Feijoo se lanza a por el votante de Vox

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El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo.
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo. A. Pérez Meca | EUROPAPRESS

El año 2024 comienza en un ambiente de máxima crispación política

07 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La semana (y el año) comenzó en medio de la máxima crispación política, con la celebración en Nochevieja ante la sede nacional del PSOE en la calle Ferraz de una piñata en la que el objeto a apalear era una muñeco que representaba a Pedro Sánchez. Los responsables de estos hechos colgaron del cuello el monigote y se dedicaron a apalearlo en medio de insultos al presidente del Gobierno y también al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. En este último caso, por el hecho de que la policía impidió el paso a las inmediaciones de la sede socialista de Ferraz de un camión con material con el que los organizadores pretendían hacer un montaje para celebrar las campanadas. El PSOE consideró que se trataba de un delito de odio, a pesar de que fuentes jurídicas aseguran a La Voz que los hechos no encajan en ese tipo delictivo porque este debe cometerse sobre colectivos especialmente vulnerables.

Condena de los actos

El PSOE pide más firmeza. El PP condenó la piñata contra Sánchez, pero recordó que los socialistas aprobaron la toma en consideración de una proposición de ley para acabar con el delito de injurias a la Corona cuando se han quemado imágenes del rey Felipe VI y del líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, sin que el PSOE los condenara. Detrás del energúmeno acto de la piñata se encuentra la organización Revuelta, en la órbita de Vox. Los socialistas cargaron sin embargo contra el PP por no condenar lo ocurrido con más firmeza y sin poner un «pero» detrás. Lo cierto es que comenzar el año de esa manera anuncia ya el grado de crispación que se puede acabar dando en esta legislatura, que promete máximo enfrentamiento y falta de acuerdos entre el Gobierno y el PP.

Giro de Feijoo

A por el voto de Vox. Las divergencias entre el PP y el Gobierno surgieron también tras la enmienda de los populares a la ley de amnistía impulsada por el PSOE. En esa enmienda a la totalidad se propone la disolución de partidos que promuevan referendos de independencia o declaren la secesión de una parte de España. La propuesta se enmarca en un giro táctico del PP que, una vez fagocitado el voto de Ciudadanos, pretende atraerse al electorado de Vox con propuestas de máxima firmeza contra los independentistas. Los populares han llegado a la conclusión de que será casi imposible alcanzar la presidencia del Gobierno mientras Vox siga atrayendo a una parte importante del electorado de derechas. Lo ocurrido en las pasadas elecciones, en las que el PP y Vox se quedaron a cuatro escaños de la mayoría absoluta, vendría a ratificar esta tesis. Con la propuesta del PP, que será rechazada en el Congreso por la mayoría de investidura, Junts y ERC quedarían disueltos en caso de volver a impulsar un referendo de independencia. Por tanto, la enmienda es más una declaración de intenciones que un intento real de que se apruebe la propuesta. El Gobierno se tomó su tiempo para reaccionar a la enmienda a la totalidad del PP. Y lo hizo acusando de cinismo a los populares por plantear la disolución de Junts después de haberse sentado con este partido para sondear la una investidura de Núñez Feijoo.

Pinza PP-JUnts

Decretos del Gobierno. La posición de máxima firmeza contra el independentismo que plantea el PP en el comienzo del año deja claro ese giro, que continuará con otras propuestas que pueden seducir al votante de Vox menos ideologizado. Esa estrategia complica sin embargo la posibilidad de que el PP llegue a acuerdos puntuales con Junts en el Congreso para hacer caer algunas de las propuestas del Gobierno en vista de lo ajustada que es la mayoría que aglutina el PSOE, que es de 179 escaños, frente a los 171 que suman el PP, Vox y UPN. El apoyo de los siete diputados de Junts a cualquier cosa que plantee el bloque de derechas dejaría al Gobierno en minoría y haría que esa propuesta no prosperase. Algo así parece difícil, pero podría producirse esta misma semana si Junts mantiene su voto negativo a los tres reales decretos presentados por el Gobierno, a los que los de Puigdemont han anunciado su voto en contra.