La locura de Anabel Pantoja en «Supervivientes» por un cachopo

La Voz REDACCIÓN

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Anabel Pantoja Supervivientes
Anabel Pantoja Supervivientes

La sobrina de la tonadillera disfrutó de un plato asturiano en uno de los juegos de recompensa del programa

06 jun 2022 . Actualizado a las 18:33 h.

Uno de los platos más típicos de la gastronomía asturiana se convirtió el pasado domingo en el principal protagonista del debate de Supervivientes. En la última emisión de Supervivientes: Conexión Honduras, los concursantes se enfrentaron al juego de la subasta, que consistía en pujar por un lote desconocido, entre ellos un plato de cachopo con patatas y pimientos.

En el debate, los aventureros se enfrentaron a la subasta, una típica dinámica del concurso en la que los concursantes pujan por diferentes privilegios y premios. Si bien algunos tienen más suerte que otros, los concursantes pueden ganar algunas recompensas que les sirven para llenar el estómago u obtener grandes ventajas en el concurso.

La superviviente con más suerte fue Anabel Pantoja. Tras agenciarse el plato de cachopo con patatas, la sobrina de Isabel Pantoja rezó para que ninguno de sus compañeros lograra la ventaja del robo, la única manera con la que podría quedarse sin el codiciado plato típico asturiano. El robo apareció en la subasta y sus compañeros pujaron por él. Yulen Pereira fue el afortunado que se llevó la recompensa del robo y automáticamente Anabel puso mala cara al ver peligrar su plato de comida, razón por la que el concursante aprovechó para bromear.

Para sorpresa de todos, el campeón de esgrima escogió robarle la recompensa a Nacho Palau, lo que supuso dos puntos extra para Pereira en las nominaciones, dejando que Anabel se quedará con su plato de comida. A pesar de que Yulen Pereira tuvo la oportunidad de hacerse con el apetitoso lote de Anabel Pantoja, el concursante decidió protegerla de manera muy cómplice, gesto ante el que la sobrina de la tonadillera no daba crédito. Finalmente, Anabel Pantoja pudo celebrar su «victoria» en la subasta llevándose el cachopo y disfrutándolo en su playa.