La policía sospecha que un asesino en serie está detrás de la muerte de tres agricultores

Manuel Costoya
M. C. Cereijo REDACCIÓN / LA VOZ

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Una descuidada huida en el coche de una de sus víctimas permitió a los investigadores relacionar los crímenes

19 feb 2024 . Actualizado a las 17:31 h.

Tres muertes violentas en apenas mes y medio con víctimas del mismo perfil, agricultores de entre 68 y 85 años, han disparado las alarmas. Los investigadores de la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra se han puesto a trabajar de la mano porque todo apunta a que un asesino en serie puede andar suelto. Dos de los crímenes se produjeron en Navarra y el tercero en Lérida. El asesino, al que han descrito como un hombre alto, corpulento y especialmente violento, habla español, pero podía ser extranjero. Roba a sus víctimas y se desplaza en sus coches para ir de un lugar a otro.

La conexión entre los casos vino de la mano de un descuido. Los Mossos d’Esquadra localizaron en Lérida un Opel Astra que constaba como robado. Fue el pasado 5 de enero. El vehículo estaba a apenas unos kilómetros de donde se había producido una misteriosa muerte, la de Ramón Rosell, un agricultor de 85 años cuyo cuerpo, plagado de heridas producidas con una tijera, había aparecido en su finca a la que había ido a podar árboles. Los investigadores cotejaron los datos y comprobaron que el coche pertenecía a José Luis Aguado, de 80 años, que había muerto en extrañas circunstancias en Ribaforada, una localidad situada a una veintena de kilómetros del municipio navarro de Tudela. No se descartaba que Aguado hubiese podido sufrir un accidente mientras usaba la motoazada. Pero lo que no cuadraba es que su coche hubiese desaparecido y finalmente fuese localizado en la provincia de Lérida a casi 230 kilómetros de distancia. Los Mossos unieron los dos casos y la hipótesis sobre un asesino en serie de agricultores comenzó a tomar forma.

El primer caso en noviembre

Un tercer caso, el primero cronológicamente, se sumó a la ecuación. Era el de Pedro Oyón. Tenía 68 años y fue hallado el 22 de noviembre del pasado año en un campo de olivos ubicado también en Tudela. Su cuerpo presentaba signos de violencia. Al menos media docena de heridas realizadas con un arma blanca y también varios traumatismos. En el lugar donde se localizó el cadáver no se encontró el objeto que le causó las heridas, probablemente un cuchillo. El agricultor, que tenía dos hijas, había salido a recoger aceitunas. Horas más tarde se localizó el cadáver.

Los investigadores creen que el mismo hombre fue el autor de la muerte de José Luis Aguado, que también estaba casado. Sus allegados lo vieron salir el pasado 21 de diciembre al huerto, donde recolectaba berzas y cardos. Nunca regresó a su casa. Sus familiares salieron a buscarlo y lo encontraron muerto en el campo junto a su motoazada y al remolque que utilizaba. Sin embargo, su coche —un Opel Astra de color rojo— no estaba en el lugar de los hechos. Este es el vehículo que apareció, el 5 de enero, cerca de donde se produjo la muerte de Ramón Rosell en la localidad leridana de Vilanova de la Barca.

Las investigaciones policiales sitúan al asesino en serie ya fuera de España. Después de este tercer crimen abandonó el primer coche desde el que viajó desde Navarra y robó a su víctima un segundo, casualmente también otro Opel Astra, en este caso de color gris.

En su huida, el presunto asesino se saltó un control policial. Llegó hasta Andorra por La Farga de Moles y salió una hora más tarde por Pas de la Casa. Las cámaras de seguridad de los puntos fronterizos también confirmaron que el vehículo entró en Francia, motivo por el cual España ha pedido la colaboración, a través de la Interpol, de las autoridades galas para intentar detenerlo. El coche fue abandonado en un área de servicio y hasta ahora no se ha logrado identificar al presunto autor de los hechos, pero muy probablemente ya exista alguna imagen que ayude a saber de quién se trata.

A ello también puede ayudar un cuarto caso que podía estar relacionado. La policía analiza lo contado por una supuesta víctima de este asesino en serie, que no sufrió daños porque huyó del lugar. Como los otros tres, se encontraba en su finca, en este caso en la localidad navarra de Ablitas, cuando vio como un hombre estaba robando aceitunas en sus olivos. El supuesto asesinó lo provocó para que bajase de su tractor, pero optó por la vía más práctica, salir de allí y no hacer caso a los insultos.

El modo de operar: elige sus víctimas al azar y es muy violento

Los investigadores ya han elaborado un perfil del supuesto asesino en serie al que vinculan con los tres asesinatos descritos. Elige a sus víctimas al azar en zonas rurales en las que entra a robar. Las provoca y si responden a sus insultos las agrede con gran violencia hasta la muerte. No es precavido cuando huye del lugar del crimen, ya que generalmente lo hace en los vehículos de las personas a las que ha matado.