Cuenta atrás y reequilibrio de fuerzas en la izquierda para sumar en Asturias

L.O.

ASTURIAS

F. Sotomonte

Podemos e IU preparan sus bazas para la composición de la lista de las elecciones generales

07 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Siempre separados en las elecciones autonómicas, Podemos Asturies e Izquierda Unida de Asturias han tenido que acudir juntos desde los comicios generales de 2016. Siempre obligados desde las instancias centrales porque en la comunidad las relaciones han sido más de tensión que de entendimiento. Todo apunta a que en las elecciones del próximo 23 de julio ambas fuerzas compartirán de nuevo la misma lista electoral pero en una situación de partida completamente distinta a la de años anteriores.

Hay poco movimiento en Asturias todavía respecto a una posible alianza en el seno del proyecto Sumar de Yolanda Díaz porque las organizaciones están a la espera de que cuaje un acuerdo a nivel federal. Algo nada sencillo y que se negocia en Madrid a cara de perro y además en una situación de apuro y cuanta atrás. El acuerdo (o desacuerdo) tendrá que fraguarse necesariamente en las próximas 24 o 48 horas. Y después será el turno de los territorios.

En IU lo que tienen claro es que en esta ocasión deben ser ellos quienes lideren la lista después de los resultados de los comicios autonómicos de mayo (en los que la coalción aumentó su representación en la Junta hasta los tres escaños mientras los morados se quedaron con uno solo). Con todo aún no se habla de nombres, dentro de la coalición se celebraría un proceso de primarias pero incluso así se podría dar cabida para liderar la candidatura a un, o una, independiente.

En años pasados la lista la encabezó Sofía Castañón, actual secretaria general de Podemos Asturies y que lleva meses apartada de la primera línea política por razones de salud. Castañón se impuso en las primarias orgánicas del partido, una votación de puro enfrentamiento sin tregua con el exdiputado Daniel Ripa; pero su sector perdió en el proceso para elegir la candidatura regional, en la que se impuso Covadonga Tomé. Aunque las distintas corrientes del partido trataron de limar asperezas en la campaña de mayo sus relaciones están completamente rotas.

Covadonga Tomé sí se postuló de forma explícita a favor de la integración, o al menos, la participación cordial con el proyecto de Sumar. Y es algo que ha despertado choques entre sus adversarios dentro del partido en Asturias. En todo caso, quien tiene una relación ya establecida y plenamente funcional con Sumar en Asturias es Izquierda Unida y la ministra de Trabajo se involucró en la campaña asturiana pidiendo el voto para su candidato a la alcaldía de Mieres (que revalidó), Aníbal Vázquez.

En IU de Asturias no pueden evitar sentir una sensación, contenida de cara a las declaraciones públicas, de revancha histórica y justicia poética. La organización asturiana, que mantuvo en estos años una dura lucha por mantener su propia identidad, llegando a colisionar con la organización federal, para no diluirse en Podemos pasó momentos de humillación en las primeras elecciones en las ambos partidos tuvieron que acudir unidos.

En el año 2016, los morados estaban muy fuertes y relegaron, con la complacencia de la dirección federal, al coordinador general de Asturias, Manuel González-Orviz al número tres de la lista, sin posibilidades de obtener el escaño. Tres años después, su portavoz en el parlamento asturiano (y una de sus principales bazas electorales), Gaspar Llamazares, abandonaba el partido para evitar plantear un pulso catastrófico a la coordinadora federal. En la actualidad Llamazares lideró la lista al Ayuntamiento de Oviedo con un gran resultado en los comicios municipales, no sólo habiendo recuperado la representación en el consistorio (que se había perdido) sino logrando tres concejales.

Aunque ambas organizaciones comparten muchas luchas y objetivos, sus culturas políticas son completamente distintas. Al menos en Asturias. Y lo que vaya a pasar en las próximas horas o días, es una incógnita para muchos de los involucrados.