El mismo trabajo y sueldos peores, el personal de urgencias está en huelga

Susana D. Machargo REDACCIÓN

ASTURIAS

Huelga de médicos y enfermeras Servicio de Atención Continuada (SAC), en Atención Primaria.Huelga de médicos y enfermeras Servicio de Atención Continuada (SAC), en Atención Primaria
Huelga de médicos y enfermeras Servicio de Atención Continuada (SAC), en Atención Primaria

La plantilla del SAC exige la equiparación de sus condiciones laborales con el resto de médicos y enfermeros que realizan idénticas funciones. Califican de «abusivos» los servicios mínimos

10 jun 2017 . Actualizado a las 12:08 h.

El Martes de Campo un enfermero del Servicio de Atención Continuada (SAC) trabajó en el centro de salud de La Corredoria. Ese mismo día un enfermero del Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) cubrió el servicio en el ambulatorio de La Lila. Los dos realizaron la misma función aunque pertenecen a cuerpos profesionales que se llaman de manera distinta. El de la Lila cobró el complemento por día festivo. El de La Corredoria no. En Pola de Siero, dos enfermeras comparten turno de urgencias en el centro de salud. Una es SUAP y la otra SAC. No perciben el mismo salario. La deuda acumulada de los últimos 12 años por los profesionales que integran el SAC, que en la actualidad están a la cola en derechos, se calcula en miles de euros. Solo en concepto de productividad fija un médico del SAC ha cobrado 31.000 euros menos que un colega que desempeña las mismas funciones. En el caso de las enfermeras la diferencia es de 25.000 euros. Estos ejemplos recogen las principales razones por las que los 240 profesionales del servicio han comenzado una huelga de tres días. Es solo el primer paso. Están dispuestos a llegar hasta los tribunales si es necesario para acabar con los agravios. Consideran que 12 años de paciencia son más que suficientes para demostrar su buena voluntad.

El Servicio de Salud del Principado (Sespa) no se lo está poniendo fácil. No solo no se concreta la negociación para mejorar sus condiciones. Además, los servicios mínimos establecidos han enconado el enfrentamiento. Uno de los portavoces del colectivo, Luis Vega, de Usipa, explica que son «abusivos». De hecho, son tan altos que es complicado determinar el seguimiento. En la jornada de hoy viernes en el área IV, de los 27 enfermeros de urgencias en Atención Primaria tenían que trabajar 26. La única exenta era una profesional de Lugones con una jornada de cinco horas. «Nuestra propuesta era que en horarios de máxima afluencia los servicios fuesen altos y en el resto de horarios no, que en esas horas de más bajas afluencia se concentrase la atención y se pudiese cerrar algún centro. Pero a la administración lo único que le interesa es que no se sepa que hay una huelga», lamenta Vega. La plantilla cree que el Sespa solo está preocupado por la imagen que transmite a los pacientes y que ha demostrado con la planificación «un tremendo desconocimiento de cómo funcionamos».

Aún así, los profesionales del SAC están convencidos de que no hay vuelta atrás y de que ha llegado el momento definitivo de conseguir la equiparación. Durante toda la jornada, han repartido unos folletos explicativos a los pacientes, en los que cuentan su situación y los motivos por los que se movilizan. Precisan que todas las urgencias reales serán atendidas pero agradecen al resto de usuarios de los centros de salud que pidan consulta para el lunes. Les explican que es una huelga «por la dignidad profesional» porque su labor es tan importante como la del resto. La huelga que han convocado se extiende entre el 9 y el 11 de junio, de viernes a lunes, los días en los que su función es más visible al no existir consultas ordinarias.  

Dignidad profesional 

Lo que reclaman no es un aumento de sueldo. La mejora retributiva es una consecuencia. Lo que piden es esquipararse al resto de médicos y enfermeras que realizan las mismas tareas. Las Urgencias en la Atención Primaria asturiana se fueron creando y estructurando a medida que surgían nuevas necesidades. Esto ha provocado que convivan tres cuerpos profesionales diferentes, el SAMU, el SUAP y el SAC, el último en crearse -en 2005- como unidad de refuerzo. Hasta el año pasado, cada uno tenía condiciones socioeconómicas distintas. Pero en 2016, una negociación laboral consiguió equiparar a los profesionales del SAMU y del SUAP. Pero los del SAC, atónitos, quedaron fuera. Tras un año esperando que llegara su turno, se han dado cuenta de que es necesario incrementar la presión. Ni siquiera el acuerdo adoptado por unanimidad por la Junta General exigiendo la mejora de sus condiciones se ha cumplido.

No solo es una cuestión económica, aunque esa parte es fundamental. También hablan de abordar aspectos organizativos. Luis Vega se refiere a lo que denominan «cartelera», que son sus calendarios de trabajo. Los SUAP la tienen organizada con meses de antelación. Los SAC van de salto en salto, ya que tienen que esperar a que los médicos de Atención Primaria decidan sus días de guardia, porque ellos también participan en el servicio. Vega explica que tendrían que trabajar todos como un único cuerpo, con las mismas funciones, los mismos uniformes, los mismos sistemas de turnos y descansos y, por supuesto, los mismos salarios. Todos deberían estar bajo el órgano de coordinación de la atención de urgencias y emergencias. Aunque desde noviembre, en teoría, ese es el paraguas bajo el que ya trabajan tanto SAMU como SUAP, Vega precisa que no es así y que continúa sin haber una reorganización real. A ellos también les han dejado al margen.