Pere Aragonès destituye a Jordi Puigneró, vicepresidente y máxima figura de Junts en el Govern

La Voz AGENCIAS / EFE / COLPISA

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El vicepresidente catalán, Jordi Puigneró, en el centro, y el resto de consejeros de Junts, hoy, a su llegada al Palau de la Generalitat para la reunión del Gobierno convocada por Pere Aragonès.
El vicepresidente catalán, Jordi Puigneró, en el centro, y el resto de consejeros de Junts, hoy, a su llegada al Palau de la Generalitat para la reunión del Gobierno convocada por Pere Aragonès. David Zorrakino | Europa Press

El presidente intenta zanjar la crisis de Gobierno y argumenta una «pérdida de confianza en él». JxCat lo califica de «error histórico»

29 sep 2022 . Actualizado a las 10:37 h.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha anunciado este miércoles por la noche su decisión de destituir al vicepresidente del Govern y conseller de Políticas Digitales y Territorio, Jordi Puigneró, máximo representante de Junts en el ejecutivo catalán, por «pérdida de confianza» en él.

Aragonès ha comparecido pasadas las once de la noche desde la Galería Gótica del Palau de la Generalitat, tras una reunión extraordinaria del Govern esta tarde, que se ha alargado algo más de dos horas, y un posterior encuentro de más de tres horas del president con el secretario general de JxCat, Jordi Turull.

La pérdida de confianza se debe a que anoche Puigneró no le informó con antelación de la amenaza de Junts de pedir a Aragonès que se someta a una cuestión de confianza, por lo que el president lo ha cesado y ha pedido a sus socios de JxCat que escojan un nuevo nombre para sustituirlo. 

Junts per Catalunya, por su parte, ha tildado esta madrugada de «error histórico» el cese del vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, por parte del president Pere Aragonès, y ha afirmado que la decisión «pone en peligro la continuidad del proyecto independentista».

En un comunicado, la formación ha afirmado que la decisión de Aragonès «vulnera el acuerdo de Govern firmado entre los dos partidos y defrauda el mandato electoral del 14-F», a la par que ha expresado su apoyo a Puigneró por su labor en el ejecutivo catalán, «en todo momento impecable, leal y solvente».

JxCat reunirá este jueves a las 10.00 horas a su ejecutiva «para abordar el escenario político y tomar las decisiones que correspondan, siempre pensando en el progreso y el bienestar de los catalanes, y en conseguir la independencia como objetivo».

Según el comunicado, el secretario general de JxCat, Jordi Turull, ha trasladado a Aragonès que el cese de Puigneró es «un error histórico», en la reunión que han mantenido la tarde de este jueves en la Generalitat y que ha durado más de tres horas. 

«Compromiso» independentista

Puigneró ha reaccionado esta madrugada a su destitución y ha afirmado que lo pueden «cesar» del cargo, pero «lo que no cesará nunca», ha dicho, es su «compromiso» independentista. El presidente ha pedido a JxCat que, para sustituirlo, proponga a «alguien que ayude a cambiar la dinámica y rehacer las confianzas».

Desde Twitter, Puigneró ha publicado su primera reacción: «Me pueden cesar de vicepresidente. Lo que no cesará nunca es mi compromiso para trabajar por la independencia de Cataluña». Puigneró agradece, además, un tuit de apoyo difundido por el expresidente Carles Puigdemont, que sale en su defensa: «La lealtad que importa es la lealtad a Cataluña. Jordi Puigneró la ha demostrado siempre, y desde hace años. De algunos otros no podremos decir lo mismo cuando tengan que dejar el cargo».

El portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, ha expresado en los pasillos del Congreso el «máximo apoyo» a Aragonès, por haber relevado a Puigneró. Una decisión con la que, ha dicho, «se demuestra que a Esquerra Republicana no le tiembla el pulso».

Rufián entiende que su compañero de filas Pere Aragonès pasa por «momentos complicados» y que cuenta con el «máximo apoyo» por su parte. A su partido, ha reiterado, «no le tiembla la mano» a la hora de tomar decisiones, como de nuevo ha demostrado el presidente de la Generalitat. ERC está en Cataluña «centrado en la acción de gobierno, en ayudar a la gente, en gobernar por y para la gente».

Jornada frenética

Esquerra y Junts han afrontado este miércoles su enésima crisis de gobierno con una cuestión de fondo central para el soberanismo catalán: la futura estrategia secesionista de Cataluña. Pese a vivir abonados a la convulsión política constante, la última crisis en el Govern catalán no se ha limitado a una pugna interna más. Esta vez ha puesto a la coalición que forman Esquerra y Junts al filo del precipicio. El presidente catalán, Pere Aragonès, considera que su autoridad se ha visto cuestionada en uno de los momentos más delicados de la legislatura y ante la posibilidad de que sus socios de Ejecutivo lo enfrentaran a una moción de confianza. Por ello, este miércoles les ha lanzado un ultimátum: «O sois Govern o sois oposición».

El órdago llegó después de que el dirigente de los republicanos convocara una reunión de urgencia del Consell Executiu (el órgano de Gobierno autonómico) este miércoles a las cinco de la tarde en la que cuestionó uno por uno a cada conseller de los posconvergentes sobre su lealtad.

Tras la finalización de la reunión, Aragonès ha telefoneado al secretario general de Junts, Jordi Turull, y ya anunciaba que durante la noche habría una rueda de prensa. Paralelamente, los posconvergentes han convocado a su Ejecutiva de forma extraordinaria y se espera que anuncien su postura mañana jueves.

Los representantes de Junts, según informó la formación a través de un comunicado, mantuvieron una postura común. Además pusieron tres condiciones a Esquerra para continuar en el Govern: establecer una dirección de coordinación estratégica del independentismo, que la mesa de diálogo se centre exclusivamente en la autodeterminación y la amnistía, y que ERC y Junts se coordinen en el Congreso. Creen que no se estarían cumpliendo estos pactos y aseguraron, además, que no conocían la propuesta de cuestión de confianza lanzada el martes desde el grupo parlamentario posconvergente, que acabó por ser el detonante de la crisis. Solo estaba al tanto, trasladaron a Aragonès, el vicepresidente Jordi Puigneró.

Pero dentro de Junts también hay posiciones enfrentadas sobre si deben continuar en un Ejecutivo que, en su opinión, no da los suficientes pasos hacia la independencia. Conviven dos almas, por un lado el ala liderada por el secretario general, Jordi Turull, político de carrera y más pragmático que la facción que representa la presidenta de la formación, Laura Borràs, que desembarcó tras el referendo ilegal del 1-O y se ha decantado por una postura más radical, la de romper cualquier lazo con ERC.

«Vía canadiense»

En todo caso, sí que existe unanimidad en reclamar que haya una hoja de ruta «clara» para la secesión y que la mesa de diálogo que mantienen la Generalitat y Moncloa tenga como objetivo prioritario la amnistía de los fugados por el procès. Por ello desdeñan la propuesta de Esquerra formulada por Aragonès en el debate de política general del Parlament el pasado martes, la de enterrar la declaración unilateral de independencia y pactar un referendo de autodeterminación con Moncloa. El hecho de mencionar la «vía canadiense», que puso pausa a las sucesivas intentonas secesionistas de Quebec, escaló el nivel de enfado de los junteros.

Paralelamente, la propia Borràs, destituida en agosto como presidenta del Parlament tras ser imputada en una causa judicial en la que se le acusa de malversación, exigió a Aragonès «lealtad y generosidad». Lo hizo a lo largo de toda la tarde en los micrófonos de varios medios de comunicación catalanes. Terminó por darle la vuelta al ultimátum: «¿Si Esquerra no está cumpliendo los compromisos, por qué la pregunta no es si Esquerra sale del Govern?».

Todo ocurre con el quinto aniversario del referendo ilegal del 1-O a la vuelta de la esquina, el próximo sábado, y con actos conjuntos programados entre Junts y Esquerra.