A rastras con las facturas en Avilés

Noelia Rodríguez AVILÉS

AVILÉS

El Ayuntamiento abona 1,7 millones de euros de pagos no presupuestados en 15 meses mediante los reconocimientos de crédito que le enfrentan con la oposición

20 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace unos meses eran muy pocos los que en Avilés sabían lo que era un reconocimiento extrajudicial de crédito, al margen de quienes trabajan directa o indirectamente con el Ayuntamiento, pero ha acabado por convertirse en un tema de conversación relativamente habitual en la ciudad a costa de que se trata del principal motivo de debate de los plenos municipales desde que la legislatura arrancara hace 15 meses. Ni las obras, ni las políticas sociales ni siquiera la crisis o los presupuestos. De lo que más se habla en el salón de plenos avilesino todos los meses es de las facturas que no están dentro del presupuesto -por diversos motivos- y que se pagan mediante un reconocimiento de crédito. Se trata de una situación (los pagos no presupuestados) y una fórmula (el reconocimiento) habituales en este y en otros consistorios de toda España. Tanto que hasta ahora se veía como un puro trámite administrativo al que apenas se le daba importancia, a pesar de que la tiene, porque se suele tratar de facturas que llevan cierto retraso en el pago, con el consiguiente prejuicio para los proveedores. Desde el principio de la legislatura la oposición se ha mostrado muy crítica con el tema, llegando a abandonar y suspender la celebración de un pleno o a celebrar hasta tres sesiones para aprobar el pago unas facturas concretas.

En lo que llevamos de legislatura el gobierno local ha llevado a casi todas las sesiones plenarias reconocimientos extrajudiciales de crédito, aunque en ocasiones haya visto como eran rechazados o los sacaba del orden del día sabedor de que no tendrían apoyo. En total ha presentado, y conseguido aprobar, pagos pendientes por valor de 1,5 millones de euros, a los que hay que sumar más de 200.000 euros de reconocimientos extrajudiciales de la Fundación Municipal de Cultura y la Fundación Municipal de Deportes. Se trata, en su mayor parte, de facturas rutinarias, de servicios que pueden considerarse de mantenimiento: contratos de telefonía, actividades escolares, facturas de la luz ... Pero también los hay más específicos, como contrataciones particulares del área de Festejos. El gobierno justifica que se trata de pagos que ha habido que asumir de manera extraordinaria o relativos a un periodo entre contratos y que el reconocimiento de crédito es una fórmula habitual en las administraciones y completamente legal que evita dejar a los avilesinos sin servicios. Sin embargo, también es cierto que desde la Sindicatura de Cuentas se ha advertido a los consistorios de Oviedo, Gijón y Avilés que no abusen de ella, que ha de usarse para casos extraordinarios. Y en lo que es ordinario y extraordinario es donde radican las diferencias entre el ejecutivo socialista y los grupos de la oposición.

Para estos últimos el recurrir a reconocimientos de crédito casi todos los meses da muestra de la mala gestión del gobierno, al que acusan de no saber presupuestar ni hacer contrataciones a tiempo. La crítica es unánime. Tanto que en febrero los 17 concejales de la oposición se levantaron para no debatir siquiera el tema y obligar, por primera vez en la historia del ayuntamiento avilesino, a suspender un pleno por no existir el número mínimo de ediles para celebrarlo, lo que consiguió arrancar de la alcaldesa el compromiso de reducir el uso de los reconocimientos de crédito. Lo ha cumplido, y así lo reconoce parte de la oposición, y en los últimos cinco meses se ha pagado mediante este método medio millón de euros. Sin embargo las críticas persisten, especialmente desde la bancada de Somos. «Las facturas son de nulo derecho. Se están prestando servicios en situación de nulidad absoluta», asegura la concejal Yolanda Suárez. A su entender «sólo hay un camino: la revisión de oficio».

Se trata de una fórmula, que también apoyan los ediles de IU y Ganemos por dar más garantías, que supone un examen de la documentación y acarrea un retraso en el pago, algo que no aceptan desde el gobierno teniendo en cuenta que en ocasiones a quien se adeuda son pequeñas empresas que pueden ver en peligro su supervivencia. Las facturas pendientes de pago suelen ser relativas a servicios prestados meses atrás, pero hay casos en que se remontan a años. Es lo que ocurre con alguno de los pagos que están pendientes y relativos a la concejalía de Festejos. Ningún grupo quiere darles el visto bueno, más allá del gobierno que tiene el apoyo de Ciudadanos, y los socialistas han decidido guardarlas hasta que «la oposición resuelva sus dudas», en palabras de la concejal de Hacienda, Raquel Ruiz. Tras la enésima discusión sobre reconocimientos de crédito, en que se repiten argumentos y no se acercan posturas, el portavoz de IU, Alejandro Cueli expresa un deseo: «me gustaría que se pusieran encima de la mesa todos los reconocimientos que quedan, verlos y acabar con este debate». De momento parece que no se le va a cumplir y que en Avilés tendremos reconocimientos de crédito, o revisiones de oficio, para rato.