El PSOE y Bildu consuman su alianza con la investidura de Asiron en Pamplona

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

Joseba Asiron, con el bastón de mando en el balcón del ayuntamiento y la plaza llena de gente.
Joseba Asiron, con el bastón de mando en el balcón del ayuntamiento y la plaza llena de gente. Villar López | EFE

El candidato aberzale logró quince votos a favor, ocho de su partido, cuatro del PSN, dos de Geroa Bai y uno de Contigo-Zurekin, frente a los once de UPN y el PP, que afea a Sánchez que «lleve cuatro años blanqueando» a los de Otegi

28 dic 2023 . Actualizado a las 20:58 h.

«Este es mi chupinazo». Con esta expresión alusiva al cohete que anuncia el comienzo de los Sanfermines, manifestó su satisfacción Joseba Asiron al salir al balcón del Ayuntamiento de Pamplona tras recuperar la alcaldía para saludar a sus seguidores que llenaban la plaza después de triunfar la moción de censura con los 8 votos de su partido, EH Bildu, los de 4 ediles socialistas, 2 de Geroa Bai, y uno de Contigo-Zurekin. Estas dos últimas formaciones entrarán en el Gobierno local, no así el PSN. En total 15 apoyos, frente a los 11 de PP y UPN. Esta última pierde a Cristina Ibarrola como regidora.

El debate de la moción transcurrió en un pleno bronco y con gran expectación, dentro y fuera del consistorio, en Navarra y en España, en el que hasta se polemizó de modo acalorado por los minutos de intervención de los protagonistas. Ibarrola insistió en la «traición» que suponen los votos del Partido Socialista Navarro a Bildu para «mantener el sillón» a Pedro Sánchez y dudó de que sea «ética ni moral» la fórmula para hacer alcalde a Asiron y apearla a ella del cargo. El presidente de Unión del Pueblo Navarro, Javier Esparza, llevó sus críticas al marco de la UE. Según él, esta «debiera reprobar» a Sánchez, pues «ningún país de Europa puede tener un presidente que pacte, acuerde y aúpe a las instituciones a una formación política dirigida por un terrorista condenado por terrorismo como Arnaldo Otegi», señaló.

Contundencia sin ataque

s

La socialista Marina Curiel justificó la moción por un «ejercicio de responsabilidad» de «ámbito local» contra la «acción política prepotente, unilateral y opaca» de Ibarrola. Carlos García Adanero (PP) afeó a Sánchez que «lleve cuatro años blanqueando» a EH Bildu. Mikel Armendariz (Geroa Bai) pidió no caer en descalificaciones y Txema Mauleón (Contigo-Zurekin) calificó el día como «histórico para Pamplona».

Una vez que Asiron prometió el cargo, expresó su «compromiso con la búsqueda de consensos, hizo un llamamiento a rebajar la intensidad de los insultos y descalificaciones y se mostró dispuesto a «dialogar» con Ibarrola. Espera «una oposición contundente», pero eso no se puede confundir con ataques personales», puntualizó después de que la apeada de la alcaldía dijera que lo hace responsable de lo que le ocurra porque no llevará escolta. El regidor situó como prioridad que no haya personas durmiendo al aire libre, al ser preguntado por los gritos de «independencia» que se oían.

También la ministra portavoz, Pilar Alegría, pidió a Feijoo y a UPN que dejen la política del «señalamiento» y el «insulto», y remarcó que esta moción no tiene «traslación a otros territorios». La titular de Vivienda, Isabel Rodríguez, la rebajó a categoría de «anécdota». «El pacto ya es pasado», sostuvo Ramón Alzórriz, secretario de organización del PSN, que aspira, dijo, «a liderar el futuro Ayuntamiento de Pamplona».

«Fregar escaleras»

La ya exalcaldesa proclamó que ella «nunca apoyaría a EH Bildu a cambio de nada, pase lo que pase. Prefiero fregar escaleras». El PSOE, Sumar y la exministra de Igualdad Irene Montero arremetieron contra ella por «clasista». «Nosotros preferimos no ser unos clasistas», reaccionó el PSOE. Sumar recordó que las mujeres que limpian escaleras desempeñan una tarea social fundamental. Íñigo Errejón (Más País) afirmó que «limpiar escaleras es digno. Ser esta señora, menos. Agur, clasista». Montero apuntó que «si no se friegan escaleras, se para el mundo». «Es clasismo y es machismo», zanjó.

Vítores al nuevo regidor y «agur UPN, agur» en una plaza abarrotada

Una plaza consistorial abarrotada celebró con vítores la elección de Joseba Asiron (EH Bildu) como nuevo alcalde de Pamplona. Los numerosos asistentes comenzaron a llegar una hora antes de que se iniciara el pleno y cuando conocieron el resultado de la votación de la moción de censura aplaudieron y gritaron «Asiron, Asiron».

La música y la fiesta invadieron la plaza con gaiteros y la charanga Malatxo, aunque los organizadores de la concentración habían repartido octavillas en las que invitaban a despedir «a UPN con un silencio ensordecedor», lo que cumplieron cuando llegó al ayuntamiento el presidente de UPN, Javier Esparza.

Los únicos instantes de tensión de la jornada se produjeron cuando un reducido grupo de manifestantes con banderas navarras y españolas entonaron el grito de «Asiron, fuera del sillón» y «Chivite, marioneta de ETA», a lo que el resto de la plaza respondió «independencia» y «UPN fuera». Aun así, el ambiente festivo predominó durante toda la mañana. El momento más emocionante para muchos fue cuando el nuevo alcalde, Joseba Asiron, salió al balcón del ayuntamiento, acompañado por todo su equipo de gobierno, a saludar a la multitud que los ovacionaba. Asiron besó la vara de mando en más de una ocasión y la ofreció a la plaza, recoge Efe.

Abucheos a UPN y PP

Mientras Ibarrola intervenía en el pleno, la plaza la saludaba con las manos cantando «Agur, UPN, agur», gesto que se produjo cuando, al término de la sesión, la ya exalcaldesa salió del edificio flanqueada por una amplia representación de UPN y fue recibida por los aplausos de varios simpatizantes que se acercaron a apoyarla, mientras se escuchaban unos pocos pitidos del resto de la gente que la saludaba con las manos. Más abucheada fue a su salida la representación del PP, Carlos García Adanero, Sergio Sayas, y el presidente del partido en Navarra, Javier García.

En la otra cara de la moneda, cuando salió a la calle el equipo de Bildu fue envuelto en una gran ovación. Los representantes del PSN fueron recibidos con tímidos aplausos, lo cual es un gran cambio pues en anteriores ocasiones tenían que salir escoltados.