidado el enorme esfuerzo que desde la OMC y desde los 52 colegios médicos de España se está haciendo para combatir las pseudociencias». «Nuestro posicionamiento -asegura- es muy claro, contundente y sin aristas: en ningún caso defendemos procedimientos que no estén basados en la medicina científica experimental, en la evidencia científica, y no estamos para nada de acuerdo en ocurrencias o en prácticas de la Edad Media. Es lo que hemos defendido y defendemos en todos los foros a los que asistimos y a los que se nos pide opinión».

Admite que aún existe algún colegio médico contado que cuenta con una comisión de homeopatía -ninguno en Galicia- y que hay facultativos homeópatas, la inmensa minoría, pero que no se puede actuar contra ellos hasta que reciban una denuncia previa por mala praxis. «Si a algún paciente le cambian un tratamiento basado en la evidencia científica por una pseudoterapia, lo animamos a denunciar», dice. Y reclama una normativa más contundente que acabe «con el limbo legal».