El modelo asturiano de Medicina se impone en España

S.D.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

SANDRA ALONSO

Los decanos quieren extender a todas las facultades el sistema de la Universidad de Oviedo que reserva el sexto curso para lás prácticas clínica y el trabajo de fin de curso. El decano asegura que es un éxito

10 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace ya siete años que la Universidad de Oviedo aprobó un plan de estudios para el grado de Medicina que reserva el último curso para la práctica clínica y el trabajo de fin de grado, sin docencia. El denominado rotatorio -las prácticas- suma 51 crédito- y el trabajo, otros nueve. En total, 60. Está planteado como una especie de R Cero, es decir, como un paso previo a la residencia, ya que los años de los MIR también se miden con la letra R mayúscula delante y el número del curso, a partir de 1, detrás. La primera promoción graduada con este modelo ya está en la calle y el grado de satisfacción es grande, confiesa el decano, Alfonso López Muñiz. «El nivel de éxito lo sabremos cuando vayan a un MIR o a una oposición pero las encuestas demuestran que están funcionando», añade. Tanto es así que el resto de facultades españolas quieren extenderlo. Este otoño, la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina lo estudiará y votará. Tienen a favor al Foro de la Profesión Médica, que aglutina a multitud de sociedades científicas, colegios médicos y asociaciones.

El modelo del sexto curso exento de docencia no es exclusivo de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud. Alguna más ya ha abrazado este sistema, de filosofía más bien anglosajona, con una vocación más clínica y práctica y con una formación más integrada en los propios hospitales. Al final de cada curso se realiza una prueba de habilidades en la que se evalúa lo aprendido de una forma objetiva y bien estructurada. Las encuestas de satisfacción realizadas entre los alumnos, los docentes y los profesionales con los que se forman en los hospitales han arrojado un resultado alentador. El decano asegura que la experiencia está siendo «extraordinariamente positiva». La segunda promoción confirmará o atenuará este resultado.

A Alfonso López Muñiz le parece una muy buena idea que todas las facultades implanten los planes siguiendo un mismo modelo y le parece aún mejor que ese modelo sea el de la Universidad de Oviedo. «Creo que es necesario. En Sanidad la homogeneidad es buena, tanto en la cartera asistencial como en la formación. Es esencial que esté unificada», argumenta el decano de Medicina y Ciencias de la Salud.

Así parece que va a ser. La conferencia nacional de decanos de las 42 facultades que funcionan en España se reunirá en octubre y debatirá la propuesta que ha recibido el respaldo del Foro de la Profesión Médica celebrado hace unos días. Incluso los estudiantes parecen predispuestos. La presidenta del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), Marina García, así lo ha manifestado en público. Es más, no solo habla del sexto curso. Quiere que esa vocación práctica gane terreno en todos los planes de estudio. Solo falta por saber la disposición de las facultades que aún funcionan con un modelo más tradicional, con más horas de docencia. 

Entre las ventajas que citan los expertos está en que se eliminarían obstáculos administrativos que suelen retrasar la prueba MIR. De este modo se lo han trasladado también los decanos al Ministerio de Sanidad, que también tiene algo decir.