Fuentes del estado hebreo muestran su estupefacción por haber elegido a una ciudad que ha aprobado un boicot contra el «apartheid israelí»
07 dic 2016 . Actualizado a las 21:09 h.«Nos pone enfermos que el equipo tenga que venir y jugar a un lugar que está boicoteando al Estado de Israel, incluso aunque sea con una declaración», así se pronuncian representantes del gobierno israelí ante la elección de la sede para celebrar el próximo encuentro de clasificación para el Mundial entre la selección hebrea y La Roja el próximo 24 de marzo. «No tenemos claro por qué de entre todos los lugares, España ha tenido que elegir esta ciudad», añaden las mismas fuentes, anónimas, que cita la agencia de noticias YnetNews. «Asqueados», se definen portavoces del Ejecutivo.
Se trata de Gijón y el origen de la polémica está en la declaración aprobada en el pleno municipal el pasado mes de mayo con los votos a favor de PSOE, Xixón Sí Puede e Izquierda Unida y las abstenciones de PP, Foro y Ciudadanos. La propia alcaldesa, Carmen Moriyón, se mostró contrariada con el resultado de la votación en su momento, dijo que no tenía más remedio que asumirla pero que no tenía intención de desarrollarla. Las noticias en Israel se hacen eco también de las reticencias de la alcaldesa, pero temen que, con la llegada de la selección israelí se reproduzcan las protestas que ya se han mantenido en la ciudad, en varias ocasiones, contra actividades relacionadas con Israel o incluso grupos de artistas procedentes de este país. En mayo, el pleno declaró a la ciudad «libre del apartheid israelí» en protesta por sus actuaciones en los territorios palestinos ocupados.
La Federación de Fútbol de Israel ha tratado de templar ánimos, en todo caso, y según cita la agencia de noticias, sus portavoces han señalado que «no tenemos información ni explicaciones acerca de por qué España ha elegido celebrar el partido en Gijón. No necesitan nuestra aprobación, por supuesto. Las relaciones entre ambas federaciones son excelentes, no mezclamos el deporte con nada más».
En el último viaje a Albania protagonizado por la selección israelí las medidas de seguridad desplegadas fueron máximas a raíz de la detención de cuatro presuntos terroristas vinculados con el Daesh que pretendían atentar contra el equipo.