Dos bandas de gaitas del Occidente astur brillando en el desfile más grande y antiguo del mundo, el de San Patricio en Nueva York

y. garcia CASTROPOL / LA VOZ

ASTURIAS

CEDIDA POR LUIS FEITO

La Reina del Truébano de Navia y El Penedón de Castropol, dirigidas por Luis Feito, regresaron encantadas de su presencia el pasado sábado en un evento con 145.000 personas desfilando por la Quinta Avenida

21 mar 2024 . Actualizado a las 07:59 h.

Por quinta vez, gaiteiros del Occidente astur cruzaron casi 5.400 kilómetros para desfilar de nuevo en el Día de San Patricio (17 de marzo) en Nueva York. Según la numerología, el número 5 simboliza «la libertad, la curiosidad y el cambio, el deseo de vivir aventuras y explorar nuevas posibilidades». Y así fue la experiencia que vivieron el pasado sábado, víspera del día del santo patrón de Irlanda, participando en el recorrido por la Quinta Avenida (la única fecha del año en que se corta totalmente al tráfico, con motivo de este popular evento) La Reina del Truébano Banda de Gaitas (Navia) y la Banda de Gaitas El Penedón (Castropol). Ambas cuentan con miembros del Occidente astur, alguno de A Mariña e incluso de Lugo, tienen como director a Luis Feito y representaron a Asturias en la Gran Manzana.

LUIS FEITO

«Hay dos millones de personas viendo el desfile y exponencialmente se multiplica cuando sale en las redes y las televisiones. Es una barbaridad»

No fue tarea fácil organizar un viaje así, corrobora el director: «Lo pudimos planificar con tiempo. Lo llevábamos planificando ocho meses. Primero, nos salía la broma por 1.300 euros por músico, cinco noches y el vuelo. Nos ayudaron los ayuntamientos de Castropol, Navia y Valdés, porque tenemos gente de todo el Occidente. Las empresas de la zona también nos ayudaron porque saben que tenemos cierto prestigio, saben a lo que vamos y que tiene repercusión para el Occidente de Asturias, A Mariña e incluso a nivel de España». Estar en un evento así es realmente incomparable y difícil de describir, aunque Feito hace un esfuerzo: «Figúrate que hay dos millones de personas viendo el desfile y exponencialmente se multiplica cuando sale en las redes y las televisiones. Es una barbaridad. Y son 145.000 personas desfilando y cientos de bandas. Es el desfile más grande del mundo. Es de la comunidad irlandesa, que empieza a las once de la mañana a salir y acaban de salir a las cinco de la tarde. Imagina la cantidad de gente, y no solo bandas de gaitas, también de marching band, equipos de rugby, la policía, los marines... Es el único día del año en que cierran completamente la Quinta Avenida, el punto clave de Manhattan, aunque también el Día de la Hispanidad, pero menos calles». Allá viajaron casi 60 personas de las cuáles unas 35 eran músicos.

«Vivirlo desde dentro es una sensación como de ir volando, porque nadie es profeta en su tierra»

La sensación interior fue una mezcla de emociones, con un extra lógico de responsabilidad para el director: «Los americanos son muy cuadrados y tenemos anécdotas. Por ejemplo, nos mandaron cerrar las banderas y no sabíamos por qué era. Resulta que nos enteramos después de noche, que no pueden ser más grandes que la bandera americana. Nos echaron la bronca... ¡y no lo sabíamos! Llevábamos las banderas de Castropol, Valdés y Navia, banderas grandes, pero sólo sabíamos que era obligatoria la de Norteamérica, pero nada más. Vivirlo desde dentro es una sensación como de ir volando, porque nadie es profeta en su tierra. Aquí cuando los nenos y las nenas tocan la gaita les aplauden, pero no es el fútbol. Ver las caras de ellos allí diciendo 'vaya importante que es lo estamos haciendo' en realidad». «Estamos demostrando de dónde venimos, quienes somos y es la mejor manera de exponerlo», añade.

Tocaron un repertorio formado por temas gallegos como Aires de Pontevedra en la version que ya tocaron varias veces con Carlos Núñez, señaló el director, más otros asturianos de Juanín de Mieres o compuestos por Feito, como Mara _que se llama como mi hija, apostilla_, Leave the mobile (traducido al español Deja el móvil) para que llegara más a los chavales, comenta, entre otros. Además de temas americanos adaptados a la gaita asturiana, como Red River Valley o God save America. Les acompañaron representantes municipales de los ayuntamientos del Occidente astur, entre ellos el alcalde del Concejo de Castropol.

Cuando las gaitas deben pasar el control de seguridad de un aeropuerto

Preguntado Luis Feito si cuando toca atravesar el control de seguridad del aeropuerto llevar las gaitas puede originar algún que otro momento incómodo, dice: «Somos unos 20 gaiteiros aproximadamente, los demás de percusión. Con las primeras gaitas ya empiezan a mirar raro, a ver qué 'tuberías' llevamos ahí... En muchas ocasiones nos mandan sacarlas, tocamos una canción y ya ven qué es. No es muy habitual ver una gaita en el equipaje de mano de una persona». 

LUIS FEITO

«En el restaurante de José Andrés, Little Spain, nos dieron de cenar con sidra asturiana y nos trataron de vicio»

Hubo otro detalle más, de parte de un asturiano muy muy conocido: el chef José Andrés. Considerada una de las personas más influyentes en la sociedad de Estados Unidos y entregado actualmente a la labor humanitaria de su oenegé World Central Kitchen por todo el mundo donde haya hambre. «Habíamos ido a Dubai en dos ocasiones _explica Luis Feito_ donde tocamos ante el príncipe y fue una experiencia muy guapa. Allí entablamos amistad con su hermano, Mariano Andrés, que tiene un restaurante allí. Se enteró que íbamos a ir a Nueva York y nos dijo que teníamos que ir a ver a su hermano, pero no estaba, aunque nos puso todo a disposición y nos grabó un vídeo en su famoso restaurante Little Spain, a través de una empresa profesional que contrataron para hacerlo. El día que lo colgaron en redes ya alcanzó unas 85.000 visualizaciones», comentó. «Nos dieron de cenar con sidra asturiana y nos trataron de vicio», destacó.

José Andrés: «Gracias por apoyar a España y a Asturias con vuestra presencia en América»

El mensaje que les envió expresamente José Andrés comenzó con la exclamación «Asturias, patria querida!» para, a continuar, agradecerles su presencia en Nueva York: «Gracias gaiteros. Viva Asturias! Os quiero mucho. Perdonad que no esté allí con vosotros, pero os daré un abrazo muy fuerte en Asturias. Gracias por apoyar a España y a Asturias con vuestra presencia en América». Al otro lado del charco sonó fuerte el «Puxa Asturies!». Y A Mariña de paso.