La enmienda a la totalidad abre una brecha en IU con el grupo parlamentario

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

Ramón Argüelles y Gaspar Llamazares
Ramón Argüelles y Gaspar Llamazares

Llamazares acata la decisión aunque espera que no sea un «punto final a una política de intervención en Asturias» y Argüelles se cuestiona qué hubiera pasado se si sometiera la decisión al voto directo de la militancia

22 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El coordinador de IU de Asturias, Ramón Argüelles y su portavoz parlamentario, Gaspar Llamazares, comparecieron el martes cariacontencidos para explicar una enmienda a la totalidad al proyecto del presupuestos en la que en realidad no creían. Destacaron que la defenderán por respeto a las decisiones democráticas de la organización, pero el estrecho margen por el que se tomó esa decisión en el seno de la dirección (con dos votos de diferencia, 33 en contra la abstención frente a 31 a favor), el grueso de los argumentos sobre los que se apoyó esa nueva resolución (ante todo una reacción al hecho de que Javier Fernández, como presidente de la gestora del PSOE hubiera dirigido el viraje a facilitar la investidura de Rajoy en el Congreso) y la coincidencia en el tiempo con la determinación de la coalición en Gijón de sí dar paso con una abstención a los presupuestos de una formación tan conservadora como Foro en el gobierno municipal, dejaban a ambos dirigentes en buena medida desautorizados por sus propios órganos de dirección.

«No es una decisión que asuma con alegría, sería un hipócrita si lo dijera; es una decisión que corrige al grupo parlamentario pero que es democrática y la acataremos», destacaba Llamazares. Argüelles --que reconoció y elogió el trabajo realizado por el grupo parlamentario-- hizo suya su propuesta a pesar de que gran parte del diálogo tuvo lugar antes de que fuera elegido como coordinador general; manifestó que comprendía los argumentos de quienes sentían «desconfianza» ante el PSOE y la «continua aparición en la sombra» del PP ofreciéndose como alternativa. Pero añadió que «no me siento identificado con el tacticismo, con el ver qué dicen estos para ver qué decimos nosotros. No podemos estar mirando por el retrovisor, no somos la muleta del PSOE ni tampoco la de ningún otro partido».

En el aire está la problemática y aún sin resolver relación de IU con Podemos en Asturias. Fue aquí donde, aunque un apoyo mayoritario, un porcentaje mayor de militantes manifestó su rechazo a la coalición electoral en las elecciones generales. Ha sido en el parlamento asturiano donde se han dado más momentos de tensión entre ambos grupos. Si la votación que determinó la enmienda a la totalidad se explica en gran parte en clave interna, por ajustes de cuentas aún por cobrar entre distintas sensibilidades y corrientes en la organización, lo cierto es que morados e IU no dejaron de lanzar puyas mutuas incluso en la presentación de las enmiendas al borrador de presupuestos.

Durante la presentación de las iniciativas de su grupo, el portavoz de Podemos Asturies, Emilio León se refirió al resolución de IU de no abstenerse como «un revés para los que piensan que las políticas del PSOE se pueden modificar sin mantener una actitud rotunda». Y añadió que «es la oportunidad de mostrar una actitud firme y la votación interna de IU parece que apunta en esa dirección: que si el PSOE sólo hace guiños al PP no puede abstenerse».

Podemos presentará más de un centenar de enmiendas parciales. Aunque lo cierto es que una de ellas, la referida a una modificación del impuesto de Patrimonio tiene todas las papeletas para ser calificada como de totalidad por los servicios jurídicos de la cámara ya que altera el monto de ingresos del proyecto. A la hora de presentar la propuesta de IU para mantener la exención en sucesiones como está en la actualidad, Llamazares indicó que «nosotros no pretendemos que sea una enmienda parcial porque no lo es» y afirmó que «Podemos piensa que todo es susceptible de interpretación política pero el reglamento es el que es».

Para Llamazares la situación actual es una ocasión perdida y un «plan B» porque el «el plan A», que hubiera sido una negociación tripartita entre PSOE, IU y Podemos fue descartada en varias ocasiones por los morados. Primero al negarse a vincular la negociación en materia fiscal con los presupuestos y, ya iniciadas las conversaciones sobre las cuentas, con la insistencia de los morados en mantener reuniones bilaterales con el Gobierno y rechazar de forma reiterada una cita a tres bandas.  «La relación con Podemos no ha sido posible porque no han querido», señaló Llamazares quien lamentó que la, a su juicio, disgregación de fuerzas que se dió en la negociación, y que de haberse concretado hubiera supuesto un diálogo en pie de igualdad con la fuerza de los 14 diputados del PP frente a una suma igual de los 9 de Podemos y los 5 de IU. 

El portavoz afirmó que no tenía problema en respaldar la enmienda de los morados respecto al impuesto de Patrimonio pero retó a Podemos a ser recíprocos con la suya por «tener más problemas para coincidir con nosotros en sucesiones y respecto a las tasas ambientales».

Respecto al estrecho margen con el que se impuso la opción de evitar la abstención en el cónclave interno de la dirección de IU, Ramón Argüelles afirmó que se quedó «con la duda» de qué hubiera pasado de haberse sometido esa decisión al voto directo de la militancia. Expresó su intención de hacerlo en futuro y explicó que en esta ocasión no fue posible por lo apurado de los plazos porque para una votación de ese tipo «hay que hacerlo con tiempo, con organización y asambleas para que los militantes se encuentren bien informados».

Sobre la corrección que ha supuesto esta decisión para el grupo parlamentario, Llamazares indicó que los diputados «se deben a la dirección y cumplirán su mandato lo más activa y creativamente posible» pero advirtió que «no queremos que sea un punto y final a una política de intervención en Asturias».