La Variante amenaza con quebrar el pacto PP-C's

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

Ignacio Prendes
Ignacio Prendes

Ignacio Prendes cree que las modificaciones pactadas por Fomento con Foro «hacen añicos» los compromisos firmados con su partido y exige conocer los informes técnicos

26 abr 2017 . Actualizado a las 18:05 h.

Con un gobierno en minoría, Rajoy firmó acuerdos con distintos grupos para garantizarse la investidura primero y la negociación presupuestaria después. Entre los aspectos pactados estaba la solución para la variante de Pajares y el problema es que el PP pactó a la vez una cosa con Foro Asturias (con quien concurrió en coalición) y otra no sólo distinta sino incluso contradictoria con Ciudadanos. Para dar satisfacción al único diputado de Foro en el Congreso --con una modificación de la vía en la variante cambiando el ancho ibérico a internacional o que provocará una previsible demora en la apertura de la infraestructura-- el PP ha terminado por enfadar a al grupo de Ciudadanos que cuenta con 32 escaños en el Congreso.

El diputado asturiano y vicepresidente primero de la mesa de la cámara, Ignacio Prendes, advirtió este miércoles de que el PP se había comprometido con los naranjas para que la variante estuviera en funcionamiento en este 2017 y que los cambios anunciados unidos a las últimas declaraciones del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, hacen «añicos ese compromiso y manda la Variante, una vez más, a un limbo temporal. Lo que representa un absoluto desprecio por los intereses y la opinión mayoritaria de la sociedad asturiana». Fuentes de Ciudadanos destacaron que esta modificación de la obra supone un importante obstáculo para la negociación de los presupuestos generales del Estado y si bien advierten de que no dan por rotas el diálogo, ya que esperan que puedan producirse cambios en las próximas semanas, el acuerdo se hace ahora más difícil.

Ignacio Prendes afirmó que su grupo ya ha reclamado los informes de Rentabilidad Económica y Financiera con los que trabaja el Ministerio de Fomento y que «exigirá con urgencia cuántos informes técnicos avalen este nuevo bandazo en la planificación del Ministerio, ya que si el cambio de trazado es una nueva ocurrencia de Fomento, es malo, pero si se trata de ceder a un capricho del señor Cascos, es aún peor».

Lo cierto es que incluso antes de que se iniciara la negocación de las cuentas del Estado y Fomento asumiera los requisitos de Foro (un cambio de vías que limita el uso de la variante a pasajeros y lleva a las mercancías a circular únicamente por la antigua rampa del puerto), De la Serna ya daba por seguro que la obra no estaría finalizada en diciembre de este 2017. Sin llegar a fijar ninguna fecha, el ministro afirmó en Oviedo que la circulación en pruebas de los trenes podría iniciarse a mediados de 2019. Pero estas previsiones saltaron por los aires con el cambio de vía. La reforma exige un cambio de la vía ya instalada (más de 20 kilómetros en ancho ibérico que habría que levantar) y también la redacción de nuevos proyectos. En la última semana, la consejera de Infraestructuras de Asturias, Belén Fernández y el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, se han enfrascado en un cruce de acusaciones sobre retrasos en los plazos. Al término de un encuentro celebrado entre ambos la semana pasada, Fernández aseguró que Fomento asumía que los cambios retrasarían la apertura hasta 2021. El martes en el Congreso, Gómez-Jurado aseguró que él nunca había hablado de esa fecha y sin llegar a precisar ninguna nueva afirmó que tratarían «en la medida de lo posible» ajustarse a los planes previstos. El portavoz del gobierno asturiano, Guillermo Martínez, aseguró en la mañana de este lunes que la consejera le había expuesto hasta en cuatro ocasiones al secretario de Estado que las modificaciones supondrían un retraso de cuatro años en las obras y «la respuesta fue el silencio, no sabemos si de conformidad o de resignación». 

Para el diputado de Ciudadanos, Ignacio Prendes, tampoco resulta factible que la obra se termine en las fechas previstas se se llevan a cabos los cambios de diseño. En este sentido, apuntó que la obra se arrastra desde hace ya varias décadas, con una inversión de más de 3.000 millones de euros, y que «una demora de cinco años en la puesta en funcionamiento de la Variante, es perder el tren de la recuperación para la economía asturiana».