Costa, con opciones a presidir el Consejo Europeo después de que se desestime el caso contra él

Brais Suárez
Brais Suárez OPORTO / E. LA VOZ

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El presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa (a la izquierda), con el ex primer ministro António Costa, en una imagen de archivo.
El presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa (a la izquierda), con el ex primer ministro António Costa, en una imagen de archivo. TIAGO PETINGA | EFE

La investigación por la operación Influencer continúa, pero el Tribunal de Apelación de Lisboa quita la razón a la Fiscalía

18 abr 2024 . Actualizado a las 20:17 h.

Si la operación Influencer propició, el pasado noviembre, la dimisión de António Costa como primer ministro de Portugal, su desarrollo podría ser, también, lo que coloque al político socialista más cerca de sus aspiraciones europeas. Lo reconoció el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, a última hora del miércoles: «Tengo la sensación de que empieza a ser más probable que haya un portugués en el Consejo Europeo este próximo otoño en Bruselas», dijo en una clara alusión a Costa.

Para presidir el consejo, Costa necesitaría el apoyo del nuevo primer ministro portugués, el conservador Luís Montenegro, que no desvela sus intenciones. «No está en la agenda del Consejo [del día] ni en la mía», se limitó a decir en Bruselas este miércoles cuando le preguntaron sobre el tema, si bien su número dos y ministro de Exteriores, Paulo Rangel, ya había dicho en una entrevista que el nuevo Gobierno no se opondría a una candidatura de Costa para puestos europeos.

El único que hasta la fecha que se ha mostrado escéptico ha sido el propio ex primer ministro, que ha reiterado que su carrera política seguirá en pausa hasta que se determine su inocencia en la investigación iniciada por la Fiscalía lusa. La llamada operación Influencer investiga presuntas irregularidades en las adjudicaciones de un centro de datos en la localidad de Sines y de varias explotaciones de litio, al norte del país.

Sin embargo, a pesar del escándalo inicial, Costa no ha sido formalmente imputado y, desde la presentación de los cargos, la Justicia ha contradicho seriamente las acusaciones de la Fiscalía. La última vez fue este miércoles, cuando el Tribunal de Apelación de Lisboa asestó un duro golpe al ministerio público al rechazar su recurso y aceptar el de los dos principales sospechosos —el exjefe de Gabinete de Costa, Vítor Escária, y el empresario y amigo del ex primer ministro, Diogo Lacerda—, lo que implica la anulación de las medidas cautelares, que la acusación hallaba demasiado leves.

En un comunicado de más de 300 páginas, también han hecho apreciaciones sobre la investigación, poniendo en duda todo el argumentario y pruebas aportadas por la Fiscalía, que se basan en «meras conjeturas, conclusiones, especulaciones a partir de escuchas telefónicas».

Estos comentarios van en la línea de los vertidos por el juez de instrucción, que ya había desestimado, en noviembre, las acusaciones más graves, de prevaricación y corrupción, y puesto a los imputados en libertad.

Distintas formaciones de izquierda han pedido explicaciones a la fiscala general, Lucília Gago, que apenas ha dado detalles sobre los hechos que han tumbado al Gobierno, y que pretende seguir con la investigación.