Los coches de los Alcántara

Por Alejandro Mínguez

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Desde el año 1969 hasta el 2001, la famosa familia televisiva fue propietaria de ocho turismos: un Seat 800, un 850 y un GS break de paquete, un Mercedes w114 importado de segunda mano, un eterno Citroën BX, un moderno BMW E28, un Jeep todoterreno y un fugaz Mercedes clase S.

11 dic 2023 . Actualizado a las 13:29 h.

La serie de televisión Cuéntame cómo pasó sirvió a muchos espectadores como repaso histórico a través de la ficción desde 1968, pero también fue una forma de recordar el parque móvil español de las últimas décadas.

Fueron centenares los coches protagonistas de los 413 episodios que aparecieron a lo largo de las 23 temporadas en emisión y más de dos décadas en pantalla, imposibles de describir en un único reportaje. No obstante, sí resulta más sencillo repasar los ocho turismos que la familia Alcántara tuvo a lo largo de la serie que llegó en noviembre a su fin.

Todo lo relacionado con el mundo del motor fue bastante fiel a la realidad, aunque hubo algunos detalles poco rigurosos y diferencias entre los años de fabricación y matrícula de los modelos que aparecían en la serie, o la aparición de pegatinas de la ITV en fechas en las que no existía este servicio.

El protagonista y patriarca de la familia se reconocía aficionado al mundo del motor, aunque en los inicios de la serie no tenía ni coche ni carné de conducir. Soñó con muchos modelos que inicialmente no pudo comprar, aunque ,a medida que las cosas le iban bien, los modelos de su propiedad crecían en lujo y precio.

El primer coche que condujo Antonio Alcántara en 1969, tras sacar, no sin esfuerzo, el permiso de conducción fue un Seat 800 verde oscuro, la versión cuatro puertas del mítico Seat 600, en el que viajaban 5, 6 o las personas fuesen, al no existir gran control en aquella fecha y ser habitual el exceso de pasajeros en los precarios vehículos. Fue un regalo de la familia al patriarca, comprado de segunda mano. Lo tuvieron durante escasos dos años y acabó con pintadas de «ladrón» y destrozado tras la estafa en la que se vio envuelto Antonio en la constructora Nueva York y que constituyó su primera ruina personal. Se quedó durante un tiempo sin vehículo propio. Del 800 se fabricaron poco más de 18.000 unidades de forma casi artesanal y fue un coche poco frecuente que no tuvo homólogo italiano en Fiat.

La segunda compra fue un Seat 850, color granate, nuevo, «de paquete», que permanecería cuatro años en la familia de ficción, desde 1970 a 1974, cuando se recuperó la economía familiar. Sufrió algún accidente por culpa de las actividades políticas del hijo mayor, Toni, e incluso cambió de color, a gris, por esta cuestión, ya que tras cogerlo de forma clandestina y darle un golpe lo repararon de madrugada en un taller de un amigo y no tenían el color original del coche, por lo que lo pintaron de otro. A lo largo de ocho años de producción salieron a la calle más de 650.000 unidades de este modelo y se convirtió en un coche muy popular.

En tercer lugar llegó un glamuroso francés, un Citroën GS break, beis, también nuevo, que estuvo nueve años en la familia y que pasó de ser coche principal a segundo utilitario dos años después de la compra. Tuvo dos matrículas distintas, en función de la temporada, sin una causa aparente.

El cuarto coche de los Alcántara ya fue un Mercedes Benz, azul oscuro, comprado en un multiventa de importación, con carrocería w114, que estuvo de 1976 a 1982 con la familia, hasta que acabó siniestro total en un accidente de tráfico de Antonio con la que era su amante, Paz. Fue propiedad de la familia en dos ocasiones, ya que tuvieron que venderlo en un momento de crisis económica, por la quiebra del Banco de Granada, donde tenían sus ahorros, pero Antonio lo volvió a comprar cuando se recuperaron del bache y su poder adquisitivo se lo permitió de nuevo. Un vehículo de lujo, que circulaba poco por la España de la época, aunque luego fueron muchos los emigrantes españoles que se los trajeron de Centroeuropa.

El quinto coche de la televisiva familia fue un Citroën BX rojo, que tomaba el relevo del GS y que fue el coche que más tiempo estuvo con los Alcántara, desde 1983 hasta el final de la historia principal, en el 2001, nada menos que 18 años. Sufrió varios accidentes, se lo regalaron al hijo menor, Carlos, que también lo accidentó, y regresó a manos de Merche cuando Carlos se fue a vivir a Estados Unidos. Estuvo rotulado como coche de empresa de la bodega de Antonio, en Sagrillas. El modelo, por la matrícula, tendría que ser de la primera serie, con los intermitentes delanteros amarillos, aunque el que aparecía en pantalla era el de la segunda serie, con ellos transparentes. Se fabricaron más de dos millones de unidades en los doce años que estuvo en producción.

La sexta unidad fue un BMW E28, blanco, que en 1986 recibió Antonio como regalo de sus hijos, tras el fallecimiento de Miguel, su hermano, pero que acabaría accidentado en 1990, cuando lo conducía Merche. Un coche escaso en las carreteras españolas, que era la segunda generación del Serie 5 y que se fabricó entre 1981 y 1987.

El séptimo sería un Jeep Wrangler, negro, que también recibiría Antonio como regalo del hermano de la que fuera su amante como pago por una operación económica de venta de uva. Sería el único de los coches de la familia todoterreno y con matrícula de fuera de Madrid, concretamente de San Sebastián.

El último coche de la familia apareció en el penúltimo episodio, emitido el 22 de noviembre del 2023. Un imponente y fugaz Mercedes Benz de la clase S, del año 2001, azul oscuro, con el que se desplazó la familia desde el barrio madrileño de San Genaro a la localidad albaceteña de Sagrillas para celebrar la boda de la hija menor, María. De este coche no hubo referencias en cuanto a la compra, como sí había sucedido con los siete precedentes. En el último episodio, del 29 de noviembre, Antonio Alcántara no sale de Sagrillas y no se le ve a los mandos de ningún coche.