Sánchez y Feijoo condenan que Abascal hable de «colgar de los pies al presidente»

Redacción LA VOZ

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Milei con Abascal.
Milei con Abascal. TWITTER @VOX_ES | EUROPAPRESS

El PSOE exige al PP que rompa sus pactos de gobierno con Vox

12 dic 2023 . Actualizado a las 09:10 h.

La tormenta por las palabras de Santiago Abascal en Argentina el pasado fin de semana, de que habrá un momento en el que el pueblo querrá «colgar de los pies al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez», por hacer cualquier cosa para mantenerse en el poder, ha provocado que PP y PSOE coincidan en sus críticas al líder de Vox.

Mientras el presidente del Gobierno, ayer por la mañana en la presentación de su libro Tierra firme, calificó de «gravedad extraordinaria» las palabras de Abascal, el líder de los populares, Alberto Núñez Feijoo, las condenó y responsabilizó a Vox de hacer el «juego» a Sánchez y su estrategia de «dividir» España a través de «un muro». «No tenemos nada que ver con estos pronunciamientos, los lamentamos y es un juego a la estrategia de Sánchez de construir un muro desde el Gobierno que le viene bien a Vox», dijo el expresidente gallego.

Sánchez manifestó que lo afirmado por Abascal «no se trata de un lapsus», sino de que quieren inocular el odio y pidió a Feijoo que reflexione sobre su relación con Vox. «Intentan convertir a nuestro país en un país enfrentado. [...] Este señor iba a ser el vicepresidente del Gobierno y eso tiene que hacer reflexionar al señor Feijoo. Porque Vox es lo que es porque el PP le ha abierto la puerta a los Gobiernos. Y aquí hay una polarización asimétrica. Hay insultadores e insultados», apuntó.

Borja Sémper, portavoz del PP, calificó a Vox de «colaborador necesario» del Ejecutivo. «El señor Abascal siempre sale en defensa del Gobierno cuando está en apuros y le da un balón de oxígeno. No se puede hablar en esos términos», insistió.

«Incitación al odio»

La polémica generada por Abascal ha servido para ahondar en el distanciamiento de su partido con el PP después de que la semana pasada anunciase la ruptura de las relaciones con los de Feijoo a nivel nacional. Ayer, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, lejos de suavizar el exabrupto de su jefe de filas, incidió en que el líder de la formación no va a retractarse, porque lo único que hizo fue «recordar la suerte de muchos dictadores [que fueron colgados]; eso no es odio, es historia», adujo, tratando de corregir a la ministra María Jesús Montero, quien calificó la expresión de Abascal de «incitación al odio».

Garriga también arremetió contra los populares. Los acusó de «arrugarse» ante el PSOE y de ser su «marca blanca», e interpretó que el hecho de que el PSOE haya emplazado al PP a condenar las declaraciones de su socio y romper sus acuerdos de gobierno en comunidades (Castilla y León, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia y Extremadura) y municipios es señal de que lo están haciendo «bien».

Se trata de un «intento de victimización del PSOE» en una «polémica artificialmente ampliada», valoraron los populares.

El PSOE consideró tibia la condena del PP y le exigió que rompa los Gobiernos de coalición con Vox. El domingo, la ministra portavoz, Pilar Alegría, calificó las declaraciones de Abascal de violencia y barbaridad, y el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, arremetió contra él: «Va a la toma de posesión de Milei, se junta con Orbán y vomita amenazas contra el presidente del Gobierno. Es el retrato de un totalitario que ha cruzado todos los límites».

Sumar se adhirió sin ambages a las críticas a Abascal. «Alguien que fomenta la violencia no puede seguir ni un minuto más gobernando nuestras instituciones». «La gran responsabilidad es del PP», apuntó Ernest Urtasun.