La catedral de Notre Dame encara su reapertura cinco años después del incendio

Javier Becerra
Javier Becerra REDACCIÓN / LA VOZ

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El Gobierno francés, que no ha podido tenerla lista para los Juegos Olímpicos, tiene fijado el 8 de diciembre como el día en el que volverá a entrar el público al templo

15 abr 2024 . Actualizado a las 17:11 h.

Ocurrió tal día como hoy hace cinco años. En la tarde del 15 de abril del 2019 unas imágenes conmocionaron al mundo. La catedral gótica más famosa del mundo, la de Notre Dame en París, ardía en llamas ante los ojos impotentes de las ciudadanos. Un fuego declarado en la parte superior del templo, en plena misa, obligó a desalojarlo. Eran las 18.20 horas y la alarma antiincendios avisaba, sin que se pudieran ver las llamas. Media hora después, estas emergían ante unos los bomberos incapaces de detenerlas. La imagen de la caída de la aguja de la catedral en la primera hora del incendio certificaba la catástrofe. Solo después de nueve horas de trabajo se extinguió el fuego. El balance resultó desastroso: junto a la aguja, también se derrumbó el tejado y se dañaron tres bóvedas, dos rosetones y uno de los órganos. Pero podía haber sido peor: la estructura, la fachada y las torres quedaron a salvo.

La misma noche del incendio el presidente Emmanuel Macron prometió que la catedral iba a ser restaurada. Al día siguiente, empezaron a llover promesas de donaciones de diferentes entidades de todo el mundo. Pese a que un mes después no se habían materializado ni un 10 % de lo anunciado, finalmente se llegaron a recaudar 840 millones de euros por parte de 340.000 mecenas, de 150 países diferentes. El coste estimado de las obras es de 700 millones. El resto del dinero se dedicará a cubrir otros gastos de la catedral que tendrá un aspecto idéntico al original. Tras plantear un tratamiento de arquitectura contemporáneo a los arreglos, finalmente se optó por una reproducción idéntica de la aguja de 96 metros de altura realizada en el siglo XIX por el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc.

Incendio en la catedral el 15 de abril de 2019
Incendio en la catedral el 15 de abril de 2019 Guillaume DarqueCedida por el Museo de Pontevedra

Entre los objetivos del gobierno francés estaba el poder abrir Notre Dame durante los Juegos Olímpicos de París, que tendrán lugar del 26 de julio al 11 de agosto. Sin embargo, los trabajos de descontaminación del plomo y la interrupción obligada por la pandemia del covid-19 hizo imposible cumplir ese plazo. Ahora, el calendario tiene señala una fecha muy especial, el 8 de diciembre. Se trata de la festividad católica de la Inmaculada Concepción. Coronaría así un año importante para Francia. Además de las Olimpiadas, en este 2024 se conmemora el 80.º aniversario del desembarco de Normandía durante la Segunda Guerra Mundial. 

Macron, que se ha volcado en esos tres hitos del 2024 para intentar unir al país, sacaba pecho en diciembre del año pasado durante una visita a las obras. «Desde el 2019 trabajamos para reconstruirla. Hemos visto la progresión de esta obra, que parecía imposible. Es un momento importante y emocionante. El 8 de diciembre volverá a ser objeto de culto», anunciaba dándole una carga épica a una reconstrucción muy dificultosa, al usar piedra y roble y al estar ubicada la catedral al lado del río Senna. Todo ello dificulta la operativa.

Los trabajos marchan a buen ritmo. La aguja levanta ya su esbelta silueta en el cielo parisino y nadie duda de que a finales de año el público podrá acceder a Notre Dame de nuevo. Para llegar a tiempo el trabajo ha sido constante e intenso durante estos cinco años. Los dos primeros se dedicaron a asegurar el edificio. Los tres siguientes, a recuperar la cubierta y los interiores para que luzcan de nuevo como siempre. De todos modos, la obra no concluirá en diciembre de este año, cuando se abra al público, sino que continuará en el exterior de la sacristía, el coro y la nave. Estas podrían prolongarse hasta el año 2030.