Vox busca que su diputado fiel siga como presidente del Parlamento balear

Carlos Peralta
C. Peralta REDACCIÓN / LA VOZ

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El presidente del Parlamento balear, Gabriel Le Senne.
El presidente del Parlamento balear, Gabriel Le Senne. Isaac Buj | EUROPAPRESS

El PP insiste en que esta crisis no afecta al Ejecutivo de Marga Prohens

01 feb 2024 . Actualizado a las 21:53 h.

Gabriel Le Senne, presidente del Parlamento de Baleares, no está dispuesto a dejar de serlo. El diputado de Vox fue expulsado el lunes del Grupo Parlamentario. Una circunstancia que, dado el Reglamento de la Cámara autonómica, conlleva el cese de todos sus cargos. Sin embargo, el político mallorquín aseguró ayer en el medio balear Última Hora que «la cuestión jurídica no está tan clara» y pedirá un informe a los servicios jurídicos del Parlamento que valide si debe dimitir. La Mesa cuenta con cinco diputados. Dos del PSIB-PSOE, otros tantos del PP y el propio Le Senne. «Confío en que la mesa me dé su apoyo. Solo se trata de pedir informes jurídicos para actuar conforme a derecho. Estoy en ello. Voy a hablar con todos», remarcó Le Senne, que se reunió ayer en una cafetería con Iago Negueruela, portavoz socialista en el Parlamento balear.

Le Senne afirma que sigue las directrices del comité ejecutivo nacional de Vox. Los ocho diputados que obtuvo la formación tras el 28-M se dividieron el lunes en tres facciones: los cinco diputados enfrentados con la directiva nacional que se mantienen en el Grupo Parlamentario, los dos expulsados del citado grupo por su afinidad con Santiago Abascal y un tercero, Francisco Cardona, que renunció a sus cargos en Vox en octubre y es desde entonces un diputado no adscrito.

El desencuentro en el seno de Vox Baleares inquieta al secretario general del partido, Ignacio Garriga. El también diputado catalán estimó en RNE que el Gobierno insular, formado por el PP con el apoyo parlamentario de Vox, «afronta una legislatura incierta porque está al albur de las decisiones de cinco personas que han demostrado que exclusivamente se mueven por ambiciones personales». Garriga anunció el lunes que los cinco diputados que expulsaron del Grupo Parlamentario a dos de sus compañeros serán, a su vez, cesados como integrantes de Vox. Uno de ellos, Sergio Rodríguez, garantizó al Partido Popular la estabilidad del Gobierno autonómico. Además, remarcó que ni él ni los demás políticos que forman ahora el Grupo Parlamentario tienen la intención de abandonar Vox. E, incluso, Rodríguez se mostró abierto a un reencuentro con la dirección nacional: «Salvo la muerte y los impuestos todo tiene solución en esta vida». El Partido Popular cuenta con 25 escaños en el Parlamento autonómico y la mayoría absoluta se sitúa en 29, por lo que los cinco políticos críticos con la directiva nacional de Vox podrían bloquear sus iniciativas.

Tranquilidad popular

Los populares, por su parte, no consideran viable que caiga el Ejecutivo liderado por Margalida Prohens. «Quiero señalar que se trata de unas disputas internas que afectan a Vox, que se producen en el seno del Parlamento balear, no en el seno del Gobierno de las Islas Baleares y que, por lo tanto, no afectan ni al Gobierno ni a la gobernabilidad», remarcó Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso.

La presidenta balear, Mardalida Prohens, pidió a su socio parlamentario que solucione sus discrepancias internas. «Vamos hablando con todos y pedimos lo mismo que les solicitamos en público, que se resuelva la situación que es una crisis interna de Vox», remarcó la jefa del Ejecutivo balear. «Yo, dentro de una crisis interna de un partido político que no es el mío, no tengo nada que decir, sino solo hacer un llamamiento a la responsabilidad», sentenció Prohens.