Educación y empleo, las «asignaturas pendientes» de la comunidad gitana: «No es justo tratar igual a los que son diferentes»

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El presidente de la Junta General, Juan Cofiño, ve «exigible» un mayor esfuerzo y un mayor interés por parte de la población gitana:«Debéis ser conscientes que hacerlo trae más beneficios que quedarse al margen»

08 abr 2024 . Actualizado a las 14:13 h.

El presidente de la Junta General, Juan Cofiño, ha dicho este lunes que la comunidad gitana todavía se enfrenta a «desigualdades». En materia de inclusión social, cree que las mejoras en materia de bienestar siguen siendo negativas entre los gitanos si se compara su situación con la del conjunto de la población. Para Cofiño, las «asignaturas pendientes» de la comunidad gitana siguen siendo la educación y el empleo.

Cofiño ha intervenido en el acto de recepción organizado con motivo de la conmemoración del Día Internacional del Pueblo Gitano. También han participado José Manuel Jiménez, de la Fundación Secretariado Gitano y Sara Montoya Vidal, boxeadora protagonista de la película «Golpe a golpe», que será la encargada de la lectura del manifiesto. El acordeonista Aurrel Merisán ha interpretado el Himno Gitano Gelem Gelem. «A mi entender, el pueblo gitano viene de situaciones seculares de pobreza y exclusión social y porque mantiene un fuerte componente de identidad cultural que a menudo ha actuado más como una traba que como una oportunidad para la inclusión», ha indicado Cofiño en su intervención.

Ha argumentado que las dificultades para culminar la educación obligatoria continúan resultando «insalvables» para la mayoría de la población gitana, el 80% del alumnado gitano deja la escuela sin acabar la ESO, y esto incide, en el empleo posteriormente. «Abandono escolar y falta de empleo, que son, a la postre, indicadores de exclusión», ha señalado. Ve «exigible» un mayor esfuerzo y un mayor interés por parte de la población gitana, por lo que se refiere a la educación. Pero el presidente del Parlamento asturiano cree también que sería necesario dar una vuelta de tuerca al sistema educativo, bajo el principio fundamental de que «no es justo ni equitativo tratar igual a los que son diferentes, y si además esa desigualdad es más grupal que individual, merece también un tratamiento grupal».

Así, se ha mostrado partidario de una «educación intercultural» que tenga en cuenta los derechos culturales de los grupos minoritarios. «La escuela no puede ser considerada únicamente como lugar de aprendizaje, debe entenderse, también, como instancia de socialización; mientras no sea así, el rechazo a la escuela que muestra la cultura gitana tendrá más que ver con el miedo a perder su identidad que con la educación en sí misma», ha explicado.

Para Cofiño, la cuestión radica en «conjugar las diferencias culturales con la búsqueda y el logro de una igualdad de oportunidades real y efectiva, en cómo se conjuga esa diferencia cultural con una propuesta de regulación en los ámbitos educativo y laboral, de manera que esa diferencia no se traduzca en desigualdad». Ha animado a la población gitana a que, si quiere avanzar, se integer en la sociedad actual. «Debéis ser conscientes que hacerlo trae más beneficios que quedarse al margen», ha indicado a los presentes.

«¿Son compatibles la integración y el mantenimiento de la identidad cultural gitana? Yo pienso que sí. El hecho de que una mayoría de la gente gitana no hubiera conseguido hacerlo compatible, no excluye que tal cosa sea posible. Por eso creo que debéis intentarlo, no debéis ver la integración como una relación de poder entre la sociedad mayoritaria y los gitanos», ha considerado. Según Cofiño, la población, los «payos», debe respetar la cultura gitana sin folclorizarla ni tergiversarla. «Y vosotros los gitanos debéis ser algo menos celosos de vuestra cultura y no utilizar la ausencia de visibilidad como mecanismo de resistencia étnica; antes bien, debéis permitir que vuestras tradiciones sean conocidas por el resto de la sociedad», ha insistido, informa Europa Press.