Artículo de opinión
14 ene 2021 . Actualizado a las 02:38 h.Sucede mucho cuando estoy fuera de Asturias y digo que soy de Gijón que alguien me pregunta: «¿allí hace mucho frío no?». Si no tengo ánimos suficientes para extenderme le contesto que sí, pero, en realidad, en Gijón el frío nunca es extremo y a esta ciudad hace ya bastantes años que la nieve no la visita. Aunque tampoco puedes esperar que en verano haga calor (de ahí surge la confusión), nunca afirmes «hoy no lloverá» y no te olvides de coger una chaqueta, que luego refresca.
Si eres capaz de asimilar estas nociones básicas, tu vida aquí será de lo más placentera. Un playu sabe vivir con la duda, la ha interiorizado e incluso se aprovecha de ella —lo que nos irrita, la novedad y lo pronto que la integramos.
El Sporting había colocado el dos a cero en el marcador, dos tantos más de un Djuka que a punto estuvo de llevarse el balón para casa, cuando el Fuenlabrada decidió pisar el acelerador. Desde el minuto cincuenta y cinco la primavera se adelantó para hacer acto de presencia en El Molinón. Y como bien dice el refranero popular: «Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo». Hubo tiempo para el disfrute y también para sacar el paraguas. Al final tres puntos que dejan al equipo con un margen de cinco respecto del séptimo clasificado. Los de Gallego han sobrevivido al temporal sin necesidad de solicitar la declaración de zona catastrófica.
Aquí no nieva, pero si nevara… bueno, daría igual. Quizá es que somos pocos. Quizá es que en el resto de España creen que en Gijón siempre nieva.
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