Una mujer española de 65 años puede esperar vivir otros 22 años más

La Voz

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MALENA FERNÁNDEZ

España se mantiene en cabeza de esperanza de vida en la Unión Europea, pese a bajar como consecuencia de la mortalidad por el covid y, también, por el efecto de las olas de calor

15 dic 2023 . Actualizado a las 16:18 h.

España fue en el 2022 el país de la Unión Europea (UE) con la mayor esperanza de vida, una posición que ya ocupaba antes de la pandemia, y eso pese al ligero descenso constatado el pasado año hasta los 83,2 años, frente a los 83,3 años del  2021. En un análisis sobre la situación sanitaria en los países de la UE y Noruega, publicado este viernes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señala que tras España, los países con mayor esperanza de vida en el 2022 eran Suecia (83,1 años), Italia (83), Luxemburgo (83) y Malta (82,7). La media era de 80,7.

La esperanza de vida en España, que era de 84 años en el 2019, el año anterior a la crisis sanitaria del covid, sufrió un bajón severo hasta 82,4 años en el 2020, directamente relacionado con los efectos de la pandemia. Se recuperó de forma notable hasta 83,3 años en el 2021, pero en el 2022 de nuevo experimentó una caída, aunque muy leve.

Uno de los expertos de la OCDE responsables del análisis ha explicado a Efe que una parte de esa caída del pasado año se debió de nuevo a la mortalidad por el covid, pero hay más razones, y en particular el efecto de las olas de calor.

Una mujer española de 65 años puede esperar vivir otros 22,4 años, lo que significa 1,4 años más que la media en la UE. Para los hombres, la esperanza de vida a los 65 es de 18,4 años, uno más que la media. Además, tanto los hombres como las mujeres de España pueden esperar pasar una mayor proporción de sus vidas después de los 65 años sin discapacidad, si se comparan con el conjunto de la UE.

Las diferencias en la esperanza de vida entre grupos con distinto nivel socioeconómico (teniendo en cuenta los estudios y los ingresos) son significativas en España, pero menores si se comparan con lo que se observa en otros países europeos. Para los hombres de 30 años, esa diferencia entre los que tienen niveles de educación superiores e inferiores era de alrededor de cuatro años en en 2020, y de tres para las mujeres. Eso se debe en parte a factores de riesgo relacionados con los hábitos, como el tabaquismo y el consumo de alcohol. De hecho, el 31 % de las defunciones en España en el 2019 se atribuyen a esos factores de riesgo de comportamiento. Es claramente inferior al 39 % de media europea, sobre todo por un porcentaje mucho menor de muertes relacionadas con la alimentación (10 %, en lugar del 17 %). La situación es más pareja en lo que se refiere al tabaquismo (16 % en España, frente al 17 % en la UE), el alcohol (5 %, frente al 6 %), la contaminación atmosférica (3 %, frente al 4 %) y la poca actividad física (2 %, frente al 2 %).