Isaac Sierra, director de la Escuela de Tonada de Arriondas: «Empecé con 6 alumnos y ahora tengo 20, pero veo que se pierde la afición por cantar»

Carmen Liedo

ASTURIAS

Isaac Sierra, director de la Escuela de Tonada de Arriondas
Isaac Sierra, director de la Escuela de Tonada de Arriondas Xuan Alonso

Además de en la capital parraguesa, imparte clases en Poo de Cabrales e Infiesto, a donde acuden entusiastas de la canción asturiana de diferentes zonas del centro y oriente de la región

21 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La afición de Isaac Sierra por la canción asturiana puede decirse que la lleva en la sangre: sus abuelos maternos y paternos cantaban y su madre y su padre también, así que él reconoce que desde pequeño «cantaba porque me gustaba». Un día, mientras lo hacía en una fiesta en Arriondas, llamó la atención de Narciso Fernández Arduengo, icono de la tonada gran conocedor del folklore y de la cultura asturiana, en general. «En 2011 me escuchó y empecé con él en la escuela de tonada en La Vega Perbís, en Amieva. De hecho, con él sigo porque me da repertorio y él sacó a muchos campeones de tonada», explica Isaac Sierra, quien estudió música y ya había impartido clases antes de hacerse cargo de la escuela de tonada.

Cuando cogió la escuela hace dos años, asegura, «no sabía que me iba a salir así. Empecé con 6 alumnos y ahora tengo 20», traslada el director de la misma, que se siente orgulloso de tener una decena de alumnos inscritos en concursos de canción asturiana «y todos ellos en finales», matiza. El interés de mayores y pequeños por la tonada le llevó a disgregar la escuela en tres sedes. Así, además de la de Arriondas, donde tiene 7 alumnos, también da clases en Poo de Cabrales y en Infiesto, sedes entre las que se reparten el resto de alumnos que quieren aprender y mejorar en la canción asturiana y que acuden desde diferentes zonas del centro y oriente de la región. «Las clases las divido en distintos días de la semana para poder dar las clases bien, los martes en Arriondas, los miércoles en Infiesto y los viernes en Poo de Cabrales. Estamos por las tardes entre las seis y las diez de la noche», explica Isaac Sierra, que añade que intenta adaptarse al horario de sus alumnos.

El director de la Escuela de Tonada de Arriondas se muestra muy satisfecho con la evolución de quienes acuden a aprender canción asturiana con él, alumnos de diferentes edades que contribuyen a mantener viva la tonada. «En estos días va a empezar una cría de 6 años, tengo un chaval de 9 años y otro de 11. Después tengo 6 o 7 personas de entre 22 y 28 años y los demás están entre 45 y 55 años», precisa Isaac Sierra, que lamenta que cada vez vayan a menos los aficionados a la tonada: «veo que se pierde la afición por cantar canción asturiana». De hecho, comenta que «hace unos 20 años salió gente muy buena en el oriente, muchos de ellos campeones de tonada, pero después de esa hechada hubo un parón y dejó de salir gente. Por aquí sólo salí yo».

Cada vez menos concursos de tonada

Con la pérdida de la afición se pierde, en su opinión, conocimiento de la tonada: «hace 25 años había más nivel que ahora, porque aunque hace unos años hubo buena respuesta hacia este género, ya no sale gente como tenía que salir». Su esperanza es que percibe que «empieza a haber unos cuantos cantantes buenos, algún chaval de entre 12 y 17 años. Sin embargo, está el hándicap de que están desapareciendo desde hace unos años los concursos de tonada, como es el caso del de Rioturbio, que lleva tres años sin celebrarse; el de La Nueva, que dejó de hacerse hace cinco; o el de Oviedo, que no se convoca desde hace dos. «Están desapareciendo porque no hay suficientes ayudas para los premios, y son muchas categorías, y para los gaiteros», manifiesta Isaac, que enumera que actualmente quedan dos concursos en las cuencas, en El Entrego y Sama, el de Gijón y el de Pola de Siero.

«Pero a raíz de que se cancelan los concursos se pierde afición y, por tanto, cada vez hay menos gente joven viendo esos concursos», argumenta el director de la Escuela de Tonada de Arriondas, que añade que «también se cuentan con los dedos de las manos las personas entendidas que conocen los patrones» de la canción asturiana para conformar jurados que actualmente se están formando con personas retiradas de la tonada.

«Si te pones a cantar en un chigre, te miran mal»

Nesti Chigre pué cantase
Nesti Chigre pué cantase

Otra cosa que reconoce Isaac Sierra que lleva mal es el que no se cante en los chigres como se hacía antes: «prácticamente está desapareciendo esa costumbre y yo es lo que peor llevo», indica el mismo, que añora cuando se cantaba después de las ferias ganaderas o cuando en las tardes-noches «te juntabas con unos paisanos y cantabas tres o cuatro canciones». «Ahora si te pones a cantar, te miran mal y te mandan a cantar otro lado», lamenta Isaac, que apostilla que «yo mamé desde pequeño lo de cantar en los chigres y para nada supone que cante por estar borracho. Antes se cantaba en todos los bares». Elogia que en zonas como Gascona se impulsara hace tiempo la iniciativa «Cancios de Chigre», con la que se iba cantando por los diferentes bares, «pero no es lo mismo porque es forzado», señala.

Por otro lado, considera que no se valora como se debería la canción asturiana: «si te llaman para cantar en unas fiestas y les dices que cobras 120 o 150 euros por seis o siete canciones con gaitero, entienden que es mucho, y el caso es que después las orquestas cobran una barbaridad», concluye.