«La herida que generó el «caso Villa» va cicatrizando porque el SOMA es más que una persona concreta»

Carmen Liedo LANGREO

ASTURIAS

El secretario general del SOMA-FITAG-UGT, José Luis Alperi.El secretario general del SOMA-FITAG-UGT, José Luis Alperi
El secretario general del SOMA-FITAG-UGT, José Luis Alperi

El secretario general del SOMA-FITAG-UGT repasa los «escollos» a los que ha tenido que hacer frente desde que accedió al cargo. Afirma que no hay que tener miedo a llegar al 31 de diciembre de 2018 con minería competitiva

28 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

José Luis Alperi Jove (Cuturrasu-Langreo, 1970) es el secretario del SOMA-FITAG-UGT desde hace algo más de tres años y desde que asumiera el cargo ha tenido que afrontar tiempos difíciles para el sindicato, y no sólo por las negociaciones que han tenido lugar en los diferentes sectores a los que representan las siglas. La profunda herida que causó en la organización el conocido como «caso Villa» puso al sindicato ante una situación inédita que le llevó a encargar una auditoría y poner «la primera piedra» con una denuncia ante la Fiscalía contra su predecesor en el cargo. No obstante, Alperi asegura que el SOMA-FITAG-UGT es una organización que «va más de una persona concreta» por mucho que José Ángel Fernández Villa estuviera décadas al frente del sindicato, aunque reconoce que esa herida fue «bastante dolorosa para todos». Así, aunque le preocupa que el caso se resuelva con «contundencia y precisión», le inquieta más si cabe que el Gobierno central no cumpla lo firmado en el Plan de la Minería o que las centrales eléctricas no estén quemando carbón nacional por el riesgo que esto supone para la minería. Sin embargo, asegura que no piensa que esta vaya a desaparecer y se aferra a que Hunosa llegará al 31 de diciembre de 2018 con tres pozos en disposición de continuar sacando carbón.

-Fue elegido en septiembre de 2013 para dirigir al sindicato SOMA-FITAG-UGT y le han tocado tiempos difíciles. ¿Qué balance hace de estos tres años largos de gestión?

-Desde que sale elegida esta ejecutiva no han sido tiempos fáciles para ninguno de los sectores que representamos ni para el sindicato. No obstante, el balance que hago es positivo porque hemos hecho una labor considerable en la defensa de los trabajadores y hemos conseguido conformar un proyecto de futuro para nuestro sindicato con el que nuestros delegados y nuestros afiliados están bastante satisfechos.

-¿Alguna vez ha pensado: quién me mandaría a mí ponerme al frente?

-En ningún momento, aunque ha habido tiempos difíciles y tiempos exigentes. Ya intuíamos que nuestra labor no iba a estar exenta de dificultades y de escollos, pero conformamos un grupo muy homogéneo y muy compacto, y tenemos unos apoyos en la estructura orgánica del sindicato a través de los sindicatos comarcales y de las distintas secciones sindicales tremendo, así que en ningún momento cundió el desánimo, al contrario.

-Por tanto, ante un nuevo congreso del sindicato. ¿Volverías a presentarse?

-Estamos en un proceso de crear una gran federación de industria que es un proceso distinto a lo que es un congreso del sindicato en sí y nosotros estamos en la idea y en la necesidad de que el proyecto de una nueva federación se desarrolle, siempre pensando en aquellos a los que representamos y en eso vamos a trabajar. No se trata de personalismos, sino de un grupo y de un proyecto.

-El «caso Villa» generó una herida importante a este sindicato histórico. ¿Va cicatrizando?

-Sí, va cicatrizando por la identidad de esta organización que va más de una persona concreta. Está construida con el sacrificio de muchísimas personas durante mucho tiempo y durante tiempos mucho más duros, como ha sido la dictadura o, incluso, durante la Guerra Civil, y un periodo en España y en Asturias mucho más difícil. A partir de ahí, la actuación del que fue secretario general ha sido bastante dolorosa para todos, pero nosotros como organización que está por encima de las personas hemos hecho lo que teníamos que hacer, hemos puesto nuestra casa a la luz de todos los afiliados, hemos hecho una auditoría, una evaluación del sindicato y como afectaba ese proceso y cuando hemos visto que había cuestiones que deberían resolver judicialmente hemos acudido a la justicia. A partir de ahí sólo nos queda esperar y confiar en que tanto la Fiscalía como la Justicia resuelvan como tengan que resolver, porque eso ya no es nuestra misión. Nuestra misión es defender a los trabajadores y, por otro lado, en una vía paralela están esas actuaciones que tienen que dirimir quienes tengan autoridad para ello.

-No obstante, el proceso judicial está ahí y aún se prevé largo. ¿Temen desde el sindicato que pueda haber más sobresaltos?

-Nosotros el proceso dejamos que transcurra y que siga su curso y, evidentemente, nosotros hemos colocado la primera piedra del mismo con la auditoría y con la denuncia ante la justicia. Porque somos la única organización que tiene antiguos dirigentes en los juzgados. A partir de ahí, tanto la Fiscalía que debe esclarecer de donde procedía el dinero regularizado por José Ángel Fernández Villa y José Antonio Postigo, como la Justicia, que debe dilucidar si hubo un quebranto del patrimonio sindical que se deba reponer, pues son los que tienen que actuar en esos campos. Por tanto, nosotros una vez que hemos hecho la auditoría por técnicos económicos de reconocido prestigio y que hemos confiado en la justicia, no tememos que haya más sobresaltos. En cuanto a los tiempos, a todos nos gustaría que fueran más cortos, pero nosotros lo que queremos es que se resuelva con total precisión y contundencia en el tiempo que sea. Para nosotros el objetivo primordial es la resolución.

-¿Han percibido una pérdida de confianza de los trabajadores afiliados al SOMA-FITAG-UGT desde que saliera a la luz este presunto caso de corrupción?

-Nosotros no registramos una pérdida de confianza como organización. Al contrario, los trabajadores ven que somos una ejecutiva muy pegada a ellos, a los centros de trabajo, a los territorios, que tenemos claro los objetivos y el proyecto del sindicato. A partir de ahí tenemos hitos importantes que destacar durante nuestro mandato, como tener por primera vez en 25 años un Comité de Empresa en Dupont Asturias y este sindicato el SOMA-FITAG-UGT está compartiendo representación con la Lista independiente de Dupont Asturias (LIDA) y eso es una muestra de que estamos haciendo las cosas bien, con aciertos y errores, pero que estamos en el buen camino con respecto a la confianza que los trabajadores deben tener en la organización sindical.

-Respecto al proyecto con el que os presentasteis en 2013. ¿En qué medida lo habéis llevado a cabo?

-Las líneas del proyecto se van cumpliendo hito tras hito, y la participación es una de las cuestiones más importantes. Los secretarios de los sectores que nosotros representamos (minería, energía, sector químico y alimentación), esos cuatro responsables han sido elegidos por los trabajadores afiliados de esos sectores y son trabajadores en activo de ellos, entonces están identificados trabajadores y organización. Toda la ejecutiva somos trabajadores en activo y todos tenemos una independencia laboral de la organización, y eso es algo que los trabajadores valoran. Por otro lado, nosotros ganamos las elecciones sindicales en esta organización en Asturias todos los años desde que estamos aquí y es una prueba más de que no hemos perdido la confianza, sino que la gente sigue confiando en una organización que es más que una persona.

-En poco más de un mes asistiremos al cierre del pozo María Luisa y para dentro de dos años está firmado el cierre del resto de pozos siguiendo el mandato de la UE. ¿Hay que mirar al 2018 con temor a que sea el fin de Hunosa o ve señales de que pueda tener continuidad más allá?

-Estamos hablando de que los pozos tienen que ser competitivos y en lo que respecta a Hunosa nosotros hemos firmado un plan donde vamos a llegar a 31 de diciembre de 2018 con tres pozos en disposición de sacar carbón. Lo que nos queda por delante es la idea y la necesidad de trabajar para que la decisión 787 pueda permitir continuar con la minería más allá de 2018 como venimos reclamando insistentemente. ¿Qué ocurre con la minería en el momento actual? Pues que hay un Gobierno que no cumple el marco de actuación, que no cumple lo que no firma y así es realmente difícil hacer una planificación de la minería más allá de 2018 como han hecho otros países como Alemania, que ya sabe qué minería va a tener en 2019 y en años sucesivos; Polonia está volviendo a ayudar a sus minas y ha dicho que 2018 será el año de la planificación y el desarrollo de lo que va a hacer más allá de 2019 y nosotros no entendemos porque en España no se cumple el marco de actuación y no se cumple lo que se firma, por tanto, no tenemos que tener ningún temor a llegar al 31 de diciembre de 2018 con minería competitiva y una Hunosa con tres pozos en disposición de sacar carbón.

-Por tanto es una cuestión de negociar…

-Es una cuestión de voluntad política. No entendemos cómo en un momento en el que el carbón de importación y el carbón nacional están al mismo precio, las centrales eléctricas prefieran comprar carbón de importación y no comprar carbón autóctono. No entendemos como se pretende rescatar autopistas de peaje en Madrid con más de 4.500 millones de euros y no se dan 60 millones de euros que es lo que necesita el sector anualmente para poder funcionar, cuando hay un volumen de empleo estable y de calidad en la minería frente al empleo de las autopistas o de otros sectores, porque al final todos están ayudados. Por tanto, es una cuestión de voluntad política y no puede faltar el cumplir con lo firmado.

-Si Hunosa prepara los pozos para continuar más allá de 2018 y hay esa falta de voluntad del Gobierno. ¿Qué es lo que genera esa disyuntiva?

-Hay que tener claro lo que significa la minería, lo que significa ejercer la soberanía energética, lo que significa el sector del carbón, la parte laboral y territorial y lo que significa en unas comarcas en las que se ha venido desarrollando durante todos estos años. En Hunosa se firma un Plan de Empresa 2013-2018 que se está cumpliendo en mayor o menor medida, como la venta de los economatos manteniendo el empleo, o que lleguemos a finales de 2018 con tres pozos en posibilidad de sacar carbón en 2019 y de continuar. Por tanto, eso habría que preguntárselo al Gobierno del PP, ¿qué interés tiene en que el carbón nacional y el carbón autóctono desaparezca?, ¿dónde están los intereses del Gobierno de España en que un sector tan importante desaparezca del mapa energético?

-Por cierto, hay nuevo Ministro de Energía con el que no habéis tenido la posibilidad de reuniros aún. ¿Cree que puede haber un nuevo talante?

-La Comisión de Seguimiento está recogida en el marco de actuación y debería reunirse con cierta periodicidad y no se hace, ellos sabrán por qué. Y nosotros vamos a ser proactivos a la hora de sentarnos a negociar. Las señales que estamos recibiendo no son nada buenas, que se separe Industria de Energía dice muy poco a favor del nuevo Gobierno. Voluntad de negociación esta organización la va a tener siempre y voluntad de cumplir con los firmado, por tanto, pedimos al Gobierno de España que esté en la misma tesitura.

-El pasado jueves los representantes de las centrales sindicales llevabais una carta a Madrid personalmente pidiendo, precisamente, que se reúna la Comisión de Seguimiento. ¿Qué recogíais en esa misiva?

-Hay dos cuestiones básicas, la primordial es que se cumpla el marco de actuación, pero hay otra más crítica y urgente y es que las centrales térmicas quemen carbón nacional en este momento. Si no conseguimos que quemen carbón nacional la minería irá paulatinamente desapareciendo, y eso es lo que queremos debatir en la Comisión de Seguimiento y poner encima de la mesa. Hay un 7,5% de hueco térmico para el carbón nacional que está firmado en el marco de actuación y no se está cumpliendo y queremos saber la razón, hay un mecanismo que debería sustituir al real decreto de garantía de suministro que ya desde el 1 de enero de 2015 debería estar en funcionamiento y no lo está, hay unas supuestas negociaciones, desconocidas por las organizaciones sindicales y por la patronal, con Europa de cara al sector. Nosotros lo que pretendemos y lo que reclamamos es que esas cuestiones y otras, como las inversiones en captura y almacenamiento de CO2 o programas de seguridad minera, pues saber en qué estado están, cuando se van a desarrollar y por qué esos incumplimientos, y esa es la petición que insistentemente venimos haciendo y no entendemos que no haya respuesta.

-El número de mineros que hay en la actualidad en las cuencas puede decirse que es simbólico si se tiene en cuenta lo que significó la minería, sin embargo, es difícil pensar en unas cuencas sin carbón ni minería. ¿Cuál será el futuro de estas comarcas y de la gente que quede en ellas?

-Nosotros no pensamos en ningún momento que el carbón vaya a desaparecer. Pensamos que tiene que formar parte de la industria de Asturias, que tiene que formar parte de una planificación energética donde todas las fuentes de energía estén presentes y nosotros queremos que el carbón, dentro de ese pastel que es el mix de generación, ocupe el lugar que le corresponde en la medida que le corresponde y eso permita que un tejido industrial se asiente definitivamente en estas comarcas. Hay una serie de empleos directos pero otros son indirectos en la industria auxiliar, que también permite que haya más trabajadores en sectores dependientes de la minería y para nosotros es inimaginable que no haya algún día sector de la minería en Asturias y en las comarcas mineras.

-¿Qué se puede decir a estas alturas, que no se haya dicho ya, de los fondos mineros, de su gestión y de su impacto en estos territorios?

-Los fondos mineros han tenido luces y sombras. La idea de los fondos mineros nació bien porque se pretendía la reestructuración de un sector tan importante como la minería, se pretendía que hubiera unos fondos para infraestructuras para asentar nuevas industrias, que hubiera unas ayudas para iniciar esas empresas y que hubiera fondos para formar a los trabajadores de esas nuevas industrias. Esas eran las tres patas y para formar un colchón de rentas para esa transición se hicieron las prejubilaciones, para compensar esa pérdida de empleo y de valor añadido que iba a suponer la reestructuración de la minería. Lo que está claro es que las organizaciones sindicales no hemos gestionado esos fondos mineros, nosotros los negociamos con los Gobiernos y a partir de ahí la gestión ha sido político. Había unos principios de complementariedad y adiccionalidad que nosotros creemos que no se han cumplido y cierto es que sobre esto se ha escrito y hablado mucho, pero después de que se mata al toro todo el mundo es torero. Por tanto, nacen bien, hay una gestión con luces y sombras pero es una gestión política no sindical.

-Entre los retos que tiene está también la fusión con MCA-UGT. ¿Ha habido avances en la negociación?

-En mayo hay proceso constituyente de una federación de industria a nivel estatal que une a la parte de MCA y de FITAG y a partir de ahí se va desarrollando por los territorios. Hay comunidades autónomas que ya hicieron la creación de esa federación de industria, otros que tienen fecha y otros que aún no tenemos fecha y estamos en proceso. Nosotros lo que venimos planteando es que debemos pensar bien lo que vamos a hacer, hacerlo con sentido común y debemos hacerlo con un único objetivo: que los trabajadores a los que representamos se sientan protegidos y que vean que la organización hace las cosas pensando en ellos y no en otras cuestiones.

-¿En qué términos están dispuestos a ceder y en cuáles hay una postura firme?

-Como no empezamos la negociación, en el momento en que comencemos se podrán sobre la mesa todas las cuestiones. Es verdad que se intentó desviar el debate de qué federación de industria queremos hacer, pero la principal preocupación de esa federación deben ser los trabajadores. Yo creo que acertaremos si hacemos las cosas pensando en ellos, pensando en su representación y protección y no pensando en otras cosas.

-El SOMA-FITAG-UGT es un sindicato que defiende los intereses no sólo de la minería. ¿En qué situación se encuentran los otros sectores que representan?

-Sectores tan importantes como energía, alimentación, la industria agroalimentaria o el sector químico están representados bajo el paraguas de nuestra organización y hay un poco de todo. El sector energético está teniendo una reducción de personal importante, pero la empresa por excelencia o la marca Asturias en cuestiones energéticas, como es HC EDP, está haciendo inversiones en Asturias, con un proyecto de futuro interesante y para nosotros es una satisfacción que veamos que se puede invertir en energía, en energía menos contaminante y en el carbón autóctono porque aquí tenemos que destacar el contrato que hay entre EDP y Hunosa para la quema de carbón asturiano. En el sector químico hay de todo. Son empresas más bien pequeñas y es un sector con buenas perspectivas de crecimiento, que está haciendo las cosas bien, aunque puede haber algún altibajo o el riesgo de deslocalización, pero yo creo que en Asturias con la mano de obra tan cualificada que hay tenemos un valor añadido en todos los sectores que representamos. Y en el sector agroalimentario es cierto que es un sector muy atomizado y hemos firmado recientemente el convenio de los elaboradores de sidra, y queremos empezar a negociar el convenio de panaderías. Pero tenemos unas empresas del sector de la alimentación de las que yo creo que los asturianos debemos sentirnos orgullosos.

-Poniendo un pie en el ámbito político dada la vinculación histórica del SOMA con el PSOE. ¿Qué explicación encuentras a todo lo que está pasando en el PSOE?

-No encuentro una explicación. El partido debe apostar por el sentido común y debe ver que realmente está en un punto de inflexión tremendamente complicado. A partir de ahí como sindicato con tradición en la doble militancia y como sindicato de raíces socialistas comunes estamos preocupados y lo que vamos a intentar es aportar nuestro granito de arena para que el PSOE sea el partido de referencia de la izquierda. No obstante, a pesar de esa raíz común el sindicato tiene su propia autonomía.

-¿Ha mantenido conversaciones o reuniones en los últimos tiempos con Javier Fernández?

-Con el presidente del Principado estamos en contacto permanente por las problemáticas que hay en los sectores que nosotros representamos y de las que Javier Fernández es conocedor. Hace poco hemos estado con él por el problema del carbón, pero no tiene por qué haber ningún tipo de tensión porque no hay motivo para ello.

-Pedro Sánchez está dispuesto a volver a saltar a la arena y pelear por la secretaría del partido mientras se hacen manifiestos y se reivindica un congreso al que la gestora del PSOE no le ha puesto fecha. ¿Va a acabar esto como el rosario de la aurora?

-Sería un error que se generara más tensión. Es el momento del sosiego y del sentido común y no debería ponerse una tensión que sólo va a ir en contra del partido. No es bueno ni para el partido ni para la sociedad.

-Es de todos sabido que el PSOE es una gran familia pero. ¿Ve posible que haya divisiones, escisiones, traspasos o similar?

-Confío en que todo el mundo se sienta confortable dentro del PSOE y que no se produzca ninguna situación anómala que no va a favorecer a la sociedad ni a la organización política.

-Y para terminar, el Gobierno central habla de recuperación, de crecimiento en el empleo, de llegar al déficit que marca la UE… ¿cuál es la visión del sindicato respecto a la situación de España?

-La realidad de las empresas, de los trabajadores y de la sociedad es otra. Nosotros no vemos reflejado en el día a día esos datos bucólicos que el Gobierno presenta. Los empleos cada vez son más precarios cuando lo que reclamamos es empleo estable y de calidad y cada vez está más desaparecido. Hemos tenido una campaña las organizaciones sindicales en las que reclamábamos que nadie cobrara menos de 1.000 euros y ahora mismo estamos asistiendo en que es muy difícil superar el salario mínimo interprofesional para los trabajadores cuando en España hay trabajadores cualificados que pueden generar un gran valor añadido a las empresas y empresas que pueden generarlo para el país. Lo que no vemos son políticas acordes a que eso se desarrolle. Ha habido una reforma laboral tremendamente negativa, que iba a generar empleo y ordenar el mercado laboral y lo que se está viendo es que los datos de cotización a la seguridad social están bajando y los salarios están bajando, por lo tanto, puede decirse que no ha servido para nada. No sé como el Gobierno puede hacer esa arquitectura con los números pero realmente la percepción nuestra y de la sociedad es otra bien distinta.

-¿Habrá que movilizarse?

-Las movilizaciones no hay que dramatizarlas, deben primar las negociaciones y eso y la voluntad política de llegar a acuerdos deben ser la prioridad para todos. Evidentemente no se puede descartar nada, pero nosotros estamos en la idea de que no puede ser que haya un Gobierno que niegue la realidad y no quiera negociar unas condiciones de empleabilidad y unos rendimientos que nosotros estamos seguros que van a tener en la marcha del país.