Las claves jurídicas del parricidio de Ribera de Arriba: «La complejidad radicará en el forense»

Nel Oliveira
Nel Oliveira REDACCIÓN

ASTURIAS

María Pedreda

El diagnóstico determinará si Pablo Muñiz es o no imputable en el proceso al que se enfrentará: «Podrían caerle hasta 25 años de cárcel»

12 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Pablo Muñiz, de 46 años, ya ha reconocido la muerte y decapitación de su padre, Miguel Ángel Muñiz, ante la jueza de Instrucción número 3 de Oviedo, quien le ha podido tomar declaración en la unidad de psiquiatría del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) donde todavía permanece ingresado. Una vez que el parricida confeso reciba el alta hospitalaria será trasladado al centro penitenciario de Asturias tras una orden judicial.

A Muñiz se le atribuyen, sin perjuicio de que pueda modificarse la calificación a lo largo de la instrucción, un delito de asesinato y dos intentos de homicidio, relacionados con las personas que iban en su coche y a las que habría agredido con un hacha. También se le imputan otros delitos de lesiones y maltrato. Ahora bien, Javier Fernández Teruelo, catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Oviedo, explica que «la complejidad del caso radicaría en el informe del forense», que determinará si Muñiz es o no imputable en el proceso al que se enfrentará.

Según comenta Fernández Teruelo, la calificación jurídica del caso se basará en dos puntos fundamentales: si se trata de un homicidio doloso o de un asesinato. «En este último caso cabría determinar si ha habido alevosía o ensañamiento», señala el catedrático, quien apunta que en caso de no ser conocedor del sentido de sus actos podría haber una atenuación de la pena: «Podrían caerle hasta 25 años de cárcel».

Una patología de salud mental

Los primeros informes determinaron que Pablo Muñoz no consumía alcohol ni drogas tras dar un resultado negativo en las pruebas a las que fue sometido. Además, tras haber investigo su historal clínico no se encontró ninguna consulta relacionada con problemas de salud mental, al menos en el sistema de salud público. Sin embargo, los expertos señalan que un brote psicótico podría haber sido la causa del parricidio. Determinar si Muñiz sufre o no patologías de salud mental será clave para saber si se trata de una persona imputable o inimputable.

Explica Javier Fernández Teruelo que en el caso de que se determinara que Muñiz fuera una persona inimputable «el juez podría acordar una medida de seguridad». Es decir, según recoge el artículo 96 del Código Penal podría declararse el internamiento en un centro psiquiátrico, en el caso de decretarse una medida de seguridad privativa de libertad. «La complejidad del caso no es jurídica, ya que el grado de dificultad estará en el médico forense que determine el grado de imputabilidad o inimputabilidad», señala el catedrático.

Por su parte, el psicólogo forense Maxime Winberg detalla que una vez en el centro penitenciario de Asturias, ya estabilizado, «estará en la enfermería medicado debido a que no existe una unidad de psiquiatría». Comenta además que en el caso de ser declarado inimputable «se condenaría a una medida de seguridad en una cárcel como la de Foncalent (Alicante) o una entrada en un psiquiátrico adaptado durante el mismo tiempo de condena que se marque».