Francia se resiste a abrir sus puertas a los inmigrantes de Lampedusa

Asunción Serena PARIS / E. LA VOZ

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Inmigrantes a su llegada al puerto de Lampedusa.
Inmigrantes a su llegada al puerto de Lampedusa. YARA NARDI | REUTERS

París endurece su discurso ante la campaña de la ultraderecha a las europeas

19 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, viajó ayer a Roma a instancias del presidente Emmanuel Macron. El motivo de esta visita relámpago y no programada es la masiva llegada de migrantes a la isla de Lampedusa. Oficialmente, el viaje del ministro tenía como objetivo conocer de primera mano las necesidades de Italia para hacer frente a esta nueva ola migratoria, pero también hay interés en saber quiénes son estas personas y de dónde vienen. Y es que, aunque la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pide a todos los miembros de la Unión Europea que arrimen el hombro y asuman la acogida de una parte de estos inmigrantes que han llegado a Lampedusa, Francia no está dispuesta a abrir sus puertas a cualquiera, sino solo a los que respondan a la condición de refugiados solicitantes de asilo.

«Si algunos cumplen los requisitos, Francia, igual que otros países, puede acoger a esas personas», comentó ayer Darmanin a la emisora gala Europe 1, al mismo tiempo que añadía que «Francia ya hace lo que le corresponde» y solo acogerá a nuevos inmigrantes «si cumplen las normas de asilo, si son perseguidos» en su país. «Si la inmigración es ilegal, entonces no. Francia no puede acogerlos», afirmó el ministro del Interior. En cambio, París se compromete a ayudar a Italia a controlar su frontera «para impedir que llegue más gente».

En el punto de mira de Gérald Darmanin no se encuentran solo esos hombres, mujeres y niños procedentes en su mayoría de África subsahariana, sino principalmente Marion Maréchal, vicepresidenta de Reconquista (el partido del ultraderechista Éric Zemmour) y cabeza de lista para las elecciones europeas del 2024.

Marion Maréchal, nieta de Jean-Marie Le Pen y sobrina de Marine Le Pen —actual líder de Reagrupación Nacional— se adelantó cuatro días al ministro del Interior en su viaje al país para mostrar su apoyo «a los italianos y a su Gobierno, abandonados por Europa». La vicepresidenta de Reconquista se desplazó hasta Lampedusa para denunciar la «política irracional» que lleva a prometer «un Eldorado que no existe».

Sondeos a favor

Maréchal insistió en que los inmigrantes que han llegado a Lampedusa no se quedarán en Italia, sino que irán a otros países de Europa, «en una semana parte de ellos estarán en Francia», atraídos por «el derecho de suelo, la reagrupación familiar, una política especialmente generosa de ayudas sociales y de facilidad de acceso a la nacionalidad». La cabeza de lista de Reconquista prepara así el terreno de cara a las elecciones europeas, avalada por los sondeos, como el publicado la semana pasada por Le Figaro. En esta encuesta, una mayoría de franceses expresa su deseo de que el Gobierno endurezca la política migratoria: el 81 % quiere que el Parlamento vote cada año una cuota de acogida de inmigrantes, el 75 % pide la celebración de un referendo sobre el tema de la inmigración, mientras que el 73 % desea que los que piden asilo lo hagan desde su país de origen.