El debate aboca a Asturias a un bloqueo presupuestario

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

J.L.Cereijido

PSOE e IU emplazaron a Podemos a ir más allá de un acuerdo fiscal para pactar unas cuentas y el PP reiteró su oferta de apoyo a cambio de suprimir el impuesto de sucesiones

09 nov 2016 . Actualizado a las 12:04 h.

Las posiciones de los tres grupos (PSOE, IU y Podemos) que tienen en su mano la suma de escaños suficiente para dar salida a un presupuesto de izquierda quedaron, después de la segunda sesión del debate sobre el estado de la región, en el mismo punto o aún más alejadas que en principio. Fue un debate bronco en el que tono se elevó principalmente en las réplicas y contrarréplicas entre el presidente asturiano, Javier Fernández, y el portavoz de Podemos Asturies, Emilio León. En todo caso, Fernández volvió a insistir en la necesidad de llegar a un punto de encuentro entre los tres grupos aunque no sean amigos ni se lleven bien. «¡Si no le quieren!», le gritaban al presidente desde la bancada popular ante su insistencia en priorizar el acuerdo con los morados,«yo tampoco les quiero a ellos, es un matrimonio de conveniencia porque lo que yo quiero es un presupuesto». El presidente instó a IU a preguntarse por qué Podemos se niega a una negociación a tres bandas sobre este asunto y pidió a los morados que si no quieren ese acuerdo lo digan claramente «dejen de disimular y si quieren cerrar la puerta, háganlo, pero deje que se escuche el portazo y que sepamos que ustedes no quisieron». 

No se trata de verse simpáticos sino de entenderse con los números, insistían los socialistas, mientras IU reiteraba sus llamadas a fraguar ese acuerdo a tres en el que el, según destacó Llamazares, Javier Fernández, debería asumir un papel «de liderazgo» y que, para facilitar ese entendimiento, debería hacer una crisis de gobierno con varios cambios en sus consejerías. Ambos insistieron, en todo caso, en la idea de que un acuerdo fiscal sobre los tributos de competencia autonómica debe ir ligado a un acuerdo sobre las cuentas. Pero Podemos mantiene que son asuntos que no necesariamente tienen relación, más aún, León emplazó a los socialistas a esperar que el PP respalde sus cuentas porque «el favor que les han hecho tienen que pagarlo, y se lo quieren regalar».

Lo cierto es que el PP reiteró una vez más su oferta de dar apoyo a unas cuentas presentadas por el Ejecutivo si este suprimía primero el impuesto de sucesiones. De he hecho no llegó a plantear ninguna otra condición. También Ciudadanos, habló de negociar unas cuentas en las que, junto a una mayor inversión, se relajara la presión fiscal. Pero Fernández advirtió contra la «cuadratura del círculo» de pretender aumentar el gasto disminuyendo los ingresos por recaudación. Fue una segunda sesión en la que se cruzaron duros reproches y en la que tuvo un peso muy importante (hasta el punto de que lo tocaron todos los grupos y se discutió abiertamente) la labor de Javier Fernández como presidente de la gestora del PSOE que facilitó la investidura de Rajoy mediante una abstención.

Epístola a los Podemitas

El debate entre Fernández y León fue el más arisco de la jornada. El portavoz morado dedicó buena parte de su intervención a reprochar a Fernández su papel en la gestora del partido socialista como representante de «el PSOE de la generación Villa, el realmente existente, que no puede enfrentarse al PP porque comparten esferas de influencia»; un hecho, la investidura de Rajoy que, a juicio de León, hará que los socialistas «estén secuestrados por el PP con la amenaza de unas terceras elecciones». Todo, antes de concluir con la advertencia a su vez de que «estamos negociando una reforma fiscal, no unos presupuestos».

El presidente le respondió calificando su discurso como «un sermón entre moral y dogmático» al que habría de replicar con una «epístola a los podemitas». La desconfianza y distancia personal entre ambos es más que evidente, Javier Fernández afeó a León que en su primer encuentro al comienzo de la legislatura había mentido a la prensa a la salida de la cita «diciendo que yo había apartado la vista al hablarme de El Musel, y por eso se la mantengo ahora, porque no es verdad» (posteriormente León afirmó que esa afirmación había sido malinterpretada por la prensa y que se había referido a que no se puede mirar hacia otro lado respecto a la corrupción); el presidente afirmó que a Rajoy no le había hecho presidente «ni el Ibex ni los marcianos» sino Pablo Iglesias después de votar no en la investidura de Pedro Sánchez y lamentó además que, durante el proceso interno del PSOE en el que se debatió el viraje hacia la abstención, el grupo morado había estado «lanzando basura sobre el PSOE, esparcida por el señor Ripa (secretario general de Podemos Asturies) su experto en vertederos».  

León, que dedicó buena parte de su intervención al problema de la pobreza energética, cargó la responsabilidad del nuevo mandato de Rajoy sobre Fernández, «es suya y le va a acompañar», una segunda legislatura que, según León, pinta «poco halagüeña» para Asturias ya que será «con más austeridad, obligando a los ayuntamientos a que no puedan aplicar políticas reales por el déficit» y le echo en cara que en anteriores campañas los socialistas «decían que eran el último bastión contra el PP y que eran los que le podían decir no».

Alternativa a unas terceras elecciones

La abstención socialista en el Congreso ocupó buena parte del debate entre Podemos, PSOE e IU. Fernández reprochó a los morados que trataran de esquivar, en su opinión, que la alternativa a Rajoy pasara por un acuerdo con grupos independentistas «partidarios de convertir a conciudadanos en extranjeros» y les instó a responder si compartían lemas como «el de España nos roba, ¿están de acuerdo?, ¿se lo van a decir a los asturianos?». También se lo reclamó el presidente a Gaspar Llamazares en su cruce con el portavoz de IU (dado que la coalición ha dado por roto el acuerdo de investidura por este motivo) señalando además que, en su opinión, el nacionalismo le parecía «reaccionario, como la religión, porque es algo que puede sentirse pero no expresarse». Llamazares terminó reconociendo que «no veía posible el acuerdo con los independentistas por razones matemáticas»; pero en todo caso instó al presidente asturiano a que asumiera la iniciativa llegar a acuerdos en el Principado, «ha sido muy activo para desbloquear la situación política nacional pero ¿qué va a hacer para desbloquear la de Asturias?» Para el portavoz de IU (que denunció retrasos en varios puntos del acuerdo de investidura) le reclamó a Fernández que cambiar varias de sus consejerías como señal de que abandonaba su «gestión de la continuidad» y le reprobó que, en su opinión, no hubiera hecho más en este debate por tender puentes entre los grupos que podrían sumar una «mayoría de cambio». 

¿Es posible ese acuerdo? Visto el debate de este martes, parece difícil. Aún a la hora de recordar la prórroga del año pasado, Emilio León afirmó que el anteproyecto pactado por PSOE e IU que fue rechazado por los morados se había «escrito en una servilleta 24 horas antes»; mientras que el presidente les acusó de mentir por haber dicho que se posicionarían sobre las cuentas antes de las elecciones del 20 de diciembre para presentar su enmienda a la totalidad al día siguiente del cierre de las urnas. El último turno del debate fue para el portavoz socialista, Fernando Lastra, quien calificó de «impostura» la llamada a una negociación a tres sobre los presupuestos toda vez que Podemos se niega a la propuesta de mesa tripartita de IU y que la propia coalición quiera, llegado el caso de un acuerdo, someterlo al voto de sus bases porque «sería un corsé», Lastra demandó a IU, además, a que consideraran cuáles eran sus coincidencias con Podemos en asuntos como la minería, las infraestructuras o incluso en materia fiscal, porque «se mofaron de su impuesto a las bolsas de basura aunque lo llevaban en su propio programa electoral».

La oferta del PP

La otra posibilidad para evitar una prórroga si no hay acuerdo entre PSOE, Podemos e IU es un pacto con el PP. Para lograrlo, su presidenta, Mercedes Fernández reclamó, una vez más, un único punto: la supresión del impuesto de sucesiones, un tributo que calificó de «injusto» y que lleva al Ejecutivo socialista a «exprimir como limones» a los asturianos. También Ciudadanos se ofreció a pactar las cuentas en el caso de que se rebajara la presión fiscal, no habló de suprimir el impuesto de sucesiones pero sí de elevar la exención del pago a las herencias de  200.000 euros «como han hecho en Andalucía». El presidente se mostró abierto a llegar a entendimientos con Ciudadadanos pero le advirtió a su portavoz, Nicanor García, que, en todo caso, la «aritmética» no era suficiente y que la suma de socialistas y naranjas no daría el respaldo necesario de escaños. Además, al igual que en su respuesta al PP, Fernández insistió en que no eras posible mantener el nivel de ingresos de la administración asturiana rebajando impuestos y acusó a la Comunidad de Madrid de actuar como un «paraíso fiscal» dentro del propio estado español, al hacer enormes rebajas en estos tributos gracias a que cuentan con la ventaja de asegurar su recaudación por los pagos de las grandes empresas que tienen allí su sede por ser la capital del país. En este sentido, el presidente instó a populares y naranjas a que aclararan si respaldaban este modelo y lo que supone para mermar la «cohesión territorial».

El intercambio entre Fernández y Foro fue también tenso. Su portavoz Cristina Coto instó al presidente a aprovechar su papel en la gestora socialista y abandonar Asturias y le recordó que cuando el gobierno de Álvarez-Cascos no pudo aprobar los presupuestos convocó elecciones anticipadas. En su respuesta, y después de que Coto le responsabilizara de las malas cifras, en su opinión, de la economía asturiana respecto al resto de comunidades, Fernández le citó fragmentos de un libro de el exdiputado forista en el Congreso, Enrique Álvarez Sostres, en el que explícitamente atribuía esos malos datos a la falta de inversión del Gobierno de Rajoy. y «sólo mes y medio después ustedes iban en las listas del PP».