Más de 3.000 accidentes cerebrovasculares al año: la triste estadística que encabeza Asturias

Manuel Noval Moro
Manuel Noval Moro REDACCIÓN

ASTURIAS

Unas 110.000 personas sufren un ictus en España cada año
Unas 110.000 personas sufren un ictus en España cada año istock

Los ictus afectan cada vez a personas más jóvenes: la incidencia en personas entre 40 y 65 años ha aumentado un 20% en los últimos veinte años. Sergio Calleja, coordinador de la unidad de ictus del HUCA, recomienda más hábitos saludables y medidas públicas para aminorar las desigualdades sociales, que son un determinante clave

11 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias se ha situado, según los datos más recientes, como la comunidad autónoma con mayor incidencia bruta en accidentes cerebrovasculares. Según el neurólogo y coordinador de la unidad de ictus del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Sergio Calleja Puerta, el principal determinante de esta cifra es la edad. A medida que aumenta la edad, con ella se incrementa el riesgo de sufrir un ictus, y el Principado tiene una población muy envejecida. De hecho, cuando los datos se relativizan respecto a la edad, la región se aleja de esa poco halagüeña primera posición.

No obstante, cabe profundizar un poco más en las razones por las que aparecen los ictus. Calleja señala como factores importantes el sedentarismo, la alimentación inadecuada, la hipertensión, la diabetes, el colesterol, la obesidad o el tabaquismo. En estas otras causas también puede estar la alta tasa de incidencia en la región. Asturias ocupa el quinto lugar en tasa de obesidad en España, y además es una comunidad donde se fuma mucho. Y no hay que obviar, según Calleja, un factor importante: la contaminación ambiental, que durante muchos años fue considerablemente alta en Asturias. Y hoy en día, sigue siendo todavía alta en algunas zonas.

El barrio ovetense de Ventanielles: la tormenta perfecta

Un trabajo de investigación reciente demostró que la incidencia de ictus en el barrio de Ventanielles era mucho más alta que en el resto de la ciudad de Oviedo. «No nos sorprendió, porque en la salud vascular hay determinantes socioeconómicos». Ventanielles es el barrio de Oviedo con el nivel de renta más bajo, y en los sitios más desfavorecidos «tienden a tener más ictus».

Hace unos años, se publicó una estadística acerca de obesidad infantil que reflejaba que el porcentaje de niños que la sufrían en Ventanielles era del 12 por ciento, frente a poco más del 4 por ciento en zonas más favorecidas. «Si desde los cinco o los ocho años estás machacando los vasos sanguíneos, es normal que cuando seas adulto tengas más propensión a los accidentes vasculares», señala Calleja.

Aquí también influía poderosamente la contaminación. Ventanielles está entre los barrios más contaminados, a causa del tráfico de la autopista. Así lo constata la estación de medición del palacio de los deportes. Entonces, se produce «una tormenta perfecta en la que concurren muchos factores para que sea una zona muy vulnerable no solo desde el punto de vista socioeconómico sino también de la salud».

Este estudio y sus conclusiones llevan a otra consideración, según el neurólogo. «Desde el punto de vista de la prevención vascular, son importantes los hábitos individuales como comer bien, hacer ejercicio o vigilar la tensión, pero también lo son la acción política y legislativa en ese sentido». En su opinión, el municipio debe preocuparse de la contaminación, de desarrollar zonas verdes, carriles bici, etcétera, y también de fomentar la convivencia, por ejemplo con los centros sociales que sirven para evitar la soledad, que es también un factor que atenta contra el bienestar físico: «todo contribuye de manera decisiva a cambiar la salud de la población».

Y así como las leyes antitabaco introdujeron un cambio muy importante que bajó la tasa de fumadores y las enfermedades derivadas del tabaco, cree que debería hacerse lo mismo con la alimentación saludable. Por un lado, promover los productos sanos de alguna manera, ya que la inflación ha supuesto un golpe en el poder adquisitivo de productos sanos para una parte de la población. Por otro, tratar de reducir el consumo de comida poco saludable, y una opción sería gravar con impuestos los productos insanos como las bebidas azucaradas o los alimentos menos saludables.

Una de las principales preocupaciones en la unidad de ictus es la presencia de población cada vez más joven. En los últimos 20 años, el segmento de edad comprendido entre los 40 y los 65 años aumentó en un 20 por ciento. «Hace 20 años era muy raro que entrase gente de esas edades, y ahora siempre tienes a gente ingresada», señala Calleja.

No se puede dejar de insistir en que la solución pasa por prevenir. Un estudio reciente demostraba que el 90 por ciento de los ictus que sufrió la población en España se pudieron haber evitado con unos hábitos más saludables y un mejor estilo de vida. Y en este sentido hay que añadir que no se trata solo de comer o de moverse. También influye tener un trabajo o una forma de vida estresante, ya sea por las presiones laborales o por la preocupación de no llegar a fin de mes.

Numerosas investigaciones han demostrado que el estrés es responsable en buena parte del aumento de la incidencia de los ictus. «Antes se afirmaba de forma muy especulativo, ahora hay mucha investigación al respecto que demuestra que aumentan los niveles de cortisol y se activa el sistema nervioso autónomo, que tiene incidencia cardíaca y vascular, y se acaba desembocando en hipertensión arterial; esta forma de vivir no ayuda nada», sostiene Calleja.

La conexión entre el mundo psicológico y físico es cada vez más evidente, con lo cual, para evitar que la incidencia de estos accidentes siga en aumento en Asturias, debemos cuidar más el cuerpo y la mente, llevar una vida un poco más serena y más saludable.