La escuela asturiana, entre las más segregadoras por riqueza

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

ASTURIAS

Un informe señala al Principado entre las comunidades con mayor tendencia a la «elitización» de colegios y separación de familias de más renta

08 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias está a la cabeza de las comunidades más segregadoras en la escuela en función del nivel socioeconómico de las familias, no se trata de que los colegios de la comunidad distingan de forma generalizada a los alumnos por el estatus social o de renta pero sí que los grupos con mayor adquisitivo se han separado del resto de forma más acentuada. Hay un grado de segregación en la élite en función de la riqueza mucho más elevado en Asturias que en otras comunidades autónomas, aunque aún lejos de Madrid, el territorio con las diferencias más acusadas, tantas que superan con mucho las cifras medias de la Unión Europea, llegando a niveles inéditos en el continente y que sólo se registran en Hungría o Rumanía.

Así lo refleja el estudio «Magnitud de la segregación escolar por nivel socioeconómico en España y sus Comunidades Autónomas y comparación con los países de la Unión Europea», elaborado por F. Javier Murillo y Cynthia Martínez-Garrido y que ha sido publicado en la Revista Sociología de la Educación RASE de la Universidad de Valencia. Este estudio toma como referencia dos variables fundamentales, por una lado, el denominado índice de Gorard (G) «que se define como 'la desviación proporcional de los estudiantes del grupo minoritario con respecto a una completa distribución de la pobreza'»; además se añade a la investigación el índice de Aislamiento (A) que «se estima como la probabilidad de que un miembro del grupo minoritario se encuentre en su escuela con otro miembro de su mismo grupo».

A la hora de comparar la situación de las escuelas de las diferentes comunidades autónomas y también lo que ocurre en distintos países de la UE, el informe señala que Asturias aparece en el grupo de comunidades con segregación escolar por nivel socioeconómico alta en ambas variables, 0,35 para el índice Gorard y 0,31 en el índice de Aislamiento, junto con territorios como Madrid, Cataluña o Canarias. El estudio distingue cuatro bloques de alumnos en función del nivel socioeconómico y cultural, apareciendo Asturias en el grupo en el que las diferencias entre el 25% con menor nivel y el 25% de mayor son más amplias. Así, señalan que «este hecho que, como luego veremos, no se da en todos los países, pero si en todas las Comunidades Autónomas españolas, indica que la segregación para los estudiantes con familias con mayor nivel socioeconómico es mayor que para las de menor. Lo que habla de una tendencia a la segregación «por arriba» del sistema educativo español, es decir, a la 'elitización' del mismo». Y lo es de forma singular en Asturias donde los grupos más afortunados estudian de forma muy separada del resto.

Los autores también destacan que «España es uno de los países con el sistema educativo más segregado de toda la Unión Europea, y muy alejado de los países de su entorno más cercano» a la par que las diferencias entre las comunidades autónomas son también muy elevadas. Así, señala que Baleares o Galicia presentan unos índices de muy baja segregación, similares a los de países nórdicos como Suecia o Finlandia, «los países con menor segregación de Europa y, con ello, del mundo» mientras que la Comunidad de Madrid registra una segregación «altísima, entre Hungría y Rumania, los dos países con más segregación de la Unión Europea». En el caso de Asturias, en la tabla que compara a las comunidades autónomas con otros países, aparece en posiciones similares a las de Estonia, Croacia, Portugal o Lituania, y justo un puesto por debajo de la media de la UE.

Los autores son muy críticos con las causas que provocan estas carencias de equidad y apuntan que en el caso más extremo, el de Madrid, tienen su origen en políticas educativas dirigida a formentar «decididamente la competencia entre centros y la libre elección por parte de familias y estudiantes». Entre ellas citan el establecimiento de un distrito único «por el cual las familias pueden elegir libremente el centro entre todos los de la región, o la publicación de rankings de centros atendiendo a los resultados de pruebas estandarizadas externas en centros de Educación Infantil y Primaria y de Educación Secundaria». También señalan la incidencia en la segregación de alumnos «la discutida política de creación de centros bilingües que está generando que procesos de selección implícitos por los cuales los niños, niñas y adolescentes con más recursos asisten a este tipo de centros, dejando a los que más dificultades tienen fuera de los mismos». Además apuntan que en la capital se ha fomentado más que en otros territorios la escuela privada.

Así, el informe destaca también en sus conclusiones que «la segregación escolar es un poderoso mecanismo para impedir la igualdad de oportunidades real entre todos los estudiantes; así como el mejor medio para fomentar la segregación y las desigualdades sociales. Cierto es que una gran parte de la segregación escolar es consecuencia directa de la segregación residencial; mal que afecta a prácticamente todas las ciudades de España».