¿Como deberíamos llamar a las vacaciones escolares?

S.D.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

PEPA LOSADA

Castilla y León sustituye Navidad y Semana Santa por «primer y segundo periodo». SUATEA y Asturias Laica reclaman que en el Principado se llamen «invierno y primavera»

07 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Vacaciones de primer periodo y vacaciones de segundo periodo. Así llamará, a partir del próximo curso, Castilla y León a sus vacaciones escolares. Ese es el nombre que aparece en el último borrador de calendario negociado entre el Gobierno del PP y los sindicatos. Durante las conversaciones, quedó en el camino la implantación de organización de un modelo similar al de Cantabria, con cinco periodos diferentes, pero sí mantuvieron su intención de cambiar su denominación y limpiarla de connotaciones religiosas. Los cántabros son los pioneros en España en dividir el curso en cinco bloques pero, sin embargo, mantuvieron el apelativo tradicional. ¿Qué pasa en Asturias? En el Principado, los sindicatos fueron los primeros en España en exigir una organización nueva, basada en criterios pedagógicos y no en las fiestas religiosas. Ese proyecto también incluía un cambio de denominación. Pero el rechazo frontal de los padres acabó con la iniciativa en un cajón. 

Tanto SUATEA, uno de los mayores defensores de aquel revolucionario calendario con cinco bloques lectivos y cuatro periodos de vacaciones, como Asturias Laica son firmes defensores de la necesidad de enterrar las vacaciones de Navidad y Semana Santa. Ambos son partidarios de ligar su nombre a las estaciones del año y que, a partir de ahora, pasen a ser vacaciones de invierno, primavera y verano. No obstante, están abiertos a escuchar otras alternativas. Les gusta menos el ejemplo de Castilla y León, con primer y segundo periodo vacacional. Sin embargo, esta no fue la primera opción. La idea original en la comunidad vecina era pelear por los cinco periodos lectivos y disociarlos de las festividades religiosas. Hablan entonces de la semana del otoño, la del invierno, la semana blanca y la de primavera.  

La portavoz de SUATEA, Beatriz Quirós, quiere que se retome en el Principado el paquete completo, la organización del curso en base a criterios pedagógicos, tal y como sucede en otros países europeos, y además que se supriman las connotaciones religiosas. Quirós apuesta por una enseñanza pública, laica y de calidad y para aunar estos tres principios el proyecto del calendario es importante. José Luis Iglesias, de Europa Laica, no entra tanto en la parte del calendario como en su denominación. «Lo lógico es ligarlo a las estaciones del año. Eso sería lo más razonable. Hacia ahí tendríamos que evolucionar», explica Iglesias. Matiza, no obstante, que su organización no ha presentado ninguna iniciativa al respecto. Sí que ha adoptado otras medidas vinculadas, como reclamar que no se programen actividades o festividades religiosas en los centros, ya que eso pertenece a la esfera privada.

El debate se extiende a otras comunidades. Esta misma semana, Madrid rechazaba el modelo de vacaciones cada dos meses de Cantabria. El consejero de Educación del PP, argumentaba que prefería acordar una distribución de los días festivos «que vele por la conciliación familiar». Así que está dispuesto a estudiar alternativas intermedias, como juntas puentes o suprimir los exámenes de septiembre. Nada han hablado todavía de cómo llamarían a las vacaciones pero la mesa de negociación sigue abierta y va para largo, ya que sería para aplicarlo en el curso 2018-2019.

Beatriz Quirós mira con envidia todos estos movimientos. «Pudimos ser los pioneros y ahora nos estamos quedando atrás», lamenta. El problema, en el Principado, es que la nueva organización escolar chocó con el rechazo de los padres y la Consejería de Educación afirma que sin consenso no moverá ficha.