El PP veta en el Senado la senda de estabilidad y retrasa los Presupuestos

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID / LA VOZ

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Montero acusó a los populares de hacer de la cámara un «fortín» partidista

08 feb 2024 . Actualizado a las 09:18 h.

Nuevo capítulo de la convulsión que define esta recién nacida legislatura. Paralelamente a la tensa sesión que, otra vez a cuenta de la ley de amnistía, se vivió en el Congreso, este miércoles el pleno del Senado fue el cuadrilátero en el que PP y PSOE escenificaron sus diferencias irreconciliables. No hubo sorpresas en el duelo a garrotazos verbales. Así, tal y como los populares ya habían avanzado, hicieron valer su mayoría en la Cámara Alta para vetar la senda de estabilidad —los objetivos de deuda y déficit públicos— sobre la que debían diseñarse los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el 2024, que ahora se retrasarán al menos un mes más, el tiempo que tiene el Ejecutivo para presentar una nueva senda ante la cámara.

Como ya hiciera el 10 de enero en el Congreso, el PP se resistió a respaldar la senda de consolidación fiscal del Gobierno, que fijaba para este año embridar el déficit al 3 %, si Hacienda no daba más autonomía a las comunidades (límite de déficit de una décima), compartiendo el margen de gasto que se reserva la Administración central. También reclamaba al Ejecutivo otras medidas fiscales, como mantener la rebaja tributaria de luz y gas, extender el IVA reducido a la carne, el pescado y las conservas o deflactar el IRPF para ingresos inferiores a los 40.000 euros.

Sin embargo, el Gobierno no se movió de sus posiciones y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, abrió fuego desde la tribuna a primera hora de la mañana. Acusó a los populares de querer convertir el Senado en un «contrapoder» al Congreso, en un «fortín» a su servicio y de hacer de la cámara de representación autonómica un uso «partidista». Además, les afeó que usasen su mayoría «para perjudicar» a comunidades y ayuntamientos, algo que tachó de «sinsentido».

Recordó, como ya había anunciado en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), que de no aprobarse la senda de estabilidad presupuestaria, el escenario sería peor para las administraciones territoriales, pues tendrían aún menos margen financiero, al volver a regir los objetivos remitidos a Bruselas en abril, que eran un punto de PIB más restrictivos.

Montero promete Presupuestos

En cualquier caso, Montero desafió a los de Núñez Feijoo asegurándoles que «se equivocan» si piensan que su veto impedirá aprobar los PGE para este año.

El senador popular Gerardo Camps fue el encargado de defender la postura contraria de su formación, argumentando que no querían ser «cómplices» de la deriva de Pedro Sánchez, al frente de un Gobierno maniatado por los independentistas. De hecho, subrayó que «quien manda [en esta legislatura] son los señores Otegi, Ortúzar y, muy especialmente, el señor Puigdemont, prófugo de la Justicia española y residente en Waterloo, que desde allí decide lo que se puede hacer aquí».

«Los españoles no quieren más subidas de impuestos, de cotizaciones sociales, de deuda y de gastos superfluos. Por todo ello, con toda la legitimidad democrática, en defensa del interés general, de los españoles y del crecimiento económico de nuestro país, vamos a votar que no a estos objetivos de estabilidad», aseveró.

Y fue más allá, al advertir a Montero que el PSOE tendrá que ir acostumbrándose a la «legítimamente democrática mayoría» del PP en el Senado, aceptando «de buen grado, no con amenazas ni presiones» lo que con ella se apruebe o haga decaer.

El resto de los grupos parlamentarios defendieron sus posturas —a favor de la senda de estabilidad, como ya ocurrió en el trámite del Congreso—, pero la mayoría del PP en el Senado impidió su aprobación.