Nuevos recortes en educación: menos intérpretes de lengua de signos y docentes de Religión

S.D.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

El colectivo de intérpretes de lengua de signos, en una manifestación educativa.El colectivo de intérpretes de lengua de signos, en una manifestación educativa
El colectivo de intérpretes de lengua de signos, en una manifestación educativa

La consejería elimina, el último día del curso, profesores de la asignatura religiosa en 15 centros y reduce 2.672 horas de apoyo a los alumnos sordos

30 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos colectivos se han puesto en pie de guerra apenas 24 horas del final del curso: los docentes de Religión y los intérpretes de lengua de signos. Los primeros denuncian que la Consejería de Educación, de manera inesperada y fuera del plazo de alegaciones de los colegios e institutos, ha comunicado a las direcciones recortes en la plantilla. ANPE tiene constancia de, al menos, 15 jornadas completas que pasan a medias. Por su parte, los intérpretes han conocido alarmados el pliego de contratación del servicio para el próximo curso publicado por el Boletín Oficial del Principado (BOPA) que supone una reducción de casi 2.700 horas anuales, lo que compromete la comunicación oral de los estudiantes sordos, con discapacidad auditiva o sordociegos. Ya conocían la intención de la administración pero esperaban que recapacitara. Habrá alumnos que solo tendrán intérprete dos horas al día.

Religión

La actuación del Gobierno del Principado ha cogido por sorpresa a los profesores de Religión, ya que la propuesta inicial mantenía la plantilla del curso pasado. Sin embargo, ANPE denuncia que la consejería se ha valido de una argucia. Ha utilizado la notificación en la que responde a las alegaciones presentadas por los directores en otras apartados para notificar la reducción horaria de los docentes de Religión, que pasarán de una jornada completa a media. En la última semana, el sindicato ha recibido reclamaciones de 15 centros diferentes que se han enterado de este modo. Educación no ha informado previamente al comité de empresa ni a las centrales sindicales. «Se intenta hacer ahora, en estos días de finalización de curso, fuera del periodo de alegaciones, vulnerando la posibilidad de reclamar en un tiempo determinado, ya que no se establece de forma oficial otro periodo», insiste.

Ante el revuelo que se ha montado, la consejería ha convocado una reunión para la próxima con los representantes sindicales de los profesores de Religión, que reclaman a la Administración que mantenga la propuesta inicial de plantilla y no este recorte de última hora. ANPE explica que no hay ninguna razón que lo justifique. Argumenta que los números de matrícula son casi idénticos al curso pasado y ponen algún ejemplo. Habla de centros de Infantil y Primaria, unos con más de 150 alumnos y otros con más de 200, con una cifra idéntica a la del curso actual, en los que se reduce la docencia. 

Utiliza más argumentos. Recuerda que muchos profesores completan su horario con otro tipo de tareas dentro de los colegios, con tareas de apoyo que son necesarias y que ahora quedarán sin cubrir.

Intérpretes

«La labor que prestamos los intérpretes en las aulas asturianas resulta indispensable para garantizar la inclusión y el desarrollo integral del alumno sordo», comenta el colectivo ILSE (Intérprete de Lengua de Signos en Lucha), que calcula que el próximo año habrá 2.672 horas menos. Los intérpretes explican que durante los últimos cinco años la consejería seguía contratando el mismo número de horas, a pesar de que había un aumento el alumnado. Esto suponía un problema porque, al estar subcontratado, las condiciones firmadas con la empresa que se había hecho cargo del servicio no permitía aumentar la atención. Tras mantener una reunión para buscar soluciones, en principio, Educación se había comprometido a volver a convocar el concurso y mejorar estas condiciones. La sorpresa ha sido grande cuando han comprobado que el resultado es justo el contrario.

De hecho, aseguran que esto se traducirá en «la reducción o eliminación de un recurso que resulta fundamental para garantizar el acceso de los alumnos al currículo educativo y que afecta al alumnado sordo con familiares sordos, al alumnado sordo con plurideficiencia o al alumnado sordo con familiares oyentes que saben lengua de signos». Recuerdan que la Ley 27/2007, de 23 de octubre, reconoce las lenguas de signos y regula los medios de apoyo para la comunicación oral. Esta normativa indica que la lengua de signos es la vehicular en el aula para los estudiantes sordos. «¿Cómo va a ser vehicular si solo cuenta con un intérprete dos horas al día? ¿Y el resto de su jornada lectiva?», se preguntan.

Con esas 2.672 horas menos, no solo se reduce el tiempo en el aula, también el tiempo que se dedica a la coordinación y que en este caso es vital. Los intérpretes tienen que signar materias que abarcan desde Biología a Matemáticas,... por lo que necesitan establecer pautas previas de actuación con los docentes de esas áreas. «¿Cuándo vamos a preparar los materiales necesarios?», cuestionan al Principado.

El colmo son sus condiciones laborales. La gestión privada del servicio ha implicado que muchos no lleguen ni a los 400 euros al mes y que no consigan acumular antigüedad, ya que les despiden cada verano. «En algunos casos hay profesionales que tras una década trabajando han pasado de cobrar 1.000 euros a solo 350 euros. Es del todo inaceptable que la consejería siga fomentando unas condiciones como estas», denuncian.