«No rechazo que la virgen interviniera en la batalla de Covadonga»

Sergio Alejandro REDACCIÓN

ASTURIAS

Covadonga
Covadonga

El doctor García-Osuna aboga por la existencia de un enfrentamiento entre cristianos y musulmanes en Asturias en el año 722 pero no de las proporciones narradas en las crónicas

26 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Yo creo que la batalla de Covadonga fue un hecho real». Con esta frase lapidaria resume José María Manuel García-Osuna Rodríguez su pensamiento acerca de la contienda, cuya veracidad es puesta en tela de juicio por muchos eruditos actualmente. El médico e historiador leonés, asentado en Avilés, es autor de hasta 193 trabajos de historia, 77 conferencias sobre la materia e, incluso, dos libros. La última de sus conferencias ha tenido lugar en la Biblioteca Municipal de La Luz (Avilés), donde se ha sumergido en un tema que afecta especialmente a los asturianos y su pasado como es el de la expulsión de los musulmanes en Covadonga.

Su vasta experiencia en el campo de la historia le permite tratar asuntos de distintas épocas y temáticas, tales como la vida de Fernando el Católico o la famosa batalla de las Navas de Tolosa, que son el leitmotiv de sus dos obras publicadas. Sin embargo, en este caso, el debate en el cual se adentra es: ¿existió realmente la batalla de Covadonga?

Según afirman muchos expertos como Claudio Sánchez-Albornoz o José Luis Corral, el evento que durante tantos siglos ha dado relumbrón a la historia asturiana es, en realidad, una invención del rey Alfonso III el Magno. Pero, en el otro extremo de las opiniones, García-Osuna apuesta por una existencia innegable del enfrentamiento y se desmarca de la corriente predominante en los últimos tiempos: «No estoy de acuerdo con la desmitificación que intentan llevar a cabo algunos historiadores».

El médico leonés basa su posición en diferentes argumentos: por un lado, cree que «algo pasó en la zona de Covadonga para que los musulmanes quisieran marchar de este territorio» y los cristianos, con el devenir del tiempo, comenzasen a recuperar el terreno perdido; por otro lado, teniendo en cuenta la oleada ideológica que creía posible una Reconquista la cual se expandió por el Reino de León años después de la supuesta batalla, García-Osuna considera «innegable» la presencia de un hecho previo que funcionase como desencadenante. El pensamiento de resurgimiento del poder cristiano en la Península Ibérica fue insuflado por los monjes mozárabes rechazados por los musulmanes y por la Crónica de Alfonso III, la cual intentan refutar otros conocidos historiadores. Además, «como cristiano católico», García-Osuna no descarta una intervención divina en la batalla de Covadonga e insiste en que no será él «quien diga que no tuvo parte de milagro».

Sin embargo, el doctor también recalca que no todas las informaciones que hemos heredado de la contienda son veraces, pues niega «que fueran 40.000 musulmanes» los derrotados por el Pelayo. Pero insiste en que «se trata de un tema cuantitativo, de ningún modo cualitativo», puesto que, aunque el número de participantes en la batalla no se sabe, lo que es, según él, irrefutable es que hubo algo que tambaleó por primera vez los cimientos de la sociedad musulmana de la Península. Además, señala que don Pelayo ni siquiera fue rey, sino que el primer monarca del reino astur fue Alfonso I. De hecho, también apunta que este primer miembro de la dinastía ni siquiera era asturiano, sino cántabro, teniendo en cuenta que «por aquel entonces no existía una única Asturias, sino que eran varias y se extendían hasta la actual Cantabria», entre otros puntos.

El médico e historiador, que se considera «nacionalista leonés», aprovecha cuando puede su posición para reivindicar su opinión acerca del yugo al que, según sus ideas, está sometido León a Castilla. Por eso, reitera en varias ocasiones que niega «la existencia de la Corona de Castilla y todo lo que representa la estructura castellanista» porque considera que «el reino de León aún existe».