Así era la trama de los Fernández: maletines con 800 billetes de 500 euros, pagos en bares, dinero negro...

JUAN M. ARRIBAS REDACCIÓN

ASTURIAS

Un informe de la UCO desentraña las actividades de Fernández Villa, Juan Antonio Fernández, Jose Manuel Fernández y de Postigo

07 jun 2017 . Actualizado a las 11:22 h.

Un informe de la UCO, la unidad de la Guardia Civil, ha desentrañado la trama urdida a través de las obras del geriátrico de Felechosa y que ha desembocado en la Operación Hulla. El dosier asegura que José Ángel Fernández Villa y José Antonio Postigo dispusieron de cerca de 2,5 millones en dinero negro, que Postigo y el constructor Juan Antonio Fernández se apropiaron presuntamente de aportaciones económicas del Montepío, que las comisiones se pagaban en un bar de Lena propiedad del constructor y que el asesor fiscal del Montepío, José Manuel Fernández, se encargó personalmente de acudir hasta un banco para regularizar los miles de euros que Villa y Postigo guardaban en sus casas: un maletín de 800 billetes de 500 euros y otros 450 de 200 euros. Dinero que habría sido repartido también entre la familia de Villa en varias cuentas. El arquitecto Manuel Sastre habría firmado las certificaciones de las obras y cobrado 320.000 euros desde 2011 a 2013. La amnistía fiscal a la que se acogieron tanto Villa y Postigo fue la pista clave por la que se colaron los investigadores. 

La UCO acredita que Villa y Postigo sumaron 2,3 millones en dinero negro, según publica hoy el diario El Comercio. Casi 1,4 corresponderían al exsecretario del SOMA y otros 900.000 a Postigo. En este último caso, la Guardia Civil cree que la cantidad puede ser superior. A la UCO le llama la atención que las facturas de luz, agua o gas del expresidente del Montepío no fuesen pagados mediante movimientos bancarios ni se extrajese dinero de tarjetas de crédito. José Manuel Fernández fue la persona que aconsejó a ambos acogerse a la amnistía fiscal, la piedra angular que ha ido desmadejado la trama. Nadie pensó entonces (ni el presunto asesor, ni la familia de Villa) que aflorar semejantes cantidades y ocultar sus orígenes era una tarea imposible. Que la herencia de la madre de Villa (apenas 30.000 euros) no podía ser el germen de la fortuna oculta de Villa. Y que el dinero aministiado de Postigo (unos 400.000 euros entre él mismo y su hija) podrían provenir de ahorros personales.  

El asesor tenía una cuenta en el banco de Uría. En esa sucursal, según la UCO, se realizaron ingresos en cuatro cuentas que implican a la familia de Fernández Villa. 500.000 euros fueron presuntamente para el exsindicalista, 400.000 euros para su mujer y 150.000 euros para cada uno de sus dos hijos. El exsecretario general habría ingresado además otros 150.000 en productos financieros. De Postigo aseguran que se gastó más de 152.000 euros en operaciones inmobiliarias, en productos financieros invirtió cerca de 250.000 euros y otros 90.000 euros que se desconocen.

La UCO también profundiza en los fuertes lazos de amistad entre Postigo y Juan Antonio Fernández, el propietario de la empresa Alcedo de los Caballeros, la constructora del geriátrico de Felechosa. Como ya público La Voz de Asturias, la empresa de Fernández facturó 38 millones de euros en varios proyectos del Montepío. «Estos vínculos propiciaron que además de la obra de la residencia, muchos de los proyectos del Montepío terminaran en manos de Juan Antonio Fernández a través de las sociedades que controlaba», corrobora el informe publicado por El Comercio.

La Guardia Civil sostiene que Fernández obtuvo por el geriátrico un beneficio neto de siete millones de euros. Y añade que «existen indicios que señalan cómo José Antonio Postigo, con la participación de Juan Antonio Fernández, se habría presuntamente apropiado de 361.080 euros de una aportación económica realizada por Repsol al Montepío. Esta aportación de Repsol no era más que unos ingresos extraordinarios de los que el Montepío se podría haber nutrido. Sin embargo estos fondos se trasvasan sin aparente justificación a la empresa POSFER, sociedad controlada por Juan Antonio Fernández, justificándose como contraprestación a la obra civil que ya antes se había abonado a cuenta de las certificaciones de obra de la residencia de Felechosa con fondos procedentes de la subvención».

La UCO, según el testimonio de los testigos, mantienen que las presuntas comisiones ilegales por las obras (el coste total del geriátrico ascendió a 32 millones) se pagaban en efectivo en un bar de Pola de Lena propiedad de Juan Antonio Fernández. Sería el sello final a la trama de los Fernández que se sigue instruyendo en un juzgado de Oviedo.