«Esto no es Suecia» y las grandes farsas de la crianza perfecta

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AGENCIA TRAFALGAR | EUROPAPRESS

La serie de RTVE Play,  un relato muy particular y cargado de humor de lo que implica tener hijos, se ha convertido en una de las revelaciones de la temporada

31 dic 2023 . Actualizado a las 09:25 h.

Superada esa fase de pura supervivencia, hay un punto en que los padres intentan recolocarse y buscan su propio hueco. Hay a quien le da por correr y quien se pone a vender alfombras. Esto último es lo que hace la protagonista de Esto no es Suecia, una de las revelaciones de la temporada. El espectador entra en su peculiar familia en un momento convulso: cambio de roles en la pareja, mudanza al extrarradio y un nuevo colegio para cumplir los ideales de la nueva crianza. Mariana (Aina Clotet) vuelve a trabajar y Samuel (Marcel Borràs) se ocupa de los niños, compartiendo crianza como harían los nórdicos, ese referente idealizado que marca cada uno de los pasos de la pareja. Pero Lía, esa hija mayor a la que interpreta un pequeño monstruo de la interpretación llamado Valentina Sanvisens (habrá que quedarse con el nombre), no parece estar muy por la labor de ninguno de los cambios. Y a partir de ahí, puede pasar cualquier cosa. Todo cabe en un relato surrealistamente creíble y, seguro, basado en muchos hechos reales.

La trama está cargada de los miedos, ansiedades y dudas que asaltan a los que no quieren fallar en ninguno de los pasos que dan con sus hijos. Cada episodio arranca con una sesión de terapia grupal en la que los padres del barrio comparten sus frustraciones. Salen a relucir, casi sin querer, algunas de las grandes mentiras de esa educación perfecta que tritura familias y convierte a los menores en pequeños tiranos del aquí y ahora. Aparecen, también, esos padres que cambian la competición por publicar en redes la mejor foto de las vacaciones por la de tener el hijo más feliz del mundo. En cada instante. Adultos que ocultan que ellos hacen muchas de las cosas que no dejan hacer a sus hijos. Y que tragan con desprecios mientras ellos se esfuerzan en explicarlo todo de manera sensible y emocional para evitar que una mínima lágrima asome por el rabillo del ojo de una de sus criaturas. Todo esto, y mucho más, lo explota la serie de RTVE Play en un relato divertido, atrevido y lleno de sorpresas. Un relato apto y disfrutable incluso para espectadores sin hijos.