El atacante ovetense reconoció que su situación actual es «un sueño del que espero no despertar»
19 ene 2017 . Actualizado a las 08:50 h.Saúl Berjón es el hombre de moda entre el oviedismo. Su fichaje por el Real Oviedo ha subido los ánimos de una afición que finalizaba el año 2016 con malas sensaciones.
Esta mañana, el jugador ovetense se puso ante los micrófonos de Radio Marca Asturias y comenzó su intervención mostrándose feliz en estas tres semanas con el grupo: «Muy contento de volver a casa y de hacer bien las cosas. Vengo en el mejor momento de mi carrera, me encuentro muy bien físicamente».
Saúl sabe cuál es su función en el equipo y que tendrá todos los focos puestos sobre su persona, algo con lo que convive con normalidad: «Es normal que la gente tenga ganas de que haga bien las cosas porque vengo de una categoría superior. Sé el jugador que soy, me conozco bien. Me falta físico todavía por el tiempo que estuve parado, pero ojalá siga todo igual de bien, agradezco la confianza».
El nuevo jugador azul ha pasado por todas las categorías del fútbol español desde que abandonó El Requexón. Después de que se disolviera el Vetusta en 2003 por problemas económicos, Berjón se fue hasta El Berrón a iniciar desde abajo una carrera que nunca imaginó lo lejos que llegaría: «Cuando me fui del Oviedo empecé a mirar módulos de soldadura, no esperaba llegar a donde llegué».
Su larga trayectoria le ha hecho ganarse un nombre en el fútbol nacional, un nombre que le preocupó perder tras no adaptarse al fútbol mexicano: «Las semanas en las que estaba sin equipo me preocupaba porque en el fútbol la gente olvida muy rápido y tenía miedo de que no hubiese ofertas. Luego tuve esas de Primera División pero el Oviedo siempre mostró su interés».
Afortunadamente, y después de irse a México «por una oferta irrechazable», su representante tuvo trabajo a su regreso a España. En la máxima categoría, Alavés y Leganes estuvieron interesados en su contratación pero el jugador «tenía mucha ilusión por venir al Oviedo» ya que para él «vestir esta camiseta es cumplir un sueño y espero no despertar».
Saúl nunca escondió su oviedismo y guarda grandes recuerdos del equipo, como cuándo viajó a Cádiz con sus amigos para vivir el ascensoa la LFP. Aún le sorprende que la gente le conozca ya que, según comenta, era un habitual del Tartiere y nadie le reconocía. Ahora las muestras de cariño son continuas: «Me motiva la ilusión de la gente conmigo. Me ilusiona que se hable tan bien de mí. Antes la gente no me conocía, incluso cuándo se hablaba de posible fichaje».
Antes de despedirse, el extremo no quiso dar pronósticos para esta temporada ni hablar de metas: «Sabemos cuál es el objetivo a medio plazo pero vamos a ir de poco en poco. Lo primero es conseguir los 50 puntos y a partir de ahí veremos hasta dónde podemos llegar».