Las educadores de 0 a 3 años aprovechan la música que utilizan en clase con sus alumnos para exigir al consejero mejoras en las escuelas públicas
19 oct 2016 . Actualizado a las 19:23 h.Nada mejor que recurrir a una herramienta de trabajo, que se usa día a día, en una protesta. Los educadores de las escuelas públicas de 0 a 3 años han aprovechado las melodías infantiles que cantan en clase con sus alumnos para componer canciones protesta contra el Gobierno del Principado y contra el titular de Educación, Genaro Alonso. El vídeo que acompaña este artículo muestra tan solo una de las letras que están difundiendo. Exigen a la Administración asturiana un primer ciclo Infantil de calidad, lo que supone mejorar la política de personal, contratar plantillas estables, instaurar la pareja educativa en todas las aulas -dos educadoras a jornada completa por curso-, adjudicar las vacantes antes del verano y frenar todos los recortes. Otra cosa es el modelo de gestión de los centros. Ahora mismo dependen de los ayuntamientos, aunque estén sufragadas por el Ejecutivo regional. La petición de gran parte de la comunidad es que se integre dentro de la red educativa, en igualdad de condiciones que los colegios o los institutos.
La plataforma en defensa del 0-3 público y gratuito ha protagonizado la protesta musical en la plaza de La Escandalera, de Oviedo. «Calidez y calidez» es su lema. Esas son las escuelas que defienden para Asturias, una de las regiones con menor porcentaje de alumnos matriculados en el primer ciclo de Infantil. El colectivo denuncia que «cada verano la consejería intenta recortar personal docente, en base a las previsiones de matrícula». Frente a esta política, reclaman otro sistema. Su objetivo es que haya una plantilla de personal estable, basada en criterios pedagógicos y no exclusivamente económicos. Piensan en las familias y en que tienen derecho a saber cómo va a ser el próximo curso, sin exponerse a las completas renovaciones de los equipos educativos.
Denuncian las cuentas de la consejería por impersonales y faltas de criterio, ya que cuenta medios niños, cuando se matriculan menos horas y, por tanto, medias educadoras. La gestión debe tender a la pareja educativa, que supone que siempre haya dos educadores a jornada completa llevando cada grupo de niños.