Montenegro, en su toma de posesión: «Estoy aquí para cumplir la legislatura»

Brais Suárez
Brais Suárez OPORTO / E. LA VOZ

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Montenegro, en su toma de posesión en un acto en presencia del presidente de Portugal
Montenegro, en su toma de posesión en un acto en presencia del presidente de Portugal MIGUEL A. LOPES | EFE

Rebelo de Sousa avisa al Ejecutivo que debe «construir un diálogo muy exigente»

02 abr 2024 . Actualizado a las 23:02 h.

Luís Montenegro (PSD, centroderecha) ha esperado a su toma de posesión como primer ministro de Portugal de este martes para romper un silencio que se prolongaba desde su ajustadísima victoria en las legislativas del 10 de marzo. Lo hizo con un largo discurso, en el que aseguró que él y sus 17 ministros asumen el cargo para cumplir los cuatro años de legislatura: «No estamos aquí de paso, y no asumiríamos esta misión con esa perspectiva». «Tampoco estamos para hacer lo más fácil y gobernar para la propaganda», sino para cometer «cambios estructurales», dijo.

En el palacio de Ajuda, Montenegro insistió en la prioridad de hacer crecer la economía, retener a los jóvenes en Portugal y reformar con urgencia los sectores públicos más debilitados. Mostró la voluntad de cumplir su programa, pero también enfatizó que «contamos con todos, todos, todos». Sin hacer ni una ilusión a la ultraderechista Chega, sí apeló a los socialistas a que ejerzan «una oposición democrática» y no una postura de bloqueo sistemático.

En actitud defensiva, advirtió que «la idea de que está todo bien es peligrosa», en referencia a los «cofres llenos» que deja el Gobierno saliente. Esto podría derivar en «reivindicaciones desmedidas y descontrol de gastos» y en la «idea errónea de que no son necesarios cambios», explicó.

También rompió su silencio el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, que advirtió a Montenegro de que, al no contar «con el apoyo mayoritario del Parlamento», está obligado a «construir un diálogo muy exigente». Apuntó que «el tiempo es corto», el mandato será «complejo» y la elevada participación exige aproximarse a las personas y sus problemas. Aludió a que «el mundo está peor que en el 2023» y a la necesidad del «consenso en el crecimiento económico y equilibrio de cuentas». «Los portugueses solo saldrán ganando si usted no se olvida de ellos», apeló directamente a Montenegro.

Este martes fue la tercera vez, en ocho años de mandato, que Rebelo de Sousa daba posesión a un Gobierno, en lo que supuso la vuelta de la derecha al poder, desde el 2015. La ceremonia siguió la línea de cordialidad marcada por el jefe de Estado y, sobre todo, por el primer ministro saliente, el socialista António Costa, y el propio Montenegro, que ya se habían encontrado dos veces. Así, todos los ministros hicieron el traspaso de poderes a sus sucesores, con mensajes de buena suerte.

Sí fue significativa la ausencia de los líderes de las cinco formaciones de izquierda que obtuvieron representación parlamentaria. Un gesto que se ha interpretado como una declaración de intenciones para futuras negociaciones. Al contrario, y a pesar de que estaba muy en duda, sí acabó acudiendo André Ventura, líder de Chega.

Con solo cuatro ministros independientes, el nuevo Ejecutivo tiene un perfil muy político; sale del núcleo duro del PSD y solo incorpora a un miembro de otra formación: Nuno Melo (CDS-PP), como ministro de Defensa. Se presenta como un Ejecutivo de combate, que gobernará de cara a su primer examen, las elecciones europeas de junio.