Eslovaquia elige su futuro entre un europeísta y un filorruso

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

ACTUALIDAD

Ivan Korcok (izquierda) y Peter Pellegrini, los dos candidatos a la presidencia eslovaca.
Ivan Korcok (izquierda) y Peter Pellegrini, los dos candidatos a la presidencia eslovaca. Jakub Gavlak | EFE

La UE observa con preocupación, ante la reciente deriva absolutista en el país

05 abr 2024 . Actualizado a las 21:32 h.

En un momento crítico para la relación de Bratislava con la Unión Europea y con la OTAN, las presidenciales eslovacas de este sábado enfrentan al europeísta Ivan Korcok con Peter Pellegrini, aliado del primer ministro populista y filorruso Robert Fico. Los Veintisiete observan con atención. El Gobierno de Fico adoptó a su llegada al poder, en otoño del 2023, posiciones filorrusas en el exterior, mientras que por el lado interno ha intentado socavar instituciones independientes: desmanteló la Fiscalía Anticorrupción —que investigaba a miembros de Smer, la el partido político de Fico— y busca controlar la radiotelevisión pública.

La UE ha mostrado preocupación por esa deriva del Gobierno, ya que podría representar un alejamiento de los valores democráticos y un acercamiento a políticas «iliberales» de la Hungría de Viktor Orbán, un político admirado por Fico. Aunque el papel del presidente es más bien ceremonial, su capacidad para vetar leyes puede ejercer de contrapeso al Ejecutivo, tal como hizo en sus últimos meses la presidenta saliente, la liberal Zuzana Caputova.

Aparición inesperada

El liberalismo de Korcok. En la primera ronda presidencial venció de forma inesperada el liberal Ivan Korcok, un diplomático europeísta apoyado por la oposición, con el 42,5 % de los votos. Peter Pellegrini, exmiembro del Gobierno con afinidad a las políticas ultranacionalistas de Orbán en Hungría y contrario a entregar armas a Ucrania, quedó segundo con el 37 %. La elección, que registró una participación récord de casi el 52 %, sorprendió a muchos por la clara victoria de Korcok.

Mientras el candidato liberal ha criticado duramente al Gobierno por el aislamiento de Eslovaquia en la UE, Pellegrini centró su campaña en la concordia y la cooperación con el Ejecutivo. Pellegrini parece mejor situado para atraer a los votantes nacionalistas de Stefan Harabin, que se quedó fuera de la segunda vuelta con el 11,7 %.

Estas presidenciales son consideradas una prueba para la posición de Eslovaquia dentro de la UE. Hay temores de que, si gana Pellegrini, apoye la política exterior filorrusa y unas prácticas internas del Ejecutivo que podrían alejar al país del resto de Estados miembros.

Punto de partida

El asesinato de Jan Kuciak. Fico ha ocupado diez años el cargo de primer ministro en tres períodos distintos desde el año 2000. Sus posiciones socialdemócratas iniciales han cambiado mucho desde que se vio obligado a dimitir en el 2018 tras el asesinato del periodista Jan Kuciak, que investigaba vínculos del crimen organizado con el poder político.

Durante la pandemia, atacó constantemente las restricciones impuestas por el Gobierno, puso en duda el efecto de las vacunas y giró cada vez más hacia posturas ultranacionalistas, antiinmigrantes y contra la UE muy similares a las de Orbán. Las controvertidas medidas de Fico son vistas por la oposición como un intento de consolidar su poder, limitar la independencia judicial y restringir la libertad de prensa. Su estilo agresivo ha causado un declive en la confianza pública en las instituciones y ha exacerbado la polarización dentro de la sociedad.

La presidenta saliente, Caputova, a la que Fico ha insultado y definido repetidamente como «agente estadounidense», dijo que no se presentaba a la reelección —pese a su gran popularidad— porque no soportaba otros cinco años en el cargo debido a las amenazas de muerte que ha recibido ella y su familia. Por otro lado, las medidas contra la judicatura y la libertad de prensa han causado protestas multitudinarias.

Cercanía con Moscú

Un posible bloqueo a Europa. Fico ha repetido parte de los bulos rusos sobre que Ucrania es un «Estado nazi» y puso fin al apoyo militar eslovaco a Kiev porque «prolongaba la guerra». También criticó las sanciones occidentales a Rusia y las ayudas de la UE a Ucrania. El pasado 2 de marzo, el ministro de Exteriores de Eslovaquia, Juraj Blanar, se reunió con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, en Turquía, lo que generó críticas de varios socios de la UE.

La cercanía del Gobierno de Fico a Rusia ha suscitado preocupaciones sobre la cohesión del bloque, especialmente en temas relacionados con la defensa y la política exterior. Aunque Eslovaquia todavía no ha bloqueado decisiones importantes de Bruselas o la OTAN relacionadas con Ucrania, la tendencia prorrusa de su política exterior plantea preguntas sobre la fiabilidad de Eslovaquia como socio.