La «trama asturiana» del espionaje a Ayuso: una ex y un desmentido

Juan M. Arribas

ASTURIAS

08 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Asuntos muchos más importantes han desplazado del foco de la actualidad los líos internos del Partido Popular que, apenas hace unos días, hicieron caer a Pablo Casado tras sugerir que el hermano de la la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se había beneficiado de su parentesco en contratos de la comunidad para la adquisición de mascarillas. Pero en el juego de filtraciones, traiciones y cambios de chaqueta dentro del partido, no han terminado de ajustarse las cuentas.

En la búsqueda de quién pudo participar en la delación sobre las supuestas irregularidades, los ayusistas pusieron el foco en alguien cercano al entorno de Casado señalando al alcalde de un pequeño municipio de Ávila, Juan Díaz, primer edil de Higuera de las Dueñas, y así fue publicado en el diario digital El Español dirigido por Pedro J. Ramírez. Ocurre que Juan Díaz es el actual marido de Gema Ruiz, que fuera esposa del exministro de Fomento, el asturiano Francisco Álvarez-Cascos, con quien tuvo varios hijos. Uno de ellos, Alfonso Álvarez-Cascos (que tiene un parecido físico asombroso con su padre) milita en el PP; afiliado en el distrito de Chamberí y asiduo de la sede local.

Tras la publicación de ese señalamiento, el nuevo marido de Gema Ruiz respondió con un comunicado publicado en redes sociales en el que negaba de forma taxativa ser el responsable de las filtraciones y calificó de «difamación» e «información maliciosa sin pruebas» el hecho de que se le atribuyera que desde su puesto de trabajo en un banco hubiera accedido a datos sobre las contrataciones de Tomás Díaz Ayuso, el hermano de la presidenta.

Se da la circunstancia además de que, de forma involuntaria, Juan Díaz es un icono de los memes de internet ya que se trata de la persona que aparece a la izquierda de una famosa imagen en la que un grupo de militantes populares, con unas cuantas primaveras a sus espaldas, jalean a su líder con carteles de «jóvenes con Rajoy» y que ha despertado la hilaridad de las redes sociales desde hace al menos un lustro por el crudo contraste entre la mocedad de las pancartas y la madurez consolidada de quienes las empuñaban. 

Otra carambola totalmente impredecible y que puede terminar con ramificaciones asturianas de forma indirecta tiene su origen también en una publicación en la prensa cercana a la presidenta madrileña. Días atrás, el ABC se hizo eco del despido inminente (el próximo 1 de abril cuando termina su contrato) de Fran Hervías como empleado del PP.

Hervías, que fue secretario general de Ciudadanos y saltó de partido en plena polémica de moción de censura en Murcia lo negó también de forma taxativa. El que fuera mano derecha de Albert Rivera se presentó en la Génova de Pablo Casado como máximo conseguidor de cambios de lealtades para hacer que algunos dirigentes y cuadros naranjas se pasaran al PP. Hervías fue un actor importante en las negociaciones que cuajaron en el pacto entre Alfredo Canteli e Ignacio Cuesta para gobernar el Ayuntamiento de Oviedo; y en meses pasados visitó el grupo parlamentario del PP asturiano en la Junta General despertando todo tipo de especulaciones sobre si más dirigentes naranjas cambiarían de chaqueta al azul.

La polémica fue tan encendida que terminó con la renuncia de la anterior portavoz de Ciudadanos en el parlamento asturiano, Laura Pérez Macho y el ostracismo interno de Armando Fernández Bartolomé que pidieron en vano amparo a Inés Arrimadas en su denuncia de una trama para descabezar el partido. Cuesta siempre lo negó, quizá si Hervías sale de la ecuación cualquier posibilidad de que fuera cierto el cambio haya terminado de truncarse.