Investigadores de la Universidad de Oviedo descubren la clave del envejecimiento muscular

La Voz

ASTURIAS

Imagen de archivo de un laboratorio
Imagen de archivo de un laboratorio INSTITUTO DE SALUD CARLOS III

El estudio ha sido liderado por el grupo cROS, miembro del grupo OSKAR del Instituto de Investigación del Principado de Asturias

21 mar 2024 . Actualizado a las 12:47 h.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Oviedo ha descubierto por qué las células madre de los músculos pierden su capacidad de regeneración y se pierde masa muscular a medida que se envejece. El estudio ha sido liderado por investigadores del grupo cROS, perteneciente a la Universidad de Oviedo y miembro, a su vez, del grupo OSKAR, del Instituto de Investigación del Principado de Asturias (ISPA).

Este grupo de investigadores ha descubierto que las células precursoras de músculo pierden capacidad de regeneración y no son capaces de activarse correctamente por un fallo en la vía de señalización de una proteína, la p66Shc, y por la pérdida de capacidad autofágica (proceso por el que una célula descompone y destruye proteínas viejas).

Las células madre, que se encargan de la renovación de los órganos y tejidos sustituyendo las células dañadas por células plenamente funcionales, con el paso del tiempo pierden capacidad de regeneración de los tejidos lesionados o dañados lo que acaba contribuyendo a una importante pérdida de masa y fuerza muscular.

Según se desprende del trabajo, realizado por Yaiza Potes y liderado por Ana Coto Montes e Ignacio Vega Naredo, profesores del Departamento de Morfología y Biología Celular de la institución académica asturiana, es una alteración de la proteína p66Shc lo provoca que las células madre musculares no puedan activarse. La pérdida de capacidad autofágica provoca además que se vayan acumulando estructuras dañadas y que no se puedan eliminar los desechos para poder conseguir una fibra muscular plenamente funcional.

Este trabajo, según sus autores tiene implicaciones en el campo de la medicina regenerativa y antienvejecimiento, ya que la regulación de la autofagia y de p66Shc podría constituir una herramienta para el desarrollo de nuevas terapias que aseguren el correcto mantenimiento de las células madre musculares a lo largo de la vida, informa Efe.