170 acompañantes de buses escolares se quedan en la calle sin previo aviso

Graciela M. Camporro REDACCIÓN

ASTURIAS

MARTINA MISER

El colectivo denuncia que la nueva empresa encargada del servicio no ha subrogado a la plantilla. Algunas hicieron la ruta con sus sustitutos sin saberlo

24 ene 2017 . Actualizado a las 13:43 h.

Más de 300 mujeres en toda Asturias acompañaban a los niños en el autobús hacia el colegio hasta hace apenas un mes. Desde el pasado 9 de enero, 170 se han quedado sin trabajo. Denuncian que la nueva empresa encargada de llevar a cabo este servicio decidió contratar a nuevos empleados sin tener en cuenta a las trabajadoras que durante años realizaron esa tarea. Señalan además que a las acompañantes se les garantizó su continuidad y que no fue hasta el mismo día en el que se reanudaba el curso escolar cuando se dieron cuenta de que habían sido despedidas. CCOO asegura que, a pesar de que el convenio no lo contemple, la compañía tiene la obligación de subrogar al personal, según lo establecido en el Estatuto de lo Trabajadores. Este martes, sindicatos y trabajadores se concentrarán a las puertas de la Consejería de Educación para exigir al Gobierno que encuentre una solución a su problema.

Un despido que no llegaba

María Jesús Herrero llevaba siete años a cargo del autobús escolar del colegio Las Campas en Oviedo. El día 9 de enero fue a trabajar como un día normal tras la vuelta de vacaciones. Sabía que una nueva UTE formada por ALSA e Ilunion se encargaba ahora del servicio de acompañamiento en los autobuses, ya que el día 4 de enero les llamaron para pedirles todos los datos. Fue al llegar a su puesto de trabajo cuando se percató que otro joven se encontraba también en el autobús como acompañante. Una vez finalizada la jornada y después de haber hecho la ruta normal, se puso en contacto con la nueva empresa que le informó que ya no contaba con su servicio. Al parecer, desde el día 3 de enero se le había dado de baja a ella y otras 170 empleadas. «Me llamaron para meterme en una bolsa de trabajo, pero les dije que no porque continúo en el mismo colegio trabajando en el comedor. Además, cobrando 200 euros no me puedo permitir desplazarme lejos para ir a trabajar», afirma. Denuncia también que los nuevos contratados no cuentan con la formación pertinente y que muchos padres ya han ido a los colegios para mostrar su preocupación.

«En diciembre vimos que se ofertaban 400 plazas como acompañantes de alumnos en el autobús escolar y pedían certificado de discapacidad. Ahí nos dimos cuenta de que algo iba mal», señala Patricia García, otra de las trabajadoras despedidas, con más de cinco años de experiencia en el colegio Roces de Colloto. Como María Jesús, el 4 de enero recibió un mensaje de la nueva UTE en la que le pedían que facilitara sus datos personales, lo que le hizo pensar que continuaría. El día que se reanudaron las clases se levantó para ir a trabajar, pero antes de salir de casa recibió una llamada en la que la avisaban para que no fuera. «Nos dicen que la empresa tiene la obligación de subrogarnos. Además, nos nos avisaron con los días de antelación que marca la ley. Vamos a pelear para ver en que acaba la cosa», comenta.

Una concesión con polémica

La UTE formada por ALSA e Ilunion es la encargada desde enero de llevar a cabo este servicio en el transporte escolar, tomando el relevo de el grupo La Productora. A pesar de ello, no han querido contar con la asistencia de todas las trabajadoras que habían sido contratadas por la anterior compañía, algo que los sindicatos denuncian. El responsable de privada del sindicato de enseñanza de CCOO de Asturias, José Manuel Menéndez, señala que según el artículo 44 del estatuto de los trabajadores, la empresa tiene la obligación de subrogar a las empleadas, aunque el convenio no lo contemple. Comenta además que «si había cierto número de trabajadoras por un servicio, la cifra debe ser la misma. Por lo tanto, es desvestir un santo para vestir otro. No tiene sentido».

Por el momento, el sindicato ya se ha puesto en contacto con la Consejería de Educación, que ha preferido echar balones fuera. «Les pedimos una reunión, pero nos dicen que no se trata de sus trabajadoras, por lo que tenemos que hablar con la empresa. Es la consejería la responsable última porque se trata de un servicio que pone a disposición de los alumnos». Este martes a las once y media tendrá lugar una concentración en la Plaza de España para exigir a la administración una solución.