«Solo esperamos haber estado a la altura», aseguró la presentadora con la voz entrecortada por el llanto
26 jun 2020 . Actualizado a las 17:05 h.La temporada televisiva llega a su final con la llegada del verano y los presentadores estrella empiezan a dar el relevo a quienes los sustituirán durante su descanso. Este viernes le tocó a Ana Rosa Quintana presentar su último programa antes de las vacaciones y, al final del mismo, protagonizó una emotiva despedida entre lágrimas la que dejó escapar toda la tensión acumulada por haber estado cada día en directo durante la crisis sanitaria que ha dejado miles de muertos en España y cientos de miles en todo el mundo.
La presentadora aseguró: «2020 ha estado a la altura de ese refrán que dice que año bisiesto, año funesto. Hoy llegamos al final de la temporada, la más difícil y la que más nos ha exigido a las personas que hacemos este programa, pero fundamentalmente la que más ha exigido a la sociedad española en su conjunto. Solo esperamos que hayamos sabido estar a la altura. Gracias por dejarnos hacerles compañía, por informarles, por entretenerles. Estoy tan orgullosa de este equipo...».
Introdujo de este modo un vídeo que recopiló todo el trabajo que ha desarrollado el equipo del espacio durante una temporada sin precedentes y con el que también quería dar las gracias a los espectadores por haber seguido El programa de Ana Rosa.
En ese momento, a la presentadora se le quebró la voz y se le hizo difícil continuar hablando, mientras sus compañeros le aplaudían y lamentaban no poder abrazarla para infundirle ánimos.
«No ha sido fácil, pero esperamos haberles sido útiles. Ha habido días muy duros y este equipo ha estado a la altura saliendo a las calles cuando nadie se atrevía y con el miedo de poder volver a casa y contagiar a sus familias. Días en los que hablábamos de 900 muertos diarios, testimonios que se me van a quedar siempre», dijo en los segundos finales de programa, antes de dar paso al espacio de Sonsoles Ónega. «¡Pero vuelvo, eh¡», aseguró antes de comenzar oficialmente sus vacaciones.
El programa de Ana Rosa despidió así su 16.ª temporada con el mejor dato de audiencia de los últimos 12 años con 735.000 espectadores y un 18,7 % de cuota, dato que supone la mayor ventaja en trece años sobre Espejo público. El espacio de Telecinco fue líder cada día durante estos últimos meses.
«Cada día hemos contado las historias de los que sufrían y de los que lo superaban. Hemos estado a pie de calle, al lado de la gente; hemos ofrecido momentos de esperanza y hemos sido testigos del tesón y la generosidad de los sanitarios, los aplausos y la responsabilidad ciudadana -explica la presentadora en un comunicado de la cadena-. He compartido con los espectadores la impotencia y la rabia que hemos vivido durante esta crisis sanitaria, aunque siempre he intentado ofrecer también el lado más humano de esta pandemia».
Ana Rosa explica el papel de su programa durante el confinamiento: «Ha sido duro, pero aquí hemos estado para contarlo, para informar desde el lugar de los hechos, para pedir explicaciones, para exigir responsabilidades y para acompañar a más de 900.000 espectadores que nos han seguido cada mañana durante la pandemia. Nos hemos tenido que reinventar porque todo eran incertidumbres: arrancábamos el programa pendientes de las cifras de los fallecidos que no paraban de crecer, de las novedades del Gobierno que cambiaban nuestros hábitos de vida, preocupados por la salud de los compañeros y compartiendo el dolor de esas familias que estaban desconsoladas. Pero cuando se encendía la cámara yo estaba ahí tratando de sobreponerme a todas esas situaciones».
Renovó su contrato de larga duración
Hace unos días, Ana Rosa Quintana renovó su contrato de larga duración con Mediaset España. La presentadora conduce El programa de Ana Rosa en Telecinco desde el año 2005, y, a lo largo de su trayectoria profesional, ha recibido un Premio Ondas, ocho TP de Oro, dos Micrófonos de Oro, el Premio Eisenhower por la Libertad de Expresión, el Premio Mujer Hoy otorgado a las mujeres más sobresalientes de España, un Premio del Club Internacional de Prensa.
También ha sido el reconocida con el reciente Premio 8 de marzo de la consejería de la Mujer de la Comunidad de Madrid, entre otros. Ha sido condecorada además con la Cruz Blanca al Mérito Policial y nombrada Hija Predilecta de la ciudad de Sevilla.